Masticó con efusividad su trozo de carne. Adoraba la carne. Más si era frita. Lo mejor. No tenía nada en contra de los véganos o los vegetarianos, quería a sus mascotas, pero le encantaba la carne.
Se consideraba un ser carnívoro. Y le molestaba en sobremanera que su novio estuviera haciendo planos encima de la mesa en vez de comer a su lado, tanto que se había esforzado en hacer de cenar.
Bueno, su "esfuerzo" se lo debía a la persona que cocinaba porque pasó todo el día y parte de la tarde durmiendo. Sus horarios estaban demasiado alterados para su gusto.
Metió un trozo de carne en su boca y tragó, mirando con reproche al mayor.
—Jake.
—¿Sí, dulzura? —respondió el otro, lentes de pasta negra reposando en el puente de su nariz mientras que el cabello castaño caía desordenado por su frente, bastante largo para su corte común.
—Ven a comer.
—Ya voy a terminar, quiero acabar con estos planos que papá me envió por celular. —respondió, sin mirarlo, muy sumido en sus planos y más planos.
—Desde que te graduaste no has tomado un descanso, ni para comer. Jake, ven a comer.
—Mi vida, cuando uno se gradúa la vida deja de ser relajante —musitó, pasando varias páginas y tomando su regla de madera a un lado—. Además, ayer estuvimos todo el día juntos en la playa. Claro que me tomo descansos.
Riki infló sus mejillas, formando un arco hacia arriba con sus labios en un mohín. Sus hermanos mayores le habían dado todo lo que quería a la mínima súplica, más cuando se trataba de atención, su novio no sería la excepción. Jamás.
—Ven a comer. —masculló.
—Estoy terminando esto, ya te acompaño.
Entrecerró sus ojos y estampó la palma de su mano contra la mesa, haciendo que su jugo a la mitad salte, pero ni siquiera con eso logró tener los ojos de Jake sobre él.
—Jake, me voy a comer tu comida.
—¡Riki, maldita sea! ¡Ya voy a terminar, sé paciente!
Dio un brinco en su lugar, pegando su espalda contra el respaldo de la silla demasiado tenso. Los ojos verdes del contrario lo inspeccionaron, con su ceño fruncido y su mandíbula tensa demostrando lo malhumorado que se encontraba.
Las personas que no comen se ponen de mal humor, le había dicho su hermana. Y casi nunca Jake estaba molesto, pero hoy sí. Se había levantado con unos humos que quería estamparle su rodilla en su entrepierna. Pero luego recordaba que el guerrero lo trataba bien y no lo merecía.
—Pero no me grites. —musitó, odiando estar agachando la mirada menos emocionado y audaz que antes.
Jake tomó una gran respiración y pasó sus manos por su rostros frenéticamente, quitando sus lentes de lectura y tirando sus planos a un lado de la espaciosa mesa. Agobiado.
—Malditos planos, maldita carrera, malditas matemáticas... —recitó el moreno, pareciendo que estuviera a punto de llorar.
—¿Por qué me gritaste? Sólo te decía que vinieras a comer. —dijo Riki, su estómago apretado en un nudo. Ya no tenía ganas de comer.
—¿Eres consciente de que repetiste la misma oración más de tres veces y que estoy estresado?
—Pues ve con tu maldito estrés a otro lado y no me grites. —Riki desvió la mirada, cruzándose de brazos sobre su pecho.
—Estoy malditamente estresado, disculpa.
—Pero no me grites.
—Bien, disculpa. Sólo que tengo hambre y eso le suma mal humor a mi terrible día.
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The Bathroom.『Jakeki』
FanfictionJake y Riki se conocieron en el baño de una fiesta. Shipp principal: Yunki. Jake x Riki. Menciones de otros shipp's. >>Angst. >>Temas sensibles. >>Fluff. >>Menciones breves de temas explícitos. >>Lenguaje vulgar. Esta historia no es creada para of...