Amor en tiempos de tragedia...

Capitulo 33: Secretos

-Sandra-

Había perdido la percepción del tiempo, simplemente me había quedado mirándolo a los ojos en silencio, mientras un escalofrío recorría mi cuerpo, y si no hubiese sido porque el profesor me toco el hombro para que lo dejara pasar, seguramente me hubiera quedado allí toda la eternidad. —Señorita, déjeme pasar y tomé asiento, por favor— al escuchar las palabras detrás de mí, me sentí muy avergonzada por lo que camine en silencio por el salon y me senté en el último asiento que quedaba disponible, justo a lado de donde estaba Ángel.
Sentí la mirada de Marcos mientras podía ver como disfrutaba ver la incomodidad que se podía sentir en el salón —Hola Sandra, me da gusto que hayas vuelto a clases.
     —Si, es bueno volver— acomodé mi mochila a un costado de mi asiento y me preparé para mirar de cerca a mi ex novio —Me da gusto verte— le dije sin más rodeos pero cuando su mirada se quedó anclada a la mía nuevamente, mis mejillas se pusieron rojas. Él siempre ha tenido la capacidad de hacerme sentir demasiadas cosas sin ni siquiera hacer nada más que mirarme
     —A mi también me da gusto, ¿cómo estás?— seguía mirándome.
     —Bien— me puse más nerviosa, así que comencé a enroscar mi cabello —¿y tú?
     —Que bueno— desvió su mirada— Yo también estoy bien, gracias por preguntar.
Hubo un silencio incómodo nuevamente y me di cuenta de que había ignorado completamente a los demás presentes así que me disculpe —perdón, también me da gusto verte de nuevo Marcos y a ti, Veronica… ¿cierto?
     —Si Veronica, pero me puedes decir Vero— me dio una sonrisa mientras se acomodaba su cabello.
     —Muy bien Vero, ¿estás tomando clases como oyente aquí?— me moría por preguntarle acerca de la razón por la que estaba aquí.
     —Ah no, no vengo a tomar clase, vengo con Ángelito— respondió mientras colocó su mano sobre la de él, lo cual me hizo sentir muy enojada, aunque no tenía razones para estarlo, ya no era mi novio y lo que sea que tuviera con otras mujeres, yo no podía hacer nada al respecto.
    
De pronto fuimos interrumpidos por el profesor que comenzó la clase —Bueno muchachos, ya puse el proyector, la clase comenzara ya, así que necesito toda su atención ya después platican en el descanso— nos dio una mirada —Bienvenido Ángel, espero puedas aprovechar las clases que nos quedan del curso y si se te presenta algún inconveniente puedes decirmelo inmediatamente.
     —Gracias profesor.

Mientras la clase avanzaba no podía dejar de pensar en lo que había pasado, ¿en serio venían juntos?, pero.. juntos como de estar saliendo o solo de venir juntos como amigos, no podía estar pasándome esto ahora, yo no terminé mi relación por voluntad propia, solo necesitaba ganar tiempo para arreglar las cosas, pero parece que Veronica aprovechó la oportunidad y la tomó. Miré hacia el pizarrón mientras copiaba el ejercicio que nos acababa de explicar el profesor, pero no tenía idea de como resolverlo, mierda.
     —Mecanismos de elongación— la voz de Ángel sonó a mi lado.
     —¿Qué?— lo voltee a ver confundida.
     —Lo estudiamos hace dos años, ¿te acuerdas?, un mecanismo parecido a la elongación es lo que te ayudará a resolver el ejercicio.
Después de analizarlo, me di cuenta que tenía razón —Eres brillante— lo mire de nuevo —gracias.
     —De nada.

Estaba emocionada de pensar que estaba prestandome atención por eso se dió cuenta que se me estaba dificultando el trabajo. A pesar de la forma en que rompí con él, ahora estoy más tranquila de saber que no está enojado conmigo.

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Al terminar la clase, me acerqué inmediatamente con Marcos —Podemos hablar un momento.
     —Si, claro, ¿qué pasa?— me miró un poco confundido, pero no quería alzar mucho la voz para que nadie se diera cuenta, en especial Ángel, pero no funcionó ya que nos dio una mirada pero no dijo nada.
     —Es algo delicado, pero necesito que sea en privado.
     —Bueno, vamos. Oye amigo, te alcanzo en los jardines, allí nos va a estar esperando Alejandro.
     —Si, esta bien.