Capítulo 51: En tu regazo

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-Sandra-

El ambiente se volvía cada vez más hermoso conforme llegaban los meseros con los decorativos de la mesa y los platillos. Estaba totalmente sorprendida porque, verdaderamente no esperaba tener una sorpresa como esta. 

      —¿Esa es pizza tradicional con queso y champiñones? — mis ojos brillaron en ese momento, Ángel sabía que era mi favorita y amaba eso, amaba que  fuera el hombre más perfecto, amoroso y detallista que jamás hubiera conocido. Cualquier mujer de estar a su lado sería la persona más afortunada del mundo, y esa era yo, ahora mismo.

      —Por supuesto que lo es, sé cuánto la amas.

      —Gracias, de nuevo — dije cuando de pronto un mesero me interrumpió:  —señorita le ofrezco una copa de vino tinto —. Me quedé pensando un poco, yo no sabía mucho de vinos, ni nada de eso, mi paladar no era especialmente el más fino de todos, sin embargo la noche merecía ser celebrada con un poco de esta bebida  — Si por favor.

      —Yo también quiero un poco, por favor — lo escuche decir desde el otro lado de la mesa.

      —Amor, tú no puedes beber alcohol

      —Si puedo, hoy no tome mis medicinas

      —No es cierto, no digas eso — mi lado preocupon salió a relucir enseguida  —No puedes hacer eso, Ángel, ¿que pasa si te hace daño? y luego estamos lejos de tu casa o de cualquier hospital, oh dios.

      —Sandy, tranquila, es broma. Mi padre supervisó las medicinas que podía tomar al menos con una copa de vino, mi salud no está en riesgo en este momento. Además Martha la enfermera está aquí, por si las dudas, como medida de precaución. 

      —¿En dónde está que no la he visto?

      — Abajo, de hecho hay una habitación de cine, pero está al pendiente.

      —Menos mal, eso me deja un poco más tranquila — baje un poco la cabeza y después mire a mi novio, el cual tenía una sonrisa preciosa en el rostro  — no me veas así tonto, me preocupas.

      —Lo sé, y me gusta saberlo.

  

El momento de comenzar con los platillos había comenzado, la mesa estaba llena con pizza, crema de tres quesos, pasta, vino tinto, uvas, fresas, una tabla de quesos con jamón serrano, cortes de carne y puré de papa.  —Todo está delicioso — dije con la boca llena, Ángel me miró y quiso decir algo pero no pudo porque en ese momento el mesero le metió la cuchara con comida en la boca lo cual me hizo reir bastante y él solo me dio una mirada de enojo por burlarme.

       —Jamás había probado una pizza tan buena, ¿de donde es?

       —De un restaurante nuevo que descubrió mi hermana hace unos días, la llevó su novio.

       —No te escuchas feliz al decir la palabra novio — comencé a molestarle más con el asunto.

       —Ya lo tolero más, solo necesito asimilar que mi hermanita ya no es una niña que lloraba por todo y que cargaba a casa para que no se cansara. 

       —Ya te dije que siempre me ha parecido tierno lo bonito que siempre has tratado a Vanesa, es como una princesa para ti.

       —Lo es — hizo un gesto al pasar el bocado de comida  —y tú eres mi reina — ni piel se erizó al escuchar eso.

De pronto comenzó a sonar una hermosa canción, Ángel tomó el control de su silla y se dirigió hacia un lugar más despejado  —Bailemos — Sin pensarlo dos veces, me levanté enseguida, me pare en frente de él y me dijo  —sientate en mis piernas,  no las necesitas yo seré las tuyas.Comenzamos a dar vueltas al ritmo de la música y yo recargue mi cabeza a lado de la suya  —¿Estás contenta? — susurro en mi oreja lentamente, lo cual me hizo sentir sensible  —lo estoy…  — y en un solo movimiento presione mis labios sobre los suyos, fuertemente y con desesperación mientras la canción seguía sonando de fondo:

Amor en tiempos de tragedia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora