—¡Uno, dos y tres! —gritó Nayeon mientras veía como todo su equipo estaba perfectamente organizado.
Las chicas se movían a la par y mantenían el equilibrio a la perfección. Estirando sus piernas, dando algunas piruetas en el aire y haciendo acrobacias, fruto de tanto tiempo de esfuerzo y dedicación. Su maestra, sentada en los escalones del campo, veía orgullosa a sus chicas de último año. Había hecho una grandiosa elección al tomar a Nayeon como su capitana.
Al otro lado del campo, el cual no era muy grande por si acaso, se encontraba el equipo de futbol practicando para su primer partido del año en un mes contra otra escuela del mismo distrito. Los chicos persiguiendo la pelota, mientras que otros hacían ejercicios de coordinación de pies pasando por conos de plástico. Y otros simplemente gritaban a sus compañeros por no haberle pasado el balón como se debía.
Parecían simples y estúpidos animales.
Dongmin, quien se mantenía viendo todo atentamente desde su lugar, dio un sorbo más a su bebida mientras se cruzaba de brazos y apoyaba su cansada espalda contra el muro detrás suyo. Balanceó sus pies un poco debido a la altura sobrante que había dejo de él y se mantuvo pensativo durante varios minutos.
Era su segundo y último descanso, y aún no había visto a Moonbin desde que salió de la enfermería. Lo buscó en ese lugar, e incluso fue al salón cuando supo que ya se había ido por parte de la enfermera, pero después de eso no lo ha vuelto a ver.
Creyó que iría hacia él por su extraña dependencia a tanto psicológica como sentimental que tenía hacia él. Dongmin no era tonto, sabía que Moonbin no era un chico normal, solo aparentaba ser uno. Él tenía problemas.
¿Recuerdan cuando Moonbin conversó a solas con Nayeon por primera vez y comenzó a reír y rascarse sus brazos frenéticamente?
Pues Dongmin lo vio.
Se mantuvo en una esquina alejada de la vista de ambos, y pudo presenciar como Moonbin tenía un ataque de lo que parecía ser manía. Al principio quedó confundido a decir verdad. Pero con tantas semanas que lleva conociendo a Moonbin sabía que había algo detrás de aquél lindo rostro que se traía.
Y Dongmin tenía curiosidad por ver cual era el verdadero Moonbin.
Rodó los ojos y bufó viendo desde su lugar como los alumnos caminaban conversando alegremente entre ellos. Y a lo lejos notó como Sanha se aproximaba a él con su típica sonrisa contagiosa que hacía que él sonriera de igual forma aunque no quisiera. Era un efecto que tenía sobre él.
No es que le disgustara del todo, pero sus mejillas dolían luego de un rato y eso le cansaba.
—Al fin te encuentro Dongmin hyung. —habló mientras se sentaba a su lado.
—Sanha, ya te he dicho que odio los honoríficos. Solo llámame Dongmin. —dijo con voz suave mientras lo miraba a los ojos.
—Perdón. Es que todo el día me la he pasado hablando con maestros y alumnos de ultimo grado por lo que se me quedó. —rio algo nervioso.
—¿Te siguen enviando a traer recados? —lo miró enarcando una ceja mientras que el contrario asentía—. ¿Por qué simplemente dices que no?
—Diría que no si es que no fuera el mismo profesor el que me manda a hacer todo eso. Al parecer soy su alumno "ejemplar" y me compara con los demás a cada momento. No es que me desagrade pero llega un punto en el que aburre. —puchereo de una bastante tierna a lo que Dongmin no dudo en apretar su mejilla.
—¿Cómo que ejemplar, uh? Si te he oído maldecir más que una madre cuando se entera que le rompieron su mantel favorito.
Ambos rieron sintiendo como sus estómagos dolían un poco.
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Cold Feelings || [ Binwoo +18 ]
FanfictionLee Dongmin esta mal de la cabeza, solo que él no lo sabe. Afirma no sentir nada por los demás, mucho menos la empatía. Una aterradora sombra siempre lo persigue a donde sea que vaya. Y una misteriosa voz en su cabeza hace de él un martirio. "Siem...