Capitulo 26: Toque

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~Sandra~

La idea era pasar una tarde amena con mi novio para celebrar que hoy había sido dado de alta del hospital, sin embargo nuestra malteada se había arruinado con la llegada de Veronica. No me malentiendan pero desde que nos conocimos pude notar la forma en que miraba a Ángel, algo me dice que hace años tenía interés en él.

     —Ángel que sorpresa encontrarte aquí en la cafetería— ella se acercó rápidamente hacia nuestra mesa. 

     —¿Veronica?, ¿qué haces aquí?— mi novio también parecía sorprendido, podía ver en su rostro que este era el lugar en el que menos se imaginaba que se la podría encontrar.

     —Verás, mi abuelita está aquí haciendose unos estudios porque le van a operar sus dos rodillas, ya sabes desgaste por la edad. Entonces me tocó venir a acompañarla, soy su única nieta y mis padres están trabajando, pero bueno eso no importa, jamás pensé que te vería aquí con… —me miró por primera vez desde que se acercó a nosotros —Ay lo siento, no recuerdo tu nombre.

Estaba segura y con esto quedó comprobado que yo tampoco le caía bien, pero no me importaba, el sentimiento era mutuo —Sandra, mi nombre es Sandra. Pero a mi novio le encanta decirme Sandy, ¿verdad cariño?— voltee a verlo para esperar su respuesta.

     —Por supuesto que sí, mi Sandy— dijo sonriéndome. 

     —Ah ya veo— hizo una leve mueca al ver nuestro pequeño intercambio de miradas —pero bueno, lo importante es que te vuelvo a ver aquí, no sabes lo mucho que me quedé pensando en ti desde la vez que nos vimos en el muelle. ¿Qué haces aquí?

     —Saliendo de mi terapia física. 

     —Terapia física— se rascó la cabeza —¿te estás recuperando? ¿Ya puedes moverte?— cuando terminó de decir eso, no pude evitar pensar en lo realmente tonta que era, aunque no debo ser tan dura con ella, digo, es nueva en todo este tema. 

     —No, es para evitar que su cuerpo se vea dañado por la falta de movimiento— respondí a su ignorancia.

Me miró y después jaló una silla para sentarse en frente de Ángel —Ya veo, debe ser duro. Pero te veo bastante bien, eso es lo importante mi querido amigo de la infancia— dijo mientras tomó su mano. Mi novio ya sabía que ella no me caía bien y que ese tipo de acercamientos estaban fuera de lugar por lo que de pronto dijo —¡Ay!.

     —¿Qué pasó Angelito?— ella dijo asustada, mientras dejó su mano en el reposabrazos de la silla, donde estaba antes. 

     —Lo siento, es que a veces me dan espasmos en las extremidades, es doloroso. 

     —Perdón, no sabía. Quise tomar tu mano para mostrarte que estoy contigo, pero no volveré a hacerlo sin antes preguntar.

En ese momento estaba yo bastante sorprendida y a la vez conmovida de ver cómo es que Ángel había dicho una pequeña mentira para hacer que Veronica soltará su mano, sin ser grosero con ella. 

     —No te preocupes, no lo sabías, suele pasar.

     —Si, suele pasar…—dije mientras le di una mirada, pero él no dijo nada más.

Otra vez se nos quedó viendo mientras ambos nos veíamos sin decirnos nada, como si nos estuvieramos comunicando por telepatía —Bueno ahora sé que este es el hospital al que vienes regularmente y como mi abuela estará internada en este lugar después de la operación de rodillas, supongo que te veré más seguido. 

     —Que buena noticia— no contuve mi sonrisa falsa en absoluto. 

     —Bueno, perdón si los interrumpí— se disculpó mientras le daba una mirada a la mesa con nuestras malteadas —me despido — se levantó y se fue. 

Amor en tiempos de tragedia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora