De aquí para allá me la pasaba.
Demasiado ajetreo.
Resolviendo unos asuntos del reino, los preparativos para mi boda...
—¡Ahí no van las flores! —reprendí a una trabajadora doméstica al ver que colocaba las flores en el piso.
—Disculpe majestad, es que el salon está lleno de ellas...
Demonios.
Mi temperamento había cambiado demasiado.
Podía sentir que cualquier cosa me molestaba.
Miré la sala de estar, habían muchas personas trayendo demasiadas cosas.
Sentía que iba a volverme loca.
¿Dónde demonios estaría Are?
—Señorita Kiae. —Era Susi—. Ya llegaron los vestidos.
Sí, los vestidos.
Aún no había elegido mi vestido de bodas.
Seguí a Susi hasta un pequeño saloncito.
Ahí se encontraban los vestidos, ni siquiera podía contar la cantidad, pero eran demasiados.
—Todos hechos solo y exclusivamente para su elección —informó Susi.
Respondí con un asentimiento de cabeza.
Y a eso me dediqué el resto de la tarde.
Los vestidos eran hermosos, sería una difícil elección, pero tenía que hacerla. Y con la ayuda de Susi, pude elegir el vestido que se ajustaba a mí.
—El rey Loen llorará al verla tan hermosa...
—No estoy tan segura —dije.
—Confíe en mí, haré que sí o sí él llore de emoción al verla tan radiante y espléndida. Ese será mi objetivo —aseguró.
Me encantaba el entusiasmo que Susi demostraba ante su trabajo. Y la pasión que en cada uno de ellos dejaba era simplemente arte.
Nunca había conocido a alguien tan entregada como ella a su pasión, a su talento. Un talento que sin duda aprovechaba al máximo.
—Susi, muchas gracias por todo lo que haces y cómo lo haces.
Ella sonrió.
—Lo hago con amor, y para eso estoy, para servirle —respondió, con dulzura. Como si sus palabras salieran de lo más profundo de su corazón.
Le brindé una sonrisa tranquila.
Fuera de ser mi estilista y maquillista, se había vuelto una gran amiga, una buena consejera y cálida compañía. No podía pedir más.
...
—Luego de casarnos, tendremos muchos hijos —comentó Are, emocionado.
Lo miré como si hubiese dicho algo imprudente.
—Me imagino que sí —contestó la madre de Are.
Ella se despidió de ambos y se retiró.
—¿Estás loco? Aún no quiero tener hijos —confesé.
—Aún tenemos muchísimo tiempo para eso, pero de que tendremos... Debemos dejar herederos a los tronos.
"A los tronos."
Era verdad. No podía llevarle la contraria.
Uno solo no podía encargarse de toda Obsiris, es un trabajo demasiado pesado.
Sí.
Había un pequeño detalle que estaba olvidando...
—Are... —susurré cuando íbamos caminando hacia nuestra habitación—. ¿Qué pasará cuando nuestras sangres se unan?
Él se detuvo un momento y me miró con atención.
—No lo sé. —Se encogió de hombros—. Habrá que averiguarlo.
Aquella profecía era cierta. Entonces, ¿qué pasaría?
La curiosidad empezó a calar en mi piel y mis pensamientos.
Suspiré, dejando salir todo el aire de mis pulmones.
Ya llegaría el momento de saber lo que pasaría, y tenía que ser paciente. Y sobre todo, estar preparada.
Pasado mañana sería mi boda y mañana iríamos donde la que era la bruja personal de mi madre, para que ahora fuera la mía.
Aún en mi cabeza rondaba la idea de devolverle la divinidad al Dios supremo.
Me parecía fantasioso. ¿Cómo era posible algo así?
De pronto, sentí una ráfaga de curiosidad por algo que me pareció muy curioso al principio de mi llegada aquí.
—Are... ¿Qué sucedió con la habitación llena de fotografías mías?
Él sonrió, como si recordara algo.
—Está en Lei, aún la tengo. ¿Cómo es que no me preguntaste eso antes? —dijo.
—No lo sé, supongo que tenía demasiadas cosas en la cabeza.
—Bueno, me obsesioné contigo, ya sabes cómo funciona eso... Mientras te veía caminar por ahí, tomaba fotos y las coleccionaba, pues... Esa habitación era mi lugar de paz y tranquilidad, hasta que llegaste aquí.
Nunca imaginé que alguien pudiera estar observándome desde lejos durante toda mi vida. Aunque suene algo perturbador, ahora lo entiendo. Ahora soy una obsiria, y puedo entender porqué Are hizo lo que hizo.
Todo siempre pasa por algo, y definitivamente este era mi destino, y me gustaba apesar de ser un cambio tan drástico. Pero lo aceptaba.
Resistirme a esto, era luchar contra corriente, así que lo mejor era dejar que el destino hiciera lo suyo.
***
Hola :)
¿Cómo están?Ya casi nos acercamos al final...
Me despido💖
Atte: Autor Anónimo.
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Are
Science FictionKiae, una chica curiosa, cuya intriga la llevará a un mundo totalmente distinto... -Desde las sombras. Siempre visualizaba una silueta, la cual me seguía a todos lados... Y aún lo hace. ¿Acaso estoy loca? ... Un chico, que dice llamarse Are. Es de o...