𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐀𝐃 𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐀𝐃𝐈𝐄 𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐀

Capítulo 32

(...)

Bellatrix entro arrastrando y arrodillando a alguien. Nos mandó llamar a mi, a mis hermanos y a los Malfoy, al parecer encontraron al trío de oro. Draco estaba temblando con su traje negro que usa normalen, se ve muy atractivo, pero, ya no me sorprende, o tal vez es porque ayer cuándo llegué a casa me la pasé bebiendo hasta quedarme dormida ¿Dolida? No, pero si harta de la vida que me toco

Bellatrix: ¿Es el, Draco..? —este se acercó a la persona que estaba arrodilla y se puso de igual manera—

Lo observó a detallé unos segundos.

Draco: ¿Que le pasó en la cara?

Tom: Unos mortifagos lo encontraron así, tal vez una especie de hierba venenosa.

Draco lo volvío a observar una y otra vez, sabé que es Potter, pero no lo quiere decir. Su padre lo tomo del sacó y lo levantó con brusquedad.

Lucius: Sólo di si es o no Draco, tenemos que entregárselo a Voltemort.. ¡Pero dilo ya!

Elizabeth: ¡Ya fué suficiente lucius!¡Sueltalo! —me safe del brazo de Mattheo y caminé hacia ellos a pasos seguros—

Tomé a Draco del brazo con delicadeza para que no siguiera temblando, me arrodillé e inspeccione de nuevo el rostro, quitando el cabello que cubría la frente, y confirmé que era Harry Potter.. Draco apretó mi agarre, tratando de dar a entender que no lo dijera.

Elizabeth: No, no es al que estámos buscando. —me levanté y lo vi con frialdad—

Bellatrix: ¿Por qué siento que mientes?

Elizabeth: Créeme que si fuera no lo dejaría ir de aquí, pero ellos tampoco lo van a hacer ¡Metanlos en el calabozo! Después habló con ellos.

Bellatrix: Bien, pero yo me quedó con la chica. Quiero hablar con ella, a solas.

Elizabeth: Has lo que quieras Bellatrix. —me solté de Draco y caminé hacía mis hermanos. En ningún momento le di mi mirada, pero si sentía la de el—

Bellatrix se llevó a Granger y mis hermanos se fueron detrás de unos mortifagos que se llevaron a Weasley y a Potter.

Lucius: ¿Por qué tardaste mucho en responder? —me susurró en el oído—

Elizabeth: Tenía que revisarlo bien.

Lucius: Si mientes.. Estarás en graves problemas con tú padre.

Elizabeth: Ése es mi problema, no el tuyo. —se alejó de mí y me dedicó una última mirada arrogante, cómo normalmente lo hace. Salió del salon, dejándonos solos a mi y a Draco—

Draco: ¿Por qué lo hiciste..?

Elizabeth: No empieces con ésa pendejada —levante el tono con fastido— Tengo otros planes pará Potter, por eso lo voy a dejar ir. —frunci los labios y salí de ahí, con sus pisadas detrás de mí—

Draco: ¡Riddle ven aquí!

Elizabeth: ¿¡Que quieres!? —no me moleste en detener mi pasó, seguí con mi camión hacía la oficina de mi padre—

Draco: ¿Dónde está Astoria?

Elizabeth: ¡Yo que mierda se, es tú mujer! —entre a la oficina de papá y le azote la puerta en la cara—

Voltemort: ¿Otra vez Draco? —me cuestión con una sonrisa de burla—

Elizabeth: Ya me tiene jodida con sus cambios de humor —rode los ojos y me senté en una silla frente al escritorio— Los carroñeros encontraron al trío de oro.