Eighteen.

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Jamás se había arreglado tanto para ir a la universidad, porque, vamos, era la universidad; ¿quién lo vería? ¿Quién notaría su presencia cuando sólo era un niñato de recién ingreso? Nunca se había arreglado en sí para ir a la universidad, sólo un par de jeans rotos sueltos, la primera camisa que viera y sus converse gastadas. Como cualquier universitario para ir a su tortura diaria iría.

Hasta ahora.

Dio vueltas frente al espejo, verificando si se encontraba lo suficientemente presentable ese día. Su cabello estaba suelto y sus rizos se encontraban peinados a pesar de estar libres, traía unos jeans negros apretados, decentes a los comunes que usaba y una camisa de seda blanca, que le quedaba algo grande ya que fue un regalo de Sunwoo para ir presentable a alguna parte y nunca la usó. Hasta hoy.

Estaba demasiado arreglado para su gusto, ya que había llegado a ir a la universidad hasta en zapatos de goma y media, los mismos que usaba dentro de su casa. Así que era demasiado extraño para él hacer eso.

¿La razón? Aún no la tenía muy clara, sólo sabía que su hermana, quien aún se hallaba en ropa de dormir, había silbado varias veces de verlo tan arreglado. Y a su hermano mayor aún no le cuadraba del todo que alguien como él, sencillo y sin nada para decir, estuviera arreglándose tan escandalosamente para ir a la universidad.

—No entiendo aún ni para dónde vas —comentó Hyunjin, viéndolo colocarse un par de aretes en el lóbulo de su oreja—. ¿En serio vas a la universidad, Niki? Nunca te arreglas así.

Yeji le dio un pequeño golpe en la cabeza, haciendo una mueca cansada y Hyunjin se quejó dramáticamente sobando el lugar golpeado, aunque la rubia no haya impuesto ningún tipo de fuerza.

—Déjalo, por fin se arregla para salir.

Hyunjin frunció el entrecejo, no convencido del todo. Hasta que su mente se aclaró.

—Niki, ¿tú tienes novio?

Se ahogó con su propia saliva mientras veía su reflejo en el espejo, empezando a toser como si en cualquier momento se le fuera a salir el estómago por la garganta.

—N-No... —titubeó, con las mejillas más rojas que un tomate—, ¿cómo crees? Si tuviera ya les hubiera dicho, ¿no?

Hyunjin hizo una mueca, frunciendo sus labios, sin creer del todo las palabras de su hermanito menor, más guardando silencio.

Yeji se acercó a su lado y lo empujó suavemente, con una mueca juguetona.

—Alguien quiere impresionar a alguien y por eso le pone esfuerzo a su imagen. —bromeó, refiriéndose indirectamente a alguien que claramente los tres conocían.

Se quedó mirando por unos segundos su reflejo en el espejo, sin poder evitar que una sonrisa boba curvará sus labios. Mordió su labio inferior para evitar que sus hermanos la vieran, pero falló olímpicamente.

—¡Ah, dios mío! ¡Niki consiguió novio! —exclamó Hyunjin, entre ofendido por no saberlo y contento también por lo mismo.

—¡Niki tiene novio! ¡Novio! ¡Novio! —canturreó Yeji, tomándolo de los hombros y moviéndolo de un lado al otro, emocionada.

—¡N-No tengo novio! —refutó, separándose de su hermana—, ¡a-aún no! —añadió.

Hyunjin como Yeji chillaron emocionados, mirándose las cara sin poder creerlo. Riki por lo menos tenía tres años sin pareja, era un logro que pudiera conseguir a alguien, o a quien estaba esperando en dado caso. Era más grande el hecho de que estuviera interesado en alguien, por lo común se aburría de las personas a los días y estaba con ellas por puro compromiso.

The Bathroom.『Jakeki』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora