Capítulo 46: Alternativa

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~Ángel~

Sin darme cuenta mi ojos estaban perdidos en el gran ventanal de cristal que tenía enfrente de mí, a lo lejos se podían apreciar las montañas llenas de árboles y vegetación, el sol estaba en su máximo esplendor ya que era medio día. En este momento estaba recibiendo terapia con electroestimulación en mi cuerpo ya que con la pérdida de movilidad se trata de evitar una atrofia muscular total, lo cual según investigue podría traerme complicaciones metabólicas en un futuro, que por supuesto tratamos de evitar a toda costa. 

Mi padre ya me ha platicado mucho acerca de la importancia de combinar esta terapia con el ejercicio de fortalecimiento, lo cual sinceramente si he visto cambios ya que a diferencia de otros pacientes tetrapléjicos que he visto, mis músculos no se ven tan deteriorados. No todos tienen la capacidad de asistir a terapia de ningún tipo, lo cual me pone bastante triste a veces, porque me doy cuenta que gracias a las posibilidades de mis padres, es que mi calidad de vida es mucho mejor.

     —¿Entonces estos cablecitos pegados en tu piel, envían señales eléctricas a tus músculos?— mi novia observa con detenimiento cómo es que cada cierto tiempo se ven pequeños movimientos producidos por los electrodos en mi cuerpo. 

     —Algo así, ayuda a producir contracciones musculares que estimulan mis músculos, como lo haría una persona normal. 

     —Sirve para compensar una o varias funciones que se vieron alteradas por su lesión, por eso es que las colocamos de manera coordinada sobre diversos grupos musculares— la terapeuta se acerca a nosotros y comienza a explicarnos —Muchos estudios han comprobado su beneficio.

     —Es muy interesante— Sandy siguió mirando muy atenta.

     —De hecho, estaba hablando con tu padre, y con tu médico de cabecera— se dirigió hacia mi — sobre cambiar los electrodos más cerca del tronco y el pecho, con el fin de alinear tu columna vertebral y ver si será posible sacarte del collarín cervical que traes puesto, sé lo cansado que debe ser para ti usarlo todo el tiempo, también sé que es por que tu lesión es bastante alta y el control que tienes del cuello es casi nulo, pero necesitamos intentarlo.

     —Estaría dispuesto a cualquier cosa para sacarme esto del cuello, a veces me hace sentir tan atrapado, y cuando hace bastante calor me llega a picar en lo poco que siento debajo de mi barbilla.

     —Perfecto, les comentare acerca de eso y a ver que dicen. Además los electrodos pueden fortalecer tus músculos respiratorios, mejorando la ventilación y pudiendo ayudarte a toser de nuevo, con eso necesitarías ser succionado  menos veces a la hora de querer eliminar las flemas de tus vías respiratorias. 

     —¿Podría dejar el respirador?

     —No es posible, pero podríamos mejorar muchos aspectos sobre  eso— comenzó a escribir en su libreta —Bueno, la sesión de hoy ha llegado a su fin, te veo en dos días.

     —Gracias Dra.

Mientras me quitaban todos los dispositivos del cuerpo, seguí mirando alrededor, había muchas personas nuevas, rostros desconocidos de todas las edades —¿Estás buscando a tu amigo?— Sandra me dijo.

     —Cuando llegamos lo busque, pero al no verlo me resigne. Ahorita solo estaba viendo a los nuevos pacientes. Aunque…

     —¿Qué pasa?

     —Mira a esa jovencita de la esquina, la que lleva puesto un short blanco y medias negras.

     —Ya la veo, ¿la conoces?

     —Si, bueno, no. Nunca he hablado con ella, no puede hablar.

     —¿También tiene una lesión cervical?

Amor en tiempos de tragedia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora