Capitulo 43: Árbol

339 30 65
                                    

~Sandra~

Mientras me acercaba a ellos trate de relajarme un poco, no era de las personas que armaba una escena por cosas como estas, si bien era obvio que me daban celos ver a una mujer linda abrazando de forma tan efusiva a mi novio y mas sabiendo que a Veronica le gustaba Ángel, ella conoce sus intenciones.
     —Hola, ya regresé— palabras que salieron de mi boca interrumpiendo la conversación de todos. Veronica se levantó enseguida al escuchar mi voz y me miró.
     —¿Sandra?— ella se miraba algo confundida.
     —Mucho sin vernos— dije— el viaje fue bastante largo, verdad amor
     —Si bebé—Ángel respondió enseguida, podía verlo analizando la situación desde donde estaba.
     —Ah ya entendí, no sabía que habían vuelto y tampoco que tu habías viajado hasta Alemania.
     —Si, hay mucho que contar— me acerqué a mi mochila de equipaje y la cargué— pero por ahora venus muy cansados.
     —Exactamente, mis pies vienen hinchados — mi suegra apresuró a su marido —vamos a casa, Ángel también necesita descansar.
     —Hija, ya que viniste hasta aquí podemos pasar a dejarte a tu casa—El señor Francisco se ofreció.
     —No es necesario, gracias señor Frank, con que me deje en la avenida del imán está bien.
     —Bueno, entonces vámonos que aquí ya estamos estorbando a la gente.

De pronto sentí una mirada clavada en mi, cuando voltee para ver, vi que Vanesa me estaba haciendo gestos hacia Veronica a lo cual yo respondí alzando los hombros como signo de tampoco entender lo que estaba sucediendo.
     —En fin, te extrañe mucho hermano— Todos sabíamos que mi cuñada era muy apegada a Ángel, por eso es que sabiamos lo difícil que fue para ella cuando no podía ni siquiera escuchar su voz por teléfono.
     —Yo también Vane— verlos actuar con tanto amor me daba ternura, me gustaba mucho su dinámica familiar, sobre todo porque yo era hija única y jamás había pensado en tener hermanos hasta que vi la forma tan bonita en que ellos se llevaban —Por cierto, ya sé que estás saliendo con alguien.
     —Mamá te contó, le dije que no lo hiciera.
     —¿Pero por qué no querías que lo supiera?
     —Porque lo vas a intimidar.
     —Yo no sería capaz de eso— mi novio replicó.
     —Cuñada—Vane me miró en busca de apoyo, el cual siempre le daba sin dudar ya que era recíproco a la hora de querer ganarle en la conversación.
     —Si lo harías— dije sin más.
Ángel me dio una mirada de reojo juzgandome por siempre estar del lado de su hermana, después hizo como si no le importara y seguimos avanzando hacia la salida. En todo este rato, Veronica se había adelantado para ir caminando junto con mis suegros.
     —De todos modos, dudo que pueda intimidar a ese fulano, hace un año probablemente sí, pero ahorita, estoy en silla de ruedas y mi madre me da de comer en la boca.
     —Yo también te doy de comer— inmediatamente agregue.
     —Mi mamá y mi novia— rectifico.
     —Y¿qué hay de mi?
     —Mi mamá, mi novia y mi hermana.
     —Bueno, la cosa es que cuando lo llevé a casa, no lo vayas a bombardear con preguntas, no seas tan duro por favor.
     —Ya lo veremos—soltó una pequeña risa.

Cuando por fin estuvimos todos dentro de la camioneta. me tocó ir sentada a lado de nuestra compañera que decidió unirse a último momento sin que nadie se los esperara por eso es que no me podía quedar con la duda —Oye, y ¿cómo supiste que hoy regresaba Ángel?
     —Me lo dijo su amigo Alejandro— Cuando escuché eso comencé a pensar en las mil formas que lo torturariamos yo y mi amiga Fernanda por andar de chismoso.
     —No sabía que hablabas con él.
     —De vez en cuando— dijo algo serio.
     —Ah ya— El ambiente se sentía algo tenso.
     —Entonces fuiste a buscar a Ángel hasta otro país e hicieron las paces.
La forma en que me lo decía, podía sentir un poco de enojo en sus palabras, es probable que ella estuviera esperando su regreso para intentar algo con él, o no sé, pero tengo una corazonada sobre esta situación —Pues, teníamos muchas cosas que hablar.
     —Pero tú lo dejaste.
     —Nos dimos un tiempo— me sentí un poco señalada —De igual manera, gracias por ayudar a Ángel el tiempo que estuvimos separados, estoy al tanto de que fue un trabajo para ti.
     —Un trabajo que disfruté mucho, estar cerca de él siempre ha sido toda una experiencia, me gusta lo inteligente que es. Nunca te aburres teniendo una conversación con él.
     —Si, ya lo sé— traté de ignorar lo que acababa de decir.
     —Oye, ya pronto vas a bajar— Vanesa nos interrumpió, supongo que ella misma estaba prestando atención a nuestra plática.
     —Ya estamos en la Avenida del Imán, ¿en serio no quieres que te lleve a casa?
     —No, voy a pasar a comprar algunas cosas antes de ir a casa, pero gracias de nuevo. Me despido de todos— vi las intenciones de acercarse a mi novio —le dio un beso en la mejilla —adiós Ángel, espero verte pronto.
     —Ah sí, adiós Vero— respondió de forma cortante, lo cual me hizo sentir más aliviada, ya que cualquier intención, deseo o sueño que tuviera ella, daba lo mismo porque yo y él estábamos juntos, nada puede interponerse entre nosotros. Nada.

Amor en tiempos de tragedia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora