Cold Feelings || [ Binwoo +18 ]

Capítulo 1

Esto es una mierda.

Dongmin se hallaba sentado en aquella habitación blanca con un escritorio de melamina enfrente suyo con lapiceros, papeles y un portátil. Recostó su cabeza en su puño derecho mientras cerraba los ojos y esperaba a la psicóloga.

Podía escuchar la gente pasar fuera del consultorio, sus conversaciones, sus susurros y demás cosas. Abrió los ojos y se acomodó en la silla al escuchar pasos por el pasillo detrás de él. Acomodó su cabello y posó ambos brazos a los costados de la silla poniendo su columna recta y dando una ligera sonrisa.

—Dongmin, haz pasar a tú madre por favor. —comentó la psicóloga con unos papeles en sus manos mientras se acomodaba en su silla y empezaba a escribir en el portátil.

Afirmó con su garganta mientras asentía y se levantaba de su asiento. Caminó lentamente por el pasillo y se dirigió hacia la entrada del consultorio el cual no tenía una puerta en sí. 

Se acercó a su madre quien estaba enfrente del lugar en una de las tantas bancas de espera.

—Mamá. —canturreó con una sonrisa mientras se agachaba a su altura. Estaba dormida.

La vio por unos segundos al rostro antes de tocar lentamente su hombro y hacerla despertar.

—Oh, Dongmin ¿Ya acabó? —preguntó reincorporándose y acomodándose su cabello el cual caía por su cara.

—La psicóloga te llama. —comentó volviendo a entrar al consultorio siendo seguido por su madre y dirigiéndose hacia la habitación blanca sentándose en una de las sillas enfrente del escritorio y su madre a su costado.

—Dígame psicóloga ¿Cómo está mi hijo? —preguntó juntando las manos y poniéndolas encima del escritorio.

—Pues verá... —la psicóloga empezó a hablar con la mamá de Dongmin sobre algunos factores externos que posiblemente le hayan afectado. Este solo se tronó los dedos esperando a que terminen de platicar, tomar aquellas cuatro pruebas en tres sesiones había sido algo agotador. Habían sido demasiado largas—. Por lo tanto. —volteó su portátil enseñando un cuadro de estadísticas a la señora Lee quien escuchaba atentamente—. En el ámbito familiar Dongmin tiene una alta autoestima pero en general fuera de eso... su autoestima es bajo. Es una persona muy conformista, dependiente y... —Dongmin paró de escuchar luego de aquello.

Él estaba perfectamente bien, era una persona común y corriente como cualquier otra. Estuvo con la mirada atenta a la psicóloga en todo momento pero no estaba escuchando nada de lo que decía. Su mente estaba en blanco y sus ojos no parpadeaban para nada.

—¿Sientes que algo de lo que he dicho es verdad, Dongmin? —preguntó la psicóloga sacándolo de su transe.

—Ah, si, creo que si... en algunas cosas.

—¿Cómo cuales? —preguntó.

—No me acuerdo de todas la verdad. —comentó con gran calma sin levantar sospecha alguna.

La psicóloga se levantó de su asiento dirigiéndose hacia unos cajones que se hallaban detrás de ellos sacando un sobre de carta color blanco de este y volviendo a su lugar.

—Como soy madre de tres hijos, yo recomendaría que su hijo ingresara a una de las terapias que se menciona en el documento. —mostró aquél pedazo de papel.

Uno, dos, tres... ¿Siete tipos de terapias distintas?

—Claro que empezaríamos con la que más se sienta a gusto. —lo retiró de la vista de los contrarios y lo engrapo con algunas hojas más. Eran en total unas cinco al parecer, o incluso más.