Amor en tiempos de tragedia...

Capitulo 27: Bajo el mismo sol

//Hasta ahora, muchas cosas habían pasado en mi vida, desde hace un tiempo siento que he estado luchando constantemente para mantenerme feliz y tranquila, pero al parecer cuando uno piensa que las cosas no pueden empeorar, resulta que, como carcajadas en nuestros oídos, nos recuerdan que todo puede ser peor//

Cuando Fernanda se dió cuenta que Sandra no regresaba del baño, fue a buscarla porque le había preocupado que a su amiga le hubiese pasado algo. Lamentablemente sus sospechas se habían hecho realidad, ya que no la encontraron en ningún lado de la fiesta, parecía que nadie la había visto en el baño, era como si se hubiera esfumado en la nada. 

Marcos siguió buscándola mientras ella llamaba a su casa para saber si es que se había regresado con sus padres, pero por desgracia tampoco estaba con ellos: —Espera ¿me estás diciendo que mi hija no está contigo?— La voz de su madre se escuchaba bastante alterada al enterarse que Sandra había desaparecido.
     —Lo siento señora, estaba con nosotros... solo fue al baño un momento pero no la encontramos. No sabemos qué hacer. Marcos ya le avisó al dueño del lugar. Todos estamos buscándola en este momento. 
     —Ahora vamos para allá.
     —Lo siento de verdad... le aseguro que la vamos a encontrar.

Se la pasaron buscándola toda la noche, la desesperación se podía sentir en el aire, sus padres no pudieron esperar más tiempo para ir a levantar una denuncia de desaparición en la fiscalía. Alejandro había sido informado y ya estaba con ellos apoyándolos en todo.
     —¿Dónde puede estar, tu eres su amiga… no tienes alguna idea?
     —No tengo idea de donde puede estar, jamás había desaparecido de esta forma. Ella no lo haría, no tiene una razón— Fernanda comenzó a llorar, estaba muy asustada de no saber donde podría estar su amiga —¿Y si alguien se la llevó?... sabes que últimamente han estado desapareciendo muchas chicas en el país— Alejandro, su novio la abrazo fuertemente —esperemos que no sea así. 
     —Solo fue al baño, debimos acompañarla— Marcos se lamentaba mientras yacía sentado en el suelo con las manos en la nuca —Le fallé a mi amigo, yo le dije que cuidaría de su novia mientras pudiera y le fallé. 
     —Le fallamos los dos…— Fernanda se acercó a Marcos— pudimos haber evitado esta situación ambos. No cargues con toda la responsabilidad solo. 
     —No fue culpa de ninguno de los dos, estaban en una fiesta privada, se supone que había seguridad en el lugar— el padre de Sandra los interrumpió.
     —Lo siento señor, nunca imaginamos que esto iba a suceder.
     —No se preocupen muchachos. La vamos a encontrar— de pronto una licenciada de la fiscalía salió a buscar al padre de Sandra y se lo llevó con ella. Todos los demás se quedaron afuera viendo el amanecer de una fría mañana, los pequeños rayos del sol se asomaban entre las montañas —¿cómo le vamos a decir a Ángel?— Alejandro dijo mientras se mordía las uñas de las manos mostrando que estaba ansioso. 
     —No podemos decirle… que tal que se pone mal—Marcos se levantó rápidamente del suelo —es mejor que por ahora no le digamos nada…
     —Esperemos, igual y aparece en estas horas. ¿para qué indisponerlo tan pronto?
     —Pero si no aparece… tendremos que decirle. Va a estar muy enojado si sabe que no le dijimos nada.
     —Es por su bien. Tiene que entenderlo.
     —Tu ¿cómo reaccionarías si estuvieras en esa situación? —Fernanda le preguntó a su novio.
     —Me gustaría saberlo, porque te amo y si algo te pasa, yo me desesperaría mucho. Pero entiende que Ángel no puede hacer nada al respecto, decirle ahora…. — comenzó dando vueltas rápidas por el lugar —No sé qué es lo que debemos hacer. 
     —Yo tampoco…— El silencio del lugar se volvió cada vez más profundo, el ambiente era triste y frío. 

__________________________________

~Sandra~

Los rayos del sol atravesando agresivamente  mi rostro,  me despertaron, estaba un poco aturdida y desconcertada. Mis ojos recorrían la pared y la ventana vieja en frente de mi, la cual no reconocía, jamás había estado en este lugar —¿dónde estoy? — giré mi cabeza para ver mejor el lugar. Era un cuarto grande sin muebles, solo había una cama y una silla, la pintura de las paredes era bastante vieja, también olía fatal una especie de líquido  del suelo en el cual estaba tirado mi cuerpo. Intenté levantarme pero no pude hacerlo ya que mis manos estaban amarradas atrás de mí —Mierda— Lo poco que recordaba de anoche era que un tipo me había ensuciado con una bebida, fui al baño y luego… todo se volvió confuso, recuerdo que comencé a sentirme mal, después alguien me tomó de la mano y me llevó lejos. Por mi cabeza comenzaron a pasar todas las noticias de mujeres desaparecidas que después encontraron muertas, jamás pensé que mi vida iba a terminar así, en manos de un secuestrador, ¿qué haría conmigo?  ¿me vendería a un tratante de blancas? terminaría en otro país lejos de mi familia y las personas que amo, mientras soy vendida para satisfacer los deseos de hombres enfermos o quizá solo me violaría para al final matarme y dejarme en un bote de basura en las afueras de la ciudad, justo como la mala suerte de muchas jovencitas que he leído en los periódicos.