𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃 𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄 𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐀

Capitulo 37

Su cuerpo estaba cubierto de sangre por las cortadas tan profundas, aún así no me importo y lo abrace, no tenía pulso, estaba helada y estaba tomando un tono palido.

Tom: Por favor otra vez no.. ¿Por que siempre terminas así?.. —me queje llorando—

No me importo qué mi voz saliera como la de un niño cuando hace berrinche y habla por sílabas.

Desde que los tres ingresamos a Hogwarts nos volvimos más vulnerables, llore tantas veces en silencio por peleas, incluso solo por un simple rasguñó que tenía Eli y llorara, yo lo hacía con ella porque me duele en el alma que alguien la toquen, siempre fue mi debilidad, pero ahora se volvió mi prioridad y yo me deje de lado por primera vez en mi vida.

Lili: Suelta Tom..

Tom: No quiero. —me aferre más a ella y hundí más su cabeza en mí pecho—

Mattheo: Suéltala Thomas. —me abrazó por la cintura y tiro—

Lili se encargó de jalar a Eli, dejándola fuera de mi alcance, acomodo su cuerpo y puso sus manos arriba de su pecho.

Tom: ¡Déjame con ella! —intenté safarme pero Mattheo apretó más él agarre—

Lili: ¡No te la quiero quitar, la quiero salvar! —comenzó a comprimir su pecho, dándole respiración boca a boca— ¿Alguna vez tuvo una transfusión de sangre?

Rompió una delgada cortina y la enrollo en su estómago, haciendo un nudo y apretando para frenar el sangrado, volvió a comprimir y a pasar respiración.

Mattheo : Si.. tuvo una cortada en una vena de la mano derecha.

Lili: Carajo.. —susurró— Tenemos que hacer otra, perdió toda esa sangre, pero lo tenemos que hacer nosotros y aquí, nadie puede saber de lo que le paso y de donde estuvo.

Mattheo: ¿Sabes hacer esto?

Lili: Desde que nos escondimos me enseñe cómo un doctor muggle, alguien tenía que curarnos he ir a un hospital no era una opción.

Mattheo: Solo dinos qué hay que hacer.

Lili: Ayúdenme a moverla a un cuarto, ahi está todo lo que necesito.

Caí en la realidad y me levanté, tomándola de la espalda y por debajo de las piernas, la movimos rápido a un cuarto que estaba al otro extremo del pasillo. Era como un cuarto de hospital, incluso había aparatos para operar, era lo que necesitábamos en esté momento.

La acoste sobre la cama y Lili se terminó de poner los guantes, también acercando una mesa con pinzas, agujas e hilo. De la nada entró un hombre, era castaño y alto, traía algo en manos, se dio la vuelta y.. carajo.

James: El desfibrilador puede que regrese su pulso. —colocó uno arriba del tórax y el otro en su pecho—

Dio la primera descarga y nada, volvió a frotar gel sobre estos y dio la segunda descarga sin conseguir nada.

Las dejo a un lado y volvió a comprimir su pecho y pasar aire, repitiendo esto dos veces y regresar con las descargas.

Dio la tercera descarga y..

Dio una bocada de aire grande sin abrir los ojos, viendo esto le puso una máscara que estaba conectada a un tanque de oxígeno, le tocaron el cuello y Lili dio un suspiro de alivio.

Lili: Volvió el pulso, pero necesitamos la sangre, no le queda mucho tiempo otra vez, así que dense prisa.

James: Siéntense ahí. —nos señaló unas sillas y obedecimos, nos sentamos y subimos las mangas de la playera—