Dos años.
Dos años llevo encerrada en mi propia casa, en mi habitación.
Sentía que me estaba volviendo loca.
Al principio solo buscaba la manera de escaparme, pero era inútil.
Mi padre colocó hierro a todas las ventanas y puertas, como si fuese una maldita cárcel.
Todo el maldito tiempo tengo a Neill con el ojo encima.
Y si salgo de la casa, es con diez hombres a mi lado.
Me siento tan gris.
Mi padre contrató a profesores para que vinieran a casa y me dieran las clases aquí. Y apesar de que todas las salidas estan cerradas y rodeadas de hierro, hay dos hombres en cada una.
Esto es un verdadero infierno.
He tratado de mantenerme cuerda, pero cada día es más difícil.
Más cuando no tienes amigos, ni familiares.
Mi padre todo el tiempo se la pasa en su despacho encerrado. Me evita a toda costa porque piensa que le pediré explicaciones, pero desde hace mucho que ya me da igual.
No volví a saber de Hug, y lo extraño, después de todo, él me hacía compañía algunas veces, pero ya no volvió más.
En estos momentos me encontraba sentada en el comedor, sola, cenando.
Ya me había acostumbrado a esta soledad, de alguna u otra manera me empezó a gustar, pero siempre sentí la necesidad de estar acompañada, de sentirme querida, de tener a alguien a mi lado acompañándome.
Supongo que porque no disfruté mi adolescencia como debería. Y ya no sé que hacer.
Todo se resumió a una rutina exacta.
Levantarme, comer, estudiar, comer y dormir.
En estos dos años, logré terminar toda la biblioteca de la casa.
Me sentía vacía y muy sola.
Vi todas la películas que habían en el salón de juegos.
Mi padre me compraba cosas que hacer, pero yo no quería usar ni hacer nada hasta que me diera una explicación, pero sus palabras solo eran: "Es por tu bien."
Me resigné.
Me rendí.
Terminé mis estudios, y ni siquiera pude asistir a mi fiesta de graduación.
Cumplí mi mayoría de edad hace unos días, y creí que ya podía irme y hacer lo que quisiera, pero no fue así.
Redobló la seguridad y al personal.
Ya no veía la luz al final del túnel.
Pero como dicen, cuando crees que todo está perdido, ves esa soga que sabes que te sacará de ese hoyo.
Yo tenía todo preparado, una maleta con la suficiente ropa para escapar, todo los utensilios y comida seca que me ayudaría a sobrevivir en el inmenso y profundo bosque.
Lo único que faltaba, era una oportunidad, solo una, sé que la aprovecharía.
Al terminar de cenar, subí a mi habitación, encontrando frente a mi puerta a Neill.
—¿Qué quieres? —pregunté, hastiada.
—Hablar contigo de algo muy importante, pero tu padre no puede saberlo —dijo, en voz baja.
Eso me interesa.
—Pasa.
Ambos nos sentamos en el pequeño silloncito que había dentro de mi habitación.
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Are
Science FictionKiae, una chica curiosa, cuya intriga la llevará a un mundo totalmente distinto... -Desde las sombras. Siempre visualizaba una silueta, la cual me seguía a todos lados... Y aún lo hace. ¿Acaso estoy loca? ... Un chico, que dice llamarse Are. Es de o...