Amor en tiempos de tragedia...

Capitulo 3: Te veo pronto

El próximo viernes saldré de la cuidad en la práctica de campo que tanto había soñado por meses. Aunque esta sería la primera vez después de mucho tiempo que no iría con Ángel, también era la primera vez desde que estamos juntos que no nos veríamos en una semana completa, eso hacia que sintiera un hueco en mi estómago, de solo pensar que no estaremos juntos estos días, 《Que exagerada soy, solo son unos días y yo ya estoy armando todo un drama en mi cabeza. Pero estoy tan acostumbrada a estar con él que alejarme me esta pesando más de lo que creí, lo cual me aterra, ¿será que me volví dependiente de él...? No, claro que no, ambos hemos ido a reuniones solos, también cuando va a entrenar, no lo acompaño ya que yo tomo clases de natación. No somos dependientes uno del otro y por eso estos días ni siquiera los vamos a sentir. No nos afectará para nada》Estaba pensando mientras mi amiga me interrumpe: —¡Hey! Sandra, reacciona, préstame tu pluma.

     —¿Eh?— Mire a Fernanda desconcertada —¿Qué pasa?
     —Pasa que te perdiste en tus pensamientos y no me haces caso, necesito tu pluma tantito.
Suelto una risa y le doy lo que quiere, mientras entierro mi cabeza en la mesa y suspiro.

     —¿Qué pasa?, mañana sales a campo ¿no? Esa materia es increíble, yo también soñaba con ir pero no alcance lugar. Malditas inscripciones en línea.— hizo pucheros —¡ahg!... Bueno ya ni modos. Igual me alegro de que vayas, espero te diviertas mucho.
     —Claro que si, te mando fotos cuando tenga señal ya que al parecer no tendremos buena recepción, lo que implica que estaré casi incomunicada toda la semana.
     —¡Cierto! pues ni modos, cada que consigas señal nos mandas mensaje para saber que sigues viva y no te ha comido una ballena gigante.
     —Jaja lo haré.

     Nuestras clases del día habían terminado así que me despedi y me dirigí hacia la fuente porque allí era nuestro punto de reunión de mi novio y yo cuando terminaban las clases. Estaba revisando mi celular cuando sentí unas manos cubriendome los ojos. Pude sentir las masculinas y fuertes manos de Ángel por lo que sonreí: -Oye disculpa pero no puedes hacer eso, tengo novio.

     —Así que esta hermosa señorita tiene novio, no me importa, debe ser un perdedor.
     —Claro que no, es muy fuerte y guapo. Además juega americano, no creo que quieras meterte con alguien así.
     —¿Americano dijiste? Entonces debe ser un tipo muy cool jahaaa.
     —Hola bebé ¿como estuvo tu día?— Me voltee para mirarlo de frente, venía algo sonrojado por el calor, hoy el sol estaba bastante potente, pero ver sus mejillas sonrojadas me encantaba.
     —Muy bien y ¿el tuyo amor?
     —También,  nada nuevo, mas que Fernanda distrayendome en clase.
     —Lo de siempre.  Bueno, me alegra que esté todo bien, no me gustaría que te estreses, menos  ahora  que ya casi sales de campo—. Acarició mi mejilla y después me sonrió — ¿lista para irnos?
     —Si— Dije mientras coloqué mi mano sobre la suya —vamonos.

     Como un día cualquiera comenzamos a caminar al estacionamiento de alumnos donde Ángel dejaba su auto rojo, su padre se lo había regalado cuando entró a la Universidad. Desde que somos novios hace ya más de tres años, me lleva a casa en el. Pero he llegado a creer que le gusta llevarme a casa solo porque a veces mi madre lo invita a pasar y a comer. Mi madre lo quiere mucho, los dos se llevan muy bien y siempre me esta diciendo que mi novio es un buen chico; guapo y educado, que no puedo pedir más. Él realmente le agrada, lo cual me da mucho gusto.

     —Te cuidas mucho en campo, cada vez que tengas señal y puedas, mándame un mensaje por favor— Sus ojos se pusieron serios.
     —Claro que si. Te voy a echar de menos bebé... te amo.
     —Yo también te amo— Se acercó para darme un beso en la frente. Nos detuvimos en la puerta de mi casa, mi mamá salió y lo invito a pasar como de costumbre.
     —Buenas tardes suegra, le traigo a su querida hija.
     —Muchas gracias hijo, te lo agradezco mucho. Entra, hoy hice pan de elote, sé que te gusta.
     —Le tomo la palabra.
     —¿Cómo esta tu mamá?
     —Bien, bien, ya sabe algo ocupada con sus clientes. Ahora esta diseñando una casa en interlomas, es para una pareja de recién casados con bastante poder adquisitivo ya que quieren tener dos albercas en su casa.
     —¿Dos? ¿con una no les basta?— exclamó mi mamá algo sorprendida.
     —Cuando nos casemos y tengamos nuestra propia casa, solo tendremos 1 alberca, pero será enorme para poder practicar natación ¿verdad mi amor?— Dije mientras miraba a mi novio.
     —Claro que sí, le pediremos a mi madre que nos ayude con los planos— dijo siguiendome el juego mientras sonreía.
     —Espero que se casen algún día, yo estaría mas que feliz de saber que mi hija esta en manos de un buen hombre como tu Ángel.
     —Gracias señora. No la defraudaré, cuando llegue ese día, prometo que la cuidaré siempre.
     —Ay mamá, te amo. —Corrí para abrazar a mi madre, que tenía unas lágrimas asomándose por sus ojos, estaba realmente conmovida.

Muy pocas parejas a nuestra edad y en nuestra posición  tienen claras las cosas, yo antes de Ángel tambien era así, pero desde que lo encontré, sabía que querís estar a su lado siempre.

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Estuvimos un rato más platicando mientras cenabamos pan de elote, hasta que llego la hora de que mi novio se fuera. No lo queria dejar ir, pero no tenía de otra, mañana él tenia clases y yo tenía que arreglar muchas cosas para mi viaje, así que lo acompañe hasta la puerta y nos abrazamos como por cinco minutos seguidos, se me hicieron tan cortos.

     —Te veo en una semana mi amor—Escuchaba mientras observaba sus penetrantes y hermosos ojos verdes.
—Nos vemos el siguiente viernes querido.

Y se fue. Lo vi irse lentamente, hasta que lo perdí de mi vista.

Yo entré a mi casa de nuevo, ayudé a recoger la cocina mientras platicaba de mi día con mi mamá. Después me despedí y subí a mi habitación  para descansar pero yo no podía dormir, así que comencé a ver las fotos en mi galeria, tantas aventuras venían a mi mente. Estos últimos años han sido un sueño y ya pronto estaríamos titulados; mis amigos, mi novio y yo. Me emocionaba pensar en lo mucho que hemos logrado, estoy tan orgullosa.

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     Al siguiente día ya en camino a las afueras de la ciudad, me dormí en el camión de la facultad casi todo el viaje porque no pude dormir nada en la noche. Cuando por fin llegamos, tenía la boca reseca de tanto dormir, revisé mi celular y de verdad no habia señal, "solo en caso de emergencia" decía la pantalla de mi celular. ¡Que molesto! Pero ni modos, asi era esto de ser estudiante de biología.
     El profesor nos comenzó a indicar donde ibamos a dormir, comer y el área de trabajo. Justo ahorita comenzaremos a hacer los reportes porque iba a ser una larga semana, llena de trabajo y no teníamos tiempo que perder.

《Me pregunto que estarás haciendo ahora Ángel, mi Ángel...》