The Bathroom.『Jakeki』

Thirteen.

—¡No te creo!

—¡Te lo juro, Niki! ¡Por mi jardín de flores!

El rizado se lanzó en su cama boca arriba y empezó a reír a carcajadas, acariciando su estómago tontamente lleno de helado de fresa que recién habían comido.

—Al parecer el odioso sí te correspondía desde hace tiempo y tú ni cuenta te dabas. —mofó, acostándose sobre su costado para mirar al peliblanco comer de su helado.

—Le dije que éramos muy lentos y yo tomé la decisión de besarlo —comentó Sunwoo con una sonrisa en sus mofletes tiernamente abultadas—. Desde ese entonces empezamos a salir y oficialmente somos novios.

Riki parpadeó varias veces sorprendido, tomando una galleta oreo que había a un lado de cama, metiéndola en el frasco de mantequilla de maní para luego llevársela a la boca.

—Vaya, fueron rápido —masticó la galleta y lamió sus dedos algo llenos de crema de maní—. ¿Y ya cogieron?

Los mofletes de Sunwoo se encendieron de un vivo carmesí y escondió completamente su rostro en su frasco de helado gigante, haciéndose el que no escuchó nada.

—¡Niki! ¿Por qué preguntas ese tipo de cosas?

—Porque eso hacen las parejas, Sunoo —respondió riendo—. ¿No ves a Jay-hyung y Jungwonnie-ssi? Tendrían todo un equipo de fútbol de no ser porque son hombres. —comentó con ironía.

Sunwoo sacó su cabeza de su tarro de helado y miró mal a Riki, quien seguía comiéndose el paquete entero de galletas con mantequilla de maní sin dejarle nada.

—Sí.

—¡Ay, no puede ser! ¡Mucha información para mí! —exclamó, llevándose una mano a la boca sin creerlo—. Ya va, déjame reiniciar Niki-exe, se me cayó la señal de Internet. —bromeó, tirándose nuevamente en la cama como un muerto.

Sunwoo le golpeó el estómago al ver que Riki hacía eso que siempre hacía cuando tenía mucha información que procesar y, por fingir estar muerto o dormido, termina realmente durmiéndose.

—¡Niki! ¡Estamos hablando!

—Sí, ya sé, pero es que CANTV a veces se cae —comentó Riki, volviendo a sentarse correctamente en la cama—. ¿Cómo fue? A ver, a ver, cuéntame. Somos mejores amigos.

—No te voy a dar una imagen pornográfica si es lo que estás buscando, cochino. —refutó Sunwoo, mirando mal a su mejor amigo a un lado de la cama.

—No estoy buscando ninguna imagen pornográfica, idiota, sólo quiero saber que tal fue —dijo Riki, echando un mechón rizado de su cabello hacia atrás—. No te vas a quedar con alguien que no funciona bien, ¿o sí?

Las mejillas regordetas del peliblanco se tiñeron de un fuerte color rojo, desviando la mirada hacia la ventana panorámica de la habitación, avergonzado.

—¿Crees que aceptaría ser su novio si no me hubiera gustado?

—¡Pillo! ¡Descarado! —gritó Riki, empujando hacía un lado al peliblanco—, ¡¿no te da vergüenza dar el tesorito así nomás?!

Sunwoo miró mal a Riki y también le dio un empujón, para seguir comiendo de su helado que estaba a nada de derretirse.

—¡Tú fuistes quién preguntó, idiota!

—Bien, bien —se rindió el rizado, rodando los ojos—. Sigamos comiendo, antes de que mi hermano se dé cuenta que le robé sus galletas favoritas.

—¡¿Son robadas?!

—¡Tú sólo come, niña!

Sunwoo había pasado la tarde en su casa ya que sería el último día de vacaciones navideñas, ya después tendrían que volver a la universidad con sus estresantes deberes y se les sería entregadas las notas de su primer parcial del semestre.