Are se acercó y tomó la foto.
La miró extrañado, como si no se acordase de ese momento.
—¿Eres tú, no?
—Sí —respondió, pensativo.
—Are... ¿Hay algo que no me hayas dicho?
El ambiente se tornó misterioso.
Él se había quedado sin palabras, no lograba formular una letra siquiera.
—¿Are? —volví a hablar.
—Conocí a tu madre... —fue lo primero que salió de sus labios.
—¿Por qué no me dijiste nada?
Are se sentó en una silla que había cerca y me miró. Su rostro era totalmente inexpresivo.
—Conocí a tu madre porque ambos éramos reyes, y debíamos tener reuniones frecuentes para informarnos de la situación de cada lado de Obsiris —explicaba, mirando un punto fijo en la nada—. Un día, tuve que venir a una reunión aquí. Ella dijo que no podía asistir a las reuniones durante unos meses y que lo mejor era que no me tomara la molestia de venir, pero aún así vine porque quise almenos dejarle mi reporte.
》Ella y yo éramos muy buenos amigos, teníamos una química de amistad inigualable, pero cuando llegué, ella no se lo esperaba. Todo el castillo estaba vacío. No había personal. La única persona que rondaba, era la bruja personal de Kaia.—¿Qué había pasado? —pregunté.
Are suspiró antes de seguir hablando.
—Ella estaba embarazada, mi asombro fue tan grande que parecí quedar en shock —relató, sonriendo—. Nadie sabía que la reina ya había encontrado su sangre correspondida, y mucho menos que estaba embarazada, pero la verdad era que no la había encontrado aún, y que ese embarazo era de un humano.
》Desde que entré a la habitación, sentí el olor de su sangre, pero fuera de ese olor había otro muy peculiar y atractivo. Despertó algo en mí que jamás había sentido, un instinto de protección.—¿Era yo?
—Sí, eras tú. —Sonrió tiernamente—. Tu madre de inmediato me dio todas las explicaciones y me pidió total discreción. Ambos junto a la bruja metimos la mano al fuego por ti. Ella estaba esperando tu llegada ansiosa.
》Era muy tierno verla hablándole a su pequeña barriguita, hasta cuando naciste. Tuve que darle apoyo porque la bruja era la que se encargó de traerte al mundo. Nadie más lo sabía. Nadie.
》Entonces, fue cuando te vi por primera vez. Eras una cosita tan pequeña y hermosa, que lloraba de ternura con solo verte a los ojitos. Fue cuando supe que eras mi sangre correspondida. No quería separarme de ti, y aproveché que tu madre tenía demasiados asuntos pendientes para poder quedarme contigo todo el tiempo.Sonreí al escucharlo contar todo esto.
—Sí, eras solo una bebé, pero ya teníamos un detino predicho. La diversión se acabó cuando ella quiso enviarte con tu padre...
Narra Are...
—Are dame a la niña que tengo que llevársela a su padre lo antes posible —pidió Kaia, pero me rehusaba rotundamente.
—No. Ella está bien aquí con nosotros —dije, apretujandola un poco.
—No Are, corre mucho peligro.
—Yo la cuidaré... —me ofrecí.
Kaia suspiró con cansancio.
—No podremos ocultarla por mucho tiempo, y ya tengo un plan...
—¡No vas a llevártela, Kaia!
—¿¡Cuál es tu problema, Are!?
Iba a responder, pero la bruja nos interrumpió.
—La niña es su sangre correspondida —soltó.
Kaia entonces me miró confundida.
—¿Es cierto? —preguntó, como si no lo creyera.
Asentí.
Pareció no poder asimilarlo durante unos segundos, pero luego habló...
—Solo será un tiempo. Ella estará bien —aseguró.
—Bien, pero iré a verla todo el tiempo —cedí a regañadientes.
Ella asintió y tomó a la niña.
Cuando cayó en brazos de su madre, rompió en llanto.
—Va a sentir mi ausencia... —comenté, en un tono de voz muy bajo.
Me dolía separarme de ella, pero no tenía otra opción. Ahora solo podría verla desde lejos.
Narra Kiae...
—¿Y qué sucedió luego? —pregunté.
La curiosidad se estaba desbordando de mis poros.
—Luego, ella encontró su sangre correspondida y quiso irte a buscar donde tu padre, pero éste se rehusó.
》Tu madre nos lo informó y juntos hicimos un plan. Yo te buscaba, te tranquilizaba con el aroma de mi sangre para sacarte tranquilamente de la casa, mientras que ella lo distraía. En ese momento ella ya sabía que él era un cazador de obsirios.—¿Cazador de obsirios? ¿De qué se trata?
—Para ese entonces, ellos eran un grupo enorme, y se dedicaban a cazar obsirios para vender sus sangres y poder hacer pociones con ellas, pero yo mismo me dediqué a saber el paradero de cada uno de ellos, y a cada uno le di su castigo.
—¿Y a mi padre por qué no?
—Porque era tu padre —explicó—. Cuando estaba afuera, esperando la señal de tu madre para irte a buscar, esperé demasiado tiempo, y supe que algo no andaba bien. Si tan solo hubiese entrado de una vez, ella estuviese aquí aún.
》Cuando entré a tu habitación, ahí estabas. Te sostuve en mis brazos y sonreíste, en ese momento fui el obsirio más feliz de todo el jodido universo.
》Pero un ruído proveniente de abajo, me alarmó. Te dejé en tu cuna (fue el error que nunca debí cometer) y bajé a averiguar de qué se trataba. Y fue la escena más espantosa que presencié.
》Era tu padre, con un cuchillo en su mano y tu madre yacía inerte en el suelo. Te juro que quise bajar y arrancarle la cabeza, pero en ese momento, aparecieron muchos hombres con arcos apuntandome. Estaban dispuestos a matarme.No podía creer lo que estaba escuchando.
¿Tan cruel fue que no le importó dejarme sin madre?
—No me importaba morir, pero quería que estuvieras bien...
—¿Y qué pasó?
***
Sin nada que decir.Me despido💖
Atte: Autor Anónimo.
ESTÁS LEYENDO
Are
Science FictionKiae, una chica curiosa, cuya intriga la llevará a un mundo totalmente distinto... -Desde las sombras. Siempre visualizaba una silueta, la cual me seguía a todos lados... Y aún lo hace. ¿Acaso estoy loca? ... Un chico, que dice llamarse Are. Es de o...