*En esta parte, nos ubicaremos después de la noche en la que Kaia (madre de Kiae) fue asesinada y Are estaba devuelta en Obsiris*
La ira recorría mi cuerpo con intensidad, como si quisiera salir y terminar el trabajo que debí haber hecho hace unas horas.
—¿De verdad haremos esto? —preguntó Nua.
—¿Vas a ayudarme o no? —le pregunté, empezando a molestarme.
—Sí, voy a ayudarte, está bien.
—Pero todo quedará entre nosotros, no queremos que nos descubran...
—Claro.
Nua se encargaría de la administración de mi reino las veces que yo iría a vigilar a Kiae.
—Y si nos descubren...
—Cambiamos de papeles, pero ten en cuenta muy bien esto, Nua —advertí—. Su olor es muy exquisito, lo cual puede hacerte salirte de tus cabales o perder el control de tus acciones...
—¿Hasta hacerle daño?
—No porque sé que te sabes controlar, pero te deja embobado, y si eso pasa, eres vulnerable.
—Entiendo.
Terminando esa conversación, me fui a ver a Kiae y asegurarme de que todo estuviera bien, sabía que lo estaría mientras su padre la amara, pero no quería que la contaminara con la estúpida organización que tenía.
Me aseguraría de que su parte obsiria siguiera ahí dentro de ella. Mi cercanía podía lograrlo.
Verla reír y campante me daba tranquilidad.
...
15 años después...
Hoy cumplía sus quince años, estaba grandisima.
Mi paciencia seguía intacta, la esperaba con muchas ansias. Quería instruirla, enseñarle el mundo al que pertenecía.
Me preocupaba porque ella siempre sentía que no pertenecía al lugar en el que está, pero me consolaba la idea de que obviamente esa era su sangre obsiria haciendo de las suyas al sentirse en un lugar ajeno al que pertenece.
Había crecido tan rápido que no me había dado cuenta. Aunque muchas veces me dolía el tener que estar entre las sombras cuidandola, pero supongo no sería así por siempre.
En este momento me encontraba en Obsiris, ideando desde ya un plan para atraerla a este mundo y despertar la obsiria que lleva dentro.
—¿Estás seguro, Are? —preguntaba Nua. Al único en quien podía confiar.
—Sí, Nua. Les diré que mi sangre correspondida es una humana.
—Estás loco, papá enloquecerá —dijo entre risas.
—Nunca le importó lo que yo sentía, ¿por qué debe importarme lo que sienta él? —ironicé.
—¿Porque es tu padre? —contestó mi madre entrando inesperadamente a mi despacho.
—Mamá —me sorprendí.
—¿Así que por eso has estado un poco ausente, Are? —Detrás de mi madre, apareció mi padre.
Suspiré pesadamente.
Carajo.
Esto iba a empeorar las cosas.
—¿Por eso has descuidado tanto tu mundo? —preguntó, con molestia.
—Tengo mis razones...
—Una destinada humana no es suficiente razón para que hagas semejante cosa —argumentó.
—Sí lo es, lo es para mí...
—Si el mundo se enterara no pensaría lo mismo... —amenazó.
—¿Me estás amenazando, padre?
—Tómalo como quieras, pero esto puede ser el inicio de tu perdición. Porque si esto sigue, Nua será el que tome tu puesto...
No podía permitirlo. Nua no soportaba la idea de ser rey, lo aborrecía con creces por las miles de responsabilidades que eso conllevaba.
—Y créeme querido hermanito, yo sin dudarlo tomaré ese puesto —dijo, con seguridad y picardía.
—Olvídate de tu sangre correspondida, es lo mejor para todos —recomendó.
La ira creció en mi interior como lava ardiente, pero lo que menos necesitaba en estos momentos era una pelea fuerte con mi padre. Tenía que convencerlo de que él tenía razón.
—Bien —contesté, resignado.
Mi padre esbozó una sonrisa de triunfo, y se acercó a mí para colocar una de sus manos en mi hombro y decirme:
—Ya verás que una simple e insignificante humana no hará falta en tu vida mi querido hijo —dijo.
Lo miré como si fuese el ser más despreciable que puede existir y aparté su mano de mí.
—Vete. Quiero estar solo —ordené, con fingida tranquilidad.
Ambos asintieron y se fueron.
A los segundos, Nua se asomó para asegurarse de que no hubiera nadie y volvió a mí.
—¿Qué tal mi papel de: si papi, me muero por ser el rey, que Are se joda, jaja —comentó, haciendo burla.
Pero yo no estaba para bromas. Mi padre me había amenazado, nunca lo había hecho hasta hoy. Y me preocupaba de lo que él fuese capaz.
—¿Are? —la voz de Nua me sacó de mi trance.
—¿Si?
—Ahora debemos intercambiar papeles —dijo.
Asentí en respuesta y así fue.
Él empezó a ir con Kiae, y yo me hice ver con más frecuencia en Obsiris para que todos vieran que estaba pendiente a mi responsabilidades.
Algunas veces la iba a ver, y sentía que cada vez estaba más grande y se veía diferente. Ella estaba cambiando, estaba empezando su desarrollo.
—Nua, ten mucho cuidado... —advertí.
—No te preocupes, lo tendré.
Justo cuando cumpliera su mayoría de edad, emplearía mi plan para atraerla. No debería haber ninguna falla. Todo iba a salir perfecto.
<><>
Todo perfecto, ¿eh?👁👁Me despido💖
Atte: Autor Anónimo.
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Are
Science FictionKiae, una chica curiosa, cuya intriga la llevará a un mundo totalmente distinto... -Desde las sombras. Siempre visualizaba una silueta, la cual me seguía a todos lados... Y aún lo hace. ¿Acaso estoy loca? ... Un chico, que dice llamarse Are. Es de o...