Capitulo 19: Emociones

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Por un momento, el miedo comenzó a invadir todo mi cuerpo. Hace unas horas me había enterado de que el accidente de Ángel había sido planeado por alguien que quiso atentar contra su vida y esa persona de identidad desconocida aún, estaba libre. Tal vez estas personas afuera de la casa estaban aquí para terminar el trabajo, ¿cómo podríamos detenerlos si en casa solo habíamos tres mujeres, una ya con edad avanzada, una menor de edad y yo...?
     Me levanté cuidadosamente de la cama, tratando de no despertar a mi novio, coloqué mis pies el en frío suelo de la habitación, camine lentamente hacia la ventana  donde se escuharon las voces, me asome poco a poco, hasta descubrir que efectivamente eran dos hombres altos y formidos, estaban vestidos de negro. 《¿qué hago?》 pensé. Con las manos temblorosas tomé mi celular  e intenté  marcar mientras salí del cuarto para llamar a la enfermera, esta estaba leyendo un libro que dejó en la mesa cuando me miró y se levantó  rápidamente.

-¿Qué paso?- tomó su botiquín  de seguridad y avanzó hacía mi pensando que tal vez se trataba  de una urgencia  médica.
-Afuera hay dos hombres... creo que vienen a...-Pero ella me interrumpió  antes de  terminar mi oración.
-Sí, Francisco los contrató  para resguardar la casa, no sé muy bien porque pero tiene que ver con el hombre que causó el accidente  y la razón  por la que ahorita estan fuera de casa- la enfermera me miró preocupada- ¿te sientes bien?
-No- recupere fuerzas y me sente en un banco cerca del lugar.
-Estas asustada, déjame tomarte  la presión arterial- y colocó un aparato para medir la presión en mi brazo. -, la tienes baja. Seguramente como ya estabas dormida y te asustaste es que te sientes de esta forma- sacó de su bolsillo una pastilla -esto te ayudara.
-Gracias- la tomé mientras me quede sumergida en mis pensamientos.

     La forma en que me asusté no había sido la forma correcta al actuar, pero tal vez era resultados de estar presionada y demasiado alterada con todo lo que ha estado pasando. Sin embargo creo que era inevitable no sentirme de esta forma después de tremenda noticia que me dio Fernanda, el miedo invadió mi mente, no estoy preparada para pensar siquiera en la idea de perderlo de nuevo.

-Eres muy joven, entiendo por todo lo que haz pasado- colocó una mano en mi hombro- pero lo amas mucho ¿verdad?
-Si. Desde que lo conocí, siempre vi una vida junto con él para siempre- agaché la mirada -pero no sé si sea tan fuerte...
-Lo eres. Mira que otra persona en tu lugar hubiera desistido. No todas las personas están dispuestas a pasar toda su vida cuidando de un discapacitado. A veces el amor no lo conquista todo, pero veo en ti fuerza y dedicación, el amor te hace fuerte. -la señora miró hacia el techo y suspiró -Mi esposo era un buen hombre, nos casamos muy enamorados, no pudimos tener  hijos porque nuestros trabajos eran muy demandantes. El era ingeniero de carreteras  y yo enfermera de tiempo completo, sin embargo  nuestro amor era tan fuerte que no necesitabamos tener hijos para ser felices, ya que en nuestros tiempos libres salíamos a comer, íbamos al teatro casi todos los fines de semana, nos la pasabamos realmente bien. Pero un día que habíamos quedado para ir a un restaurante a cenar, no llegó. Espere pacientemente en nuestra casa hasta que una llamada entró a mi teléfono, aún recuerdo la fría voz de una señorita del otro lado de la línea informándome que mi esposo había tenido un accidente de tránsito del cual lamentablemente  no había  sobrevivido.

     Estaba escuchando su historia mientras mi corazón se sentía bastante oprimido, porque sabía en carne propia lo que era recibir una noticia de tal  magnitud por teléfono.  -lo siento tanto...
-No te preocupes, eso fue hace ya 7 años, aún me duele pero he aprendido  a vivir con esto. Sabes, tal vez uno es egoista, pero yo hubiese preferido que mi esposo  sobreviviera al accidente aunque tuviera que vivir con alguna discapacidad como Ángel. Con tan solo tenerlo a mi lado,  poder hablar con él, reirnos  como lo hacíamos siempre. Él era mi mejor amigo y cuando murió una parte de mi se fue también. 
-Tiene razón, los humanos podemos ser bastante egoístas. Cuando mi novio estaba en estado de coma yo le rogaba que despertara porque sentía que si lo perdía, todo mi mundo se derrumbaría. A veces pienso en si de verdad lo amo o tan solo es que no puedo aceptar vivir sin él-. Mire hacia  las paredes y enfoque  mi vista en una foto de Ángel donde estaba graduandose de la preparatoria.
-Puede que el egoismo no sea tan malo después de todo. Ese mismo sentimiento  te impulso a darle ánimos y quizá  fuiste de ayuda para que despertara, pero no solo eso, estoy segura de que lo amas porque se nota todo el apoyo que le haz dado. Sin que te des cuenta tu ayudas a que le den ganas de seguir luchando.

Amor en tiempos de tragedia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora