Me encontraba caminando por el jardín con Are, mientras hablábamos de cosas triviales.
—Ojalá me hubiesen tocado padres como los tuyos... —comenté, recordando toda la relación que tuve con mi padre.
—No. Preferirías a tu padre que al mío... —Esbozó una sonrisa nerviosa—. Mi padre y yo no tenemos una buena relación. Él es una persona muy complicada en todos los sentidos. Y la única que puede ver más allá de toda esa barrera de amargura y frialdad es... Serei, mi madre.
Serei... Con que así se llama ella.
—¿Qué pasó con tu padre? Si puedo saber...
—Sí puedes, pero por ahora no te lo diré —dijo—. ¿Cómo vas con tu entrenamiento? ¿Ya te conectaste con tu sangre?
Sonreí.
Es muy lindo, ¿verdad?
Y sí.
Asentí.
—Solo necesito controlarla, a veces se me sale de control. —Suspiré, recordando lo que pasó con la rubia el otro día—. ¿Cómo será eso de tomar el trono? —Cambié el tema, para que no se notara mi nerviosismo.
—Bueno, cuando logres una altura de 1.95 empezará el proceso. Te tomarán muestras de sangre y te harán algunas pruebas para estar cien por ciento seguros de que eres la heredera al trono.
Si no me equivoco, hasta el día de hoy mido ¿1.90?
Mides 1.93, ayer al tomarte ese trago de sangre, mientras descansabas, crecías. Por ese motivo te desmayaste. Exceso de ricura... no es cierto. Mi poder causó ese efecto.
Guao.
—1.93, es lo que acaba de decir mi sangre —informé.
Él asintió.
—Hay que ir diciéndoles al consejo que prepare el proceso, si estás lista.
Sí. Ese era el otro asunto.
¿Realmente lo estoy?
Confía en mí, ya lo estás, desde que naciste.
—Estoy lista —afirmé con seguridad. Aunque en el fondo tuviese cogida de miedo.
Ahora que lo veía mejor, ya casi estaba a la altura de Are.
—¿Cuánto mides tú? —me atreví a preguntarle al "saco de bestia."
—2.20m —Mierda—. Todos los obsirios miden 2.0, los nobles miden 2.05, la realeza mide 2.10 y los reyes, en este caso tú y yo, medimos 2.20
Abrí mis ojos en sorpresa.
—¿Y qué edad tienes? —pregunté, esperando temerosa su respuesta.
—25 años, durante 155 —Carajo.
Tragué grueso.
¿Yo llegaría a tener esa edad?
Era sorprendente como alguien que aparenta 25 años, ya tenga todo un siglo vivido y aún así seguir intacto físicamente.
Seguimos nuestra caminata, hasta que llegó la hora de ir a mi entrenamiento.
—Tengo que irme, nos vemos luego —dije, empezando a caminar.
—Hey. —Llamó. Volteé a mirarlo—. ¿Te vas a ir así nada más?
Su rostro dibujó una mirada coqueta.
Hundí mi entreceja y le respondí:
—Sí.
Él soltó una pequeña risilla de: eres un verdadero caso.
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Are
Science FictionKiae, una chica curiosa, cuya intriga la llevará a un mundo totalmente distinto... -Desde las sombras. Siempre visualizaba una silueta, la cual me seguía a todos lados... Y aún lo hace. ¿Acaso estoy loca? ... Un chico, que dice llamarse Are. Es de o...