Capitulo 11

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Tom: Perdón —hablo de la nada, sorprendiendome— Perdón por todas las veces en las que nunca te dí mi apoyó cuándo más lo necesitabas.

Me cubrió con sus brazos con fuerza, pegandome por completo a él, podía escuchar y sentir sus latidos acelerados, por alegría y miedo talvez. Quién lo iba a pensar ¿Thomas Riddle teniendo miedo? ¿Miedo de perder a su hermana? Éso no se ve todos lo días.

Mattheo: La vida se nos fué por un segundo, y más pará Tom que te vió convulsionarte. —me tomó entré sus manos y me acarició—

Elizabeth: ¿Convulsión?

Tom y Mattheo se miraron entre sí y no respondieron. Tom se metió las manos a las bolsas del pantalón y se alejó de la camilla, caminando por el espacio que había en el cuarto dónde estaba internada.

Mattheo: Después de todo lo que pasó en el cementerio.. —hizo una pequeña pausa y se recostó en la camilla a un lado de mi, colocando mi cabeza en su pecho— Te llevamos a la enfermeria pero la sangre no paraba y tú pulso disminuía más, la señora Pomfrey no hizo preguntas a pesar de que venías muy grave, caíste en coma así que te tuvimos que traer aquí, a un hospital muggle, era el único lugar dónde había los aparatos necesarios pára estár viendo tu pulso y tu ritmo cardíaco, perdiste mucha sangre.

Elizabeth: ¿Quién la donó?

Tom: Tús amigós —hablo captando la atención de los dos— Draco, Pansy, Blaise, Cissy, Lucios, todos.

Elizabeth: ¿Fué mucha la perdida?

Mattheo: Si Eli.. fué mucha.. Pero ya estás bien y éso es lo que importa.

Elizabeth: ¿Y Potter? ¿Por fin está muerto? —me senté de golpe, haciendo que Mattheo me sujetara de la cintura para que no lo hiciera—

Mattheo: Tranquila, no puedes hacer esfuerzos, cualquier movimiento brusco y tú cuerpo puede tirar la sangre que te pusieron.

Elizabeth: No respondiste a mi pregunta.

Una vez más, se intercambiaron miradas y el silencio era pesado.

Tom: Se escapó cuándo papá casi lo mataba —se rascó la frente y prosiguió— Nos teletransportamos rápido a las gradas para que no sospechará pero fue demasiado tarde, té vió con la máscara, con la capa negra y con todo el brazo cubierto de sangre. No nos esperamos a qué dijera algo y te llevamos a examinar, un poco más y mueres sin excepción.

Mattheo: ¿Que viste.. en ese lapso de tiempo?

Elizabeth: Ví a Hardin.. tuve una pequeña charla con el.

Tom: ¿A Hardin? Por un momento creí que te encontrarías con mamá.

Elizabeth: Si, yo también lo creí..

Mattheo: ¿Sigue estando igual..?

Solte una risita al recordar como es que mi mente proyecto su imagen.

Elizabeth: Si, su brillo en la mirada todavía no se va, ni ése verde esmeralda de sus ojos, luce como la edad que debería tener ahora.

Tom: Tuviste suerte de volver a verlo.

Elizabeth: No en la manera que yo quería pero si, lo volví a ver ¿Y ya me puedo ir? No me gusta nada todo lo que tenga que ver con enfermerías.

Mattheo: Yo voy a ir a preguntar, tú quédate aquí Marvolo. —dio golpesitos en el hombro de Tom y salió del cuarto, cerrando la puerta detrás de el—

Tom se sentó en un pequeño sofá que estaba a un lado de la puerta y su mirada se desvío a la ventana que quedaba justo enfrente de el.

Tom: ¿Es curioso, no? —rompio el cómodo silencio que se había formado—

 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃  𝐐𝐔𝐄  𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄  𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora