Capitulo 20

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Potter estaba leyendo tranquilamente en la biblioteca. Estaba leyendo aquel libró que estaba buscando desde que llegué a hogwarts.

Elizabeth: ¿Te han dicho qué es malo no devolver las cosas? —le susurré al oído y se exaltó, haciéndo que se levanté rápido de su lugar—

Harry: No sé de qué estás hablando. —se acomodo la corbata y trató de colocarse en una posición firme—

Elizabeth: Del libró de pociones —señale con la mirada el libró qué estaba en su mano izquierda— Lo quiero.

Harry: ¿Pará que lo necesitas? Ya tienes uno.

Elizabeth: Quiero ése en específico, Potter. —trate de sonreír pero salió más cómo una mueca—

Harry: ¿Por qué te interesa tanto?

Elizabeth: No es el libro, es de a quien perteneció. —me recargue en el respaldo de la silla y lo ví con una sonrisa qué parecía inocente—

Harry: ¿Sabés algo sobre el príncipe Mestizo?

Elizabeth: Tal vez. —lo ví con burla y se recargó en uno de los libreros—

Harry: Dime lo que sabés y te lo doy.

Elizabeth: Primero el libró James. —extendi la mano y dudó por unos segundos— Muy bien ¿Qué quieres saber?

Harry: ¿Para que querías usar ése collar?

Relambi mi labio inferior y respondí.

Elizabeth: No sé de qué estás hablando.

Harry: Lo sabés perfectamente, Katie dijo que tú le diste el collar y lo que tenía que hacer con el.

Elizabeth: Vaya vaya Potter, eres muy inteligente —arrastre las palabras— Creó que era obvio, el collar era pará Dumbledore.

Harry: ¿Que ganas con todo ésto?

Mi semblante cambió a uno sério y mi mandíbula se tensó.

Elizabeth: Ganó muchas cosas, pero en específico.. venganza.

Harry: ¿Venganza?

Me acerqué a él y pegué mis labios con su oído.

Elizabeth: Yo soy la única que te va a explicar el por qué de todo ésto, ni creas que voy a dejar que Dumbledore vaya un pasó más que yo. Y tampoco voy a descansar hasta que estés tres metros bajo tierra.

Harry: Dumbledore es una persona muy inteligente, no vas a poder acabarlo fácilmente.

Elizabeth: ¿Éso es lo que tú creés? —solte una jadeó irónico— Cuidá tú espalda Potter, en especíal de tús estúpidos ámigos. Tú amiguita sangre sucia siempre ha sabido la verdad, y nunca te la ha contado. —no dijo nada y sólo pasó salíva con un tanto de dificultad— ¿A éso le llamás una amistad?

Me alejé de el y en mi rostro ya tenía una enorme sonrisa de burla, comencé a caminar hacía la sala y no conseguí el libró, pero si otra cosa..

Harry: Riddle —me giré a verlo y le hice una seña de que continúara— ¿Qué se siente qué la persona que te gusta se va a casar con otra persona?

Elizabeth: Eso tú lo debes de saber, Cho Chang siempre estubo enamorada de Diggory y a tí sólo te usó. —segui mi caminó hastá salir por completo de la biblioteca pero escuché unos pasos seguirme—

Harry: ¡Riddle!

No me tomé la molestia de voltearlo a ver ni de detener mi paso. Corrió hasta colocarse en frente de mi.

 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃  𝐐𝐔𝐄  𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄  𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora