Capitulo 17: Casa

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~Ángel~

Al fin después de varios días de largos estudios médicos y de muchas terapias,  el médico me dijo que por fin podría volver a mi casa. Sí bien el hospital era acogedor, los doctores  y las enfermeras eran amables conmigo, necesitaba salir de este lugar lo más pronto posible ya que aún tenía este estrés de estar en un hospital las 24 horas. Estaba algo ansioso de ver cómo iba a ser mi nueva habitación, pero lo más importante es que quería y necesitaba aprender lo antes posible  a vivir con mi nueva condición. Estaba completamente seguro de que no iba a ser nada fácil ya que ahora necesitaba demasiados cuidados, pero al menos estaria rodeado de mi familia y amigos.
     También una de las cosas que mas quería era regresar a la Universidad para terminar mi carrera ya que siempre había sido mi sueño. Así que por todo lo anterior hoy me había levantado bastante emocionado.

     Gracias a todos, esta semana de terapia he aprendido a manejar mi silla de ruedas con un dispositivo que está cerca de mi boca y me siento más libre al moverme a donde quiera. Parece poco pero esto me da Independencia y me ayuda mucho a no sentir que estoy atrapado en mi propio cuerpo. Semanas antes había pasado por momentos dificiles, me diagnosticaron cuadros de depresión y ansiedad por todo lo que estaba pasando, pero he recibido terapia psicológica y mi novia me ha estado apoyando demasiado con respecto a esto ya que mi mamá es un poco sensible y también ha tenido que recibir ayuda.

     Sandy se había quedado a dormir esta noche conmigo, aún estaba dormida profundamente, parecia bastante cansada ya que la enfermera había entrado hace media hora y mi novia no se despertó, ni siquiera sé inmutó de todo el ruido que hizo la enfermera mientras me cambiaba y levantaba la cama para que estuviera semi-sentado. Aunque igual no me importa porque puedo verla dormir desde aquí, puedo apreciar detenidamente su hermosa cara con sus mejillas rosadas mientras sale un poco de baba de su boca. Me da mucha risa porque ella antes no quería creer que cuando dormía, babeaba mucho y siempre decía que yo era un mentiroso, pero aquí está la prueba viviente de que yo no mentia. Es más si pudiera mover mis manos tomaría mi celular justo ahora y la grabaría para  tener pruebas suficientes y que dejara de creer que yo la estaba difamando.

     Ciertamente esta mujer era todo lo que quería en esta vida, no solo estaba seguro de que era la persona más noble que había conocido sino que estaba aquí conmigo, apoyandome incondicionalmente, amandome... a pesar de que ya no sea el mismo hombre guapo y atletico del que ella se habia enamorado. Ahora era un discapacitado con problemas de ansiedad que necesitaba ayuda para comer. A veces pienso que ella se merece algo mejor, una vida diferente a esto.

- ¡Mi amor! Ya te despertaste, discúlpame no sé qué me pasó- dijo bastabte apenada- yo creo que estaba muy cansada por todas las tareas y trabajos que he realizado que ni siquiera me di cuenta que la enfermedad ya había entrado a la habitación. ¿Ya desayunaste?
-No te preocupes, estaba esperando felizmente a que despertaras mientras disfrutaba verte babear.
-¿Queeee? Otra vez con eso, yo no hago eso, no mientas.
-No miento, incluso Margarita la enfermera lo vio- respondí muy seguro sabiendo  que ahora tenia testigos.
-Me rehuso a aceptar esta difamación.
-No es ninguna difamación. Es mas si pudiera, tendría  las pruebas grabadas. Lástima  que no pueda usar mi teléfono.

Ella tomo el suyo y se acercó a mi: -Cállate y mejor tomemonos una foto antes  de despedirnos de este hospital. Hoy volvemos a casa, tu padre ya esta arreglando los papeles de la ambulancia.

-¿Me llevara una ambulancia?
-Si, el doctor dijo que es parte del programa que cada vez que un paciente es dado de alta, la ambulancia tiene el deber de llevarte hasta tu casa y los enfermeros te instalan en tu habitación para dejar todo en orden.
-Oh...
-¿Qué  pasa?- Mi novia me miró confundida.
-Nada, solo que me da pena llegar así... tu sabes.
-Tranquilo, los vecinos ya saben lo de tu accidente. Tenían que enterarse tarde temprano ya que literalmente has estado fuera de casa 6 meses. Tu eras un chico que se la pasaba paseando a su perro en las mañanas cuando no ibas a la escuela o regresando de hacer deporte. Al final le preguntaron a tu mamá porque la miraban tan preocupada.
-¿Y saben de mi condición?
-Si, incluso algunos vecinos ayudaron a tu papá para modificar la casa y poder hacer unas rampas para que pueda entrar la silla de ruedas.
-Vaya no sabía nada de eso.
-Claro, con todo lo que hemos tenido en la cabeza se nos olvidó platicarte, pero ahora que vuelvas tal vez algunos vecinos esten allí.
-Si, seguramente...

Amor en tiempos de tragedia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora