The Bathroom.『Jakeki』

Twenty Nine.

—¡Ya está servido! ¡Siéntense! —indicó Yeji, una sonrisa deslumbrante en su rostro fino, aquellas sonrisas tan parecidas entre Hyunjin y Riki.

Riki mostró la palma de su mano para indicarle al otro que fueran a sentarse a la mesa, después de haber estado un rato hablando sobre cualquiera estúpidez. Jake tomó su mano y entrelazó sus dedos, levantándose del sofá juntos.

Ambos se sentaron uno al lado del otro al lado de la mesa, observando con hambre lo que había preparado Yeji ese día en especial, más Riki porque ni siquiera había desayunado.

Hyunjin empezó a picar el pollo al horno que había en medio de la mesa, sirviéndole a cada quien un trozo en su respectivo plato. Yeji sirvió la ensalada y parte de los espárragos, y Riki tomó la jarra de jugo y lo vertió en cada vaso que había en la mesa.

Todos se acomodaron en la mesa, tomando sus cubiertos para empezar a comer.

—Espero que les guste, lo hice con mucho amor. —dijo Yeji, picando su primer trozo de pollo al horno y llevándoselo a la boca.

—Muchas gracias. —dijo Jake, sonriendo.

Riki tragó en seco, empezando a picar también de su pollo con su cuchillo. El ambiente era más que tenso, aún más con el rostro totalmente serio de Hyunjin, que no había hablado en todo el rato que Jake había estado allí, sólo lo meramente necesario. Yeji siempre intentaba romper la tensión pero Hyunjin seguía manteniéndose terriblemente serio, y Riki quería salir corriendo de allí.

Por un buen rato, todo se mantuvo en un tétrico silencio, sólo el sonido de los cubiertos chocando levemente contra los platos de vidrio escuchándose en todo el lugar. Terriblemente incómodo.

Riki miró brevemente a su hermana al frente, buscando que dijera algo, que comentará lo que sea para romper ese terrible silencio, más el ambiente denso que se sentía. No quería que Jake se sintiera fuera de lugar.

Yeji captó la indirecta después de unos segundos y carraspeó incómoda, llamando la atención de los que estaban en la mesa. Cuando estaba a punto de hablar, Hyunjin la interrumpió abruptamente:

—Entonces..., ¿Jake es que te llamas? —cuestionó con aparente desinterés, bebiendo de su jugo, mientras miraba severamente al castaño.

El ojiverde tragó duro, aclarando su voz en un carraspeo, mientras asentía con la cabeza.

—Sí, señor.

—Bien, ¿y a qué te dedicas, Jake-ah? —preguntó Hyunjin, sacando aquella faceta que Riki odiaba cada que le presentaba uno de sus novios; papá protector al ataque.

—Oh, bueno, por el momento estoy culminando la universidad. Estoy haciendo mis pasantías en una gran empresa de construcción como arquitecto —explicó Jake, sonriendo dulce aunque Riki podía reconocer en su rostro que estaba muy incómodo—, y dentro de cuatro meses será mi graduación, están invitados. —añadió.

Yeji sonrió mostrando todas sus blancas perlas, mientras asentía con la cabeza.

—Sería un honor, cariño.

—Eres..., eres algo mayor, ¿no? —dijo Hyunjin, alzando una ceja interrogativo, a la par que picaba sus espárragos.

—Eh, sí, soy cuatro años mayor que Niki. —respondió el castaño, mirando de reojo al aludido, que se estremeció a la sola mención de su nombre por los labios de Jake, pero intentó disimularlo.

Obviamente, eso no resultó, y sus mejillas terminaron coloreándose de un fuerte color rojo, el calor subiendo por todo su cuerpo como una torrente corriente eléctrica. Para colmo —quizás lo hacía para molestarlo—, Jake escabulló su diestra debajo de la mesa y apretó el interior de su muslo.