Luego de haber escuchado esa conversación, mi padre volvió a hablar:
—Ve a ver si Kiae ya se durmió, tengo que hacer un par de llamadas —le ordenó a Neill.
Yo corrí y me encerré en mi habitación.
Mi corazón latía fuerte.
Me sentía hambrienta de explicaciones, de respuestas.
Mi padre me ocultaba cosas, y Neill era su cómplice.
Pero, ¿era malo? o ¿solo lo hace para protegerme?
¿Protegerme de qué? o ¿quién?
Cerré mis ojos un momento, tratando de tranquilizar mi acelerado corazón, y en un vago intento de parar de pensar.
Los pensamientos y las preguntas invadían mi pequeña cabeza.
Abrí mis ojos, y ahí se encontraba Hug. Recostado a la pared, traía consigo un lápiz, el cual pasaba por todos sus dedos hábilmente.
Aunque esta vez se veía diferente. Su cuerpo era unos centímetros más alto.
—Entonces... —dijo, empezando a caminar por toda la habitación—. ¿Ya sabes que tu padre esconde cosas?
¿Cómo él sabía eso?
Lo miré confundida. Sin saber a qué venía su pregunta.
—Tú qué sabes.
—Más de lo que puedes imaginar —expresó.
—Entonces dime qué es lo que está pasando —pedí.
—No puedo hacer eso, no me corresponde —Suspiré, resignada—. Algo sí debes saber. Y es que tienes que tener mucho cuidado, que las personas parezcan tener buenas intenciones contigo, o que aparenten ser buenas, no quiere decir que en verdad lo sean.
Eso me dejaba aún más confundida.
—Aplica para ti también, supongo —comenté.
—Si así lo quieres ver...
—Es lo que me estás diciendo —le interrumpí.
Él negó con uno de sus dedos índices.
—Solo te advierto de lo que pasa a tu alrededor, y que debes tener mucho cuidado con las personas —explicó—. Claro que tú misma te darás cuenta quién en realidad es la más honesta. Hasta luego, Kiae.
Iba a traspasar la pared, pero en un movimiento rápido me acerqué a él y tomé el saco de su cabeza en un salto. Lamentablemente no pude ver su rostro ni nada ya que la luz repentinamente se fue.
—¡Maldita sea! —expresé sin alzar la voz.
Todo quedó a oscuras y Hug tomó mi cuerpo hasta apoyarme en la pared. Un respingo se escapó de mis labios y solo podía sentirlo muy cerca, tan cerca que el ambiente se tornó muy tenso.
Él se movía lentamente que pude deducir que se estaba inclinando hasta mi altura.
Podía sentir su respiración en mis labios. De pronto sus ojos se iluminaron de un color rojo, como la sangre. Tragué grueso. Estaba inmóvil, aquellos ojos me hipnotizaron en plena oscuridad.
Me miraba fijamente, pero sentí que los bajó a mis labios.
No tenía ni idea del porqué, pero tenía unas impulsivas ganas de besarlo.
Podría sonar enfermo o no lo sé, pero él estaba despertando deseo en mí. Y ese sentimiento me dejaba descolocada.
Sentí cómo se acercaba poco a poco hasta que nuestros labios apenas se rozaban. Como una caricia diminuta. Ese simple roce fue eléctrico, como si avivara cada parte de mi cuerpo.
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Are
Science FictionKiae, una chica curiosa, cuya intriga la llevará a un mundo totalmente distinto... -Desde las sombras. Siempre visualizaba una silueta, la cual me seguía a todos lados... Y aún lo hace. ¿Acaso estoy loca? ... Un chico, que dice llamarse Are. Es de o...