Capítulo 57

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Era viernes, un día antes de la salida al centro comercial.

Sanha suspiró, tocando nuevamente el timbre de la puerta de la casa de Dongmin. Había llegado hace unos 10 minutos, e incluso le había llamado al contrario el cual atendió la llamada diciéndole que ahora bajaba.

¿Por qué se demora tanto?

Tocó el timbre repetidas veces solo para molestar, y apresurar, al contrario con que le abriera la puerta. La gente lo estaba comenzando a ver raro.

—¡Que ya voy! —oyó gritar al contrario tras la puerta, para segundos después ver como esta se abría dejando ver a un Dongmin algo malhumorado, con el cabello despeinado y en pijama la cual constaba de un buzo gris holgado, un hoodie azul y sus lindas medias blancas con esas chanclas que le causaban gracia a Sanha—. Te dije que ya te iba a abrir.

—Hace como 10 minutos. La gente por poco y empieza a pensar que soy un acosador o algo así.

—Como sea... —susurró cansado, dejándolo pasar para cerrar la puerta—. Ni siquiera me dejas tomar mi siesta de la tarde. —dijo mirando la hora y notando que eran más de las 5pm.

—Odias dormir en las tardes porque luego no puedes dormir en las noches. No mientas. —Dongmin bufó, sentándose junto a él en el sofá de su sala mientras encendía la televisión.

—Te odio.

—Lo sé.

Ambos se quedaron en silencio por un par de minutos mientras Dongmin buscaba alguna película que poner en la televisión, aunque últimamente nada lo entretenía, todo se había vuelto aburrido para él desde lo de Minhyuk.

Sanha lo miró de reojo, sintiendo su corazón palpitar con rapidez al ver lo lindo y tierno que se veía recién levantado. Su rostro estaba más pálido de lo normal por alguna razón, seguramente fue porque se lavó el rostro hace poco antes de abrirle la puerta.

Hoy no había salido el sol, el cielo estaba completamente nublado, pero no parecía que iba a llover, solo había bastante viento. La tenue luz del día nublado traspasaba las cortinas cerradas de la sala, dándole al ambiente un tono friolento y solitario.

—Creo que no hay nada para ver. —susurró Dongmin, tirando su cabeza hacia atrás para luego levantarse del sillón, subir las escaleras y dirigirse al baño.

Sanha lo siguió con la vista, escuchando el sonido de la puerta del baño cerrándose para luego abrirse después de un rato. Oyó a Dongmin dirigirse hacia su cuarto, quizá buscando algo. Suspiró, frotándose los muslos con sus manos intentando secarse el sudor en las palmas de estas por el nerviosismo.

Lo iba a hacer.

Tomo aire y se colocó de pie, comenzando a subir las escaleras de forma silenciosa para no asustar al contrario. Lentamente empujó la puerta que estaba entreabierta del cuarto de Dongmin y lo logró ver de espaldas,

Cerró la puerta tras de él, colocándole el seguro para no ser interrumpidos así estuvieran solos. El que la puerta estuviera cerrada le daba una sensación de privacidad.

Dongmin se sorprendió por la repentina presencia del contrario, dándose la vuelta con rapidez y viendo al contrario extrañado en medio de la habitación frente a él.

Levantó una ceja confundido.

—¿Qué? —preguntó volviéndose a dar la vuelta para terminar de acomodar los cajones que había abierto—. Sabes que no me gusta que entren a mi cuarto a menos que la sala este ocupada Sanh-

—Dongmin. —interrumpió, apretando sus puños—. Hay algo que debo de decirte.

—Puedes decírmelo en la sala. —dijo sacudiendo sus manos, dando una ultima mirada a sus cajones perfectamente acomodados mientras se dirigía hacia la puerta, pero Sanha se interpuso.

Cold Feelings || [ Binwoo +18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora