Capitulo 28: Infierno

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Carlos estaba mirándome mientras su boca se volvía de forma burlona cada vez más —¿Qué se supone que estas haciendo?, ¿secuestrarme… para qué?— mi voz se escuchaba algo ronca por dormir en el piso sucio y frío toda la noche.
     —La verdad es que— se comenzó a reír lentamente mientras hablaba —nada de esto salió como debía, pero era algo que si ya había comenzado, tenía que terminarlo.
     —Terminarlo… ¿qué estás diciendo idiota?, me secuestraste, no vas a salir impune de esto. Te van a encontrar y terminarás en la cárcel.
     —No lo creo, vivimos en un país corrupto y sabes, desde hace seis meses que debieron encontrarme, pero hasta la fecha sigo libre.
     —No estoy entendiendo lo que me estas diciendo, habla claro.
     —No sé si estés preparada para escuchar esto y ser mi cómplice— se levantó de la silla y comenzó caminando por toda la habitación en círculos, después se detuvo para echarme un vistazo y dijo— ¿Qué estarías dispuesta a hacer para proteger a la gente que amas?
Al escuchar sus palabras sabía que estaba metida en algo bastante grande, el tipo que tenía enfrente no solo era un simple acosador —¿De qué hablas?— pregunte con miedo, solo para ver la forma tan distorsionada en la que se comenzaba a reír otra vez.
     —Verás, tu no sabes nada de mí, de hecho nadie lo sabe, ni siquiera mi propio padre— se volteó para darme la espalda —mi padre fue presidente municipal cuando yo tenía quince años, todo iba bastante bien en mi familia puesto que la carrera política de mi papá se miraba brillante, hasta que un día mi madre tuvo problemas de salud. Visitamos bastantes hospitales para tener diferentes opiniones pero todos concordaban que era un soplo en el corazón que se arreglaría con tratamiento— comenzó sacudiéndose el cabello como muestra de la ansiedad  que le estaba ocasionando contarme su historia —Así que comenzamos a llevarla a uno de los mejores hospitales de cardiología, tenía citas constantes de revisión y un día— su voz se quebró —entro solo para que la checaran, y salió muerta.
     —Lo lamento… pero no sé qué tengo que ver yo con todo esto— en este punto estaba más confundida que nunca.
     —¡Tiene que ver todo!, después de la muerte de mi madre, mi padre se volvió vicioso al alcohol, se metió en muchos problemas. Todas las noches llegaba a casa completamente loco y me golpeaba hasta cansarse, en las mañanas se disculpaba y me llenaba de dinero, dinero que no quería ni necesitaba. Todo se fue a la mierda gracias a la ineptitud del médico que atendió a mi mamá ese día, estoy seguro que fue una negligencia que no quisieron aceptar porque ella estaba bien, estaba mejorando— poco a poco fue levantando la voz —¡El maldito doctor, padre de tu novio mató a mi madre!
     —No, no fue su culpa… todos los días muere gente en los hospitales, debe haber una explicación.
     —¡Callate!, mi vida se volvió un infierno y traté de superarlo, lo juro. Pero para mi desgracia, encontré a su hijo en la misma Universidad a la que decidí ir para convertirme en alguien en la vida, cuando me enteré de quién era el padre de tu novio, no pude sentir nada más que odio en mi interior. Todo empeoró cuando el puesto en el equipo de fútbol me lo ganó él, siempre teniendo mejores notas que yo en las materias. Incluso mi padre me comparaba con tu novio sin conocerlo, siempre me decía que era un vago, que podría ser mejor que el tipo que estaba siempre en las listas de excelencia —dio un puñetazo en la pared —siempre sonriendo, feliz, como si supiera que su padre y él nacieron para hacer de mi vida más miserable.
     —Estás completamente enloquecido, Ángel no tenía ni idea, todo es algo que tu cabeza imaginó, estoy segura de que jamás fue su intención hacerte sentir de esa forma.
     —Y después se quedó con la mujer —que me gustaba— se acercó para acariciarme el rostro. Al sentir su toque, un reflejo me hizo alejarme  —Estuve a nada de deshacerme de tu novio. Si su padre me arrebato lo que más amaba en el mundo, yo haría lo mismo, quitándole a su querido hijo.
Todo en mi cabeza comenzaba a dar vueltas, ahora todo tenía sentido —Tu… tuviste que ver algo con el accidente— las palabras salieron de mi boca con rabia.
     —Si— se alejo de mi y me volvió a dar la espalda — No podía soportar ver su vida feliz, con grandeza académica, con la novia que yo quería, el puesto en el equipo que debía ser mío, con una madre a su lado y un padre asesino que lo amaba tanto como para regalarle un carro del año. ¡Lo odio!, lo quería muerto. Así que todo el dinero que mi padre me daba después de golpearme por años, me sirvió para conseguir quien propiciara el accidente perfecto.
     —Cómo pudiste… ¡Arruinaste su vida!, Ángel no se merecía eso, sabes, lamento todo lo que tuviste que vivir, pero mi novio no es culpable de nada, eres tú quien lo está haciendo pagar por algo que no hizo.
     —Eso no me importa ya, lo quería muerto y sé que con eso me iba a sentir mejor.
     —Estás enfermo, déjame ir, necesitas ayuda, yo puedo ayudarte. Podemos contarles todo lo que haz pasado, tu padre es culpable de dañarte a este punto, aún puedes solucionar las cosa…
     —¡No quiero tu ayuda ni la de nadie!— se notaba bastante agitado —Pensé en ir a matarlo en el hospital, pero después me enteré que había terminado paralizado y sabes que. me sentí mejor. No estaba muerto pero al menos sufriría toda su vida, sentiria la desesperación y la maldición de vivir una vida que no pidió, como yo— me levantó del suelo con un solo jalón, apretando fuertemente mi brazo —Pero tú, maldita perra, estuviste a su lado, apoyandolo y ayudandolo, lo haces feliz, tanto que no le importa la vida miserable a la que lo condené. Entonces toda la felicidad que tenía se volvió a ir por tu culpa.
     —Suéltame, me estas lastimando.
     —¿Por qué seguiste con él? Él ya no te puede satisfacer, ni siquiera te puede cuidar, mirate, donde estás, tu novio ya no sirve para nada.
     —Cierra la boca, todo lo que está pasando es tu culpa — lo mire a los ojos con todo el odio que estaba sintiendo por él —pero a pesar de todo lo que le haz quitado, él siempre será mejor que tu en todo, Ángel jamás tomaría venganza ni le arruinaria la vida a otra persona solo porque su vida es una mierda, por eso lo amo, algo que tu jamas vas a tener.
     —Si no es por las buenas, será a la fuerza entonces.
     —¿Q..ué?— yo intente con todas mis fuerzas evitarlo pero tenía los pies y ambas manos amarradas —No por favor, ya haz hecho demasiado daño… déjame ir.
     —Te dejaré ir después de hacerte mía para recordarte que elegiste a la persona equivocada, pudiste amarme a mi y no a ese maldito tronco.
     —No le digas así— cómo pude extendí mi cabeza para morderle el brazo, como una forma de defensa pero todo fue en vano, no iba a poder detenerlo.

Amor en tiempos de tragedia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora