Capitulo 30

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Entre dándo portazo. Todos los mortifagos estaban en una reunión, así que si tuve que aparecer después de un jodido año fué para decir los planes que tienen la orden del fénix.

Caminé hacía mi lugar que estaba vacío. Tom me había dicho que nadie ocupaba ése lugar desde mi supuesta muerte. Me guardaron demasiado luto..

—¿Señorita Riddle..? —pregunto un mortifago enfrente de mi asiento, un tanto con la cara palida. Papá había mencionado que era un infiltrado en el ministerio de magia—

Elizabeth: Quiten ésas caras pálidas, no están viendo a un muerto. —dije de mala gana y prendí un cigarrillo—

Voldemort: Con el regreso de mi hija ya no hay nada que nos puedan destruir. Todo esté tiempo estuvo observando con delicadeza a Potter, así que nos va a ser de mucha ayuda en ésto.

Elizabeth: ¿Que es lo que saben? —quite el cigarrillo de mis labios e expulsé el humo—

— Severus nos dijo que lo iban a mover está noche, en la madrugada para ser exactos.

Elizabeth: Si, éso es correcto, pero hay algo que no saben. Todos los que lo van a trasladar van a tomar poción multijugos, lo van a hacer para que no sepamos quién es el verdadero Harry Potter, así que me puse a razonar el plan y lo más lógico que encontre es que el verdadero vaya acompañado por Hagrid, el guardabosque de hogwarts.

— ¿Y por qué de el y no de otro?

Elizabeth: Por la sencilla y estúpida razón de que Dumbledore antes de morir lo dejó a cargo de Potter, y también porque le tiene un inmenso cariño.

Voltemort: Entonces ya tenemos lo suficiente para está noche, vayan todos a prepararse, nos vamos en una hora. —todos salieron del salón y sólo quedaron lo Malfoy platicando con papá y yo al otro extremo del comedor terminandome el cigarrillo—

Narcissa: En lindo tenerte de regreso Eli.—se acercó a mí y me rodeó con sus brazos—

Elizabeth: Opinó lo mismo Cissy, me hacías mucha falta. —correspondi al abrazo muy gustosa, transmitiendome ése calor de madre que es muy peculiar de Narcissa Malfoy—

Narcissa: ¿Dónde estuviste todo esté tiempo? —se separó de mí y me tomó del brazo pará caminar y salir del comedor—

Elizabeth: En la mansión que nos mudamos un tiempo después de la muerte de mamá —salimos al jardín y caminamos lentamente, sintiendo el aire fresco del atardecer— tuve que costumbrarme a estar sola en ésa casa tan grande y fría.

Narcissa: Entonces no hay mucha diferencia de ésa mansión con está. Después de la noche que no llegaste todo se sintió demasiado frío y triste, antes tenía un toqué cálido, pero después todo se oscureció, ya nada era igual, los Zabini y los Parkinson vinieron a quedarse en varías ocasiones.

Elizabeth: Supongo que ellos no se olvidaron de la amistad que tuvieron con papá hacé algunos años.

Narcissa: Ni sus hijos se olvidaron de la amistad que tenían contigo, Blaise y Pansy se fueron a los dos días, no soportaron el dolor en el pecho, ni ver a tús hermanos tan destrozados.

Elizabeth: ¿Cómo estaban..?

Narcissa: Mal es una palabra demaciado corta para describir como estaban. Todo el tiempo tenían la misma reveldia que tú, explotaban por cualquier cosa, no toleraban ni el más mínimo ruido.

Elizabeth: ¿Y.. Draco?

Dio un suspiro y tardo en responder

Narcissa: Era una combinación de tús hermanos. Era fuerte, pero había momentos en los que se dejaba caer y no aceptaba ningúna ayuda..

 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃  𝐐𝐔𝐄  𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄  𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora