𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃 𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄 𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐀

Capitulo 13

Después de ponerle a funcionar la cabeza a Astoria, caminé hacía la sala común, gracias a Umbridge perdí todas las clases después de la suya.

A pesar de que si le quería decir a mi padre lo que la vaca rosa me hizo, no lo pienso hacer, mi orgullo no me permite mandarle una carta y decirle todo ésto. Iba a entrar a las mazmorras después de tener una discusión con mi subconsciente pero una mano me jaló, llevándome a un pasillo sólo que quedaba cerca.

Elizabeth: ¡Quién mierda eres!.. Ah, son ustedes, mis dos copias andantes.

Tom: ¿Por qué te desapareciste todo el día? —tenia la mano levantaba agarrándo la mía—

Obligando a que esté parada de puntas ya que mi bajá estatura siempre está encontrá mía, la túnica y la manga desabrochada se levantaron y dejaron a la vista la marca tenebrosa y las palabras que la pluma de Umbridge había causado.

Elizabeth: Creí que ya se habían enterado.

Tom iba a hablar pero Mattheo puso su mano en su pecho, dándo a entender que se callara.

Mattheo: ¿Que te paso en el brazo? —pregunto con un tono muy serio. Odió cuándo hace éso, siempre terminó dándo explicaciones—

Elizabeth: No me pasó nada. —intente safarne del agarré del castaño pero sólo logré que me sujetará más fuerte y bajará mi mano con brusquedad, la inspeccióno y me miró igual de sério que Mattheo y con la mandíbula demasiado marcada—

Tom: No lo voy a repetir dos veces Elizabeth ¿Quién te hizo ésto? —hizo pausas mientras hablaba y apretó más mi muñeca—

Elizabeth: Yo me las hice ¿Contento?

Tom: ¡Te dije que no iba a volver a preguntar! ¿¡Quién mierda te hizo ésto!? —me sacudió haciendo que me tambale—

Elizabeth: ¡Y ya te lo dije, me las hize yo!

Mattheo: Eli.. —por más sorprendente qué parezca fué el único de los tres que no perdió la cordura, o almenos en este momento— Sólo di quien te lo hizo, está claro que tú no fuiste.

Elizabeth: No tengo por qué dar explicaciones. —intente irme pero Tom me jaló muy bruscamente—

Tom: ¡Sigues siendo menor de edad, por lo tanto nos tienes que dar explicaciones a nosotros mientras no esté Papá!

Elizabeth: ¿¡Y ustedes que mierda son!? ¡También son unos malditos criollos!

Tom: ¡Pero tenemos más madurez qué tú!

Elizabeth: ¡Sólo eres mayor por minutos, no te sientas la gran cosa!

Tom: ¡Soy mayor que tú en muchos sentidos, soy más inteligente y no cometo alguna estupidez cómo tú o cómo Mattheo!

Mattheo: ¡Ya cállate Tom! —se talló la cara con frustacion y caminó de un lado para el otro—

Elizabeth: ¿¡Encerio a éso le llamás madurez!? —me jalone pero me sujetó más fuerte, ahora ya no era de la muñeca izquierda, era de ambas—

Tom: ¡Tampoco fuí tan débil y idiota cómo para negarme a hacer un cruicio sabiendo que ésa persona tuvo que ver con la muerte de mi madre!

Elizabeth: ¡A éso yo no lo llamaría debilidad!

Tom: ¡ERES DEMASIADO DÉBIL Y PATÉTICA, JUEGAS A SER LA MALA CUÁNDO REALMENTE ERES UNA MALDITA NIÑA CAPRICHOSA QUE LE TIENE MIEDO A TODO Y CORRE A LOS BRAZOS DE PAPI PARA REFUGIARSE POR QUÉ ES TAN INÚTIL QUE NO SABE DEFENDERSE POR SI MÍSMA! —grito demasiado fuerte, podría jurar que le ardió la garganta—