DEJA VU ━━ peter parker

ii. fate's torn string

capítulo dos!
la cuerda rota del destino

ANTES DE HOY, Nina Hart nunca prestó mucha atención a Peter Parker. Lo vio en los pasillos, lo vio pasar rápidamente en su patineta con la cámara colgando de su cuello. Pero aparte de eso, ella nunca se encargó de llegar a conocerlo. Pero después de la pelea en el almuerzo de hoy, estaba intrigada, nunca esperó que él se enfrentara a Flash como lo había hecho; o recibir varios golpes en el estómago.

Mientras esperaba la clase, sentada en su asiento habitual con el libro de texto fuera y el bolígrafo en los dedos, Nina miró cuidadosamente a Peter Parker mientras él entraba. Cuando pensó que él la había visto, desvió la mirada, frunció los labios y se preguntó por qué quería decir algo... e incluso qué diría. Nunca antes habían hablado. De hecho, ¿él sabía siquiera su nombre?

Nina volvió a mirar por encima del hombro brevemente. Él se sentó en el escritorio vacío detrás de ella y ella se tensó. Con jeans holgados y una chaqueta beige holgada, pateó su mochila y la tabla debajo del escritorio con zapatillas de deporte holgadas. Afortunadamente, todavía no se había dado cuenta de cómo lo miraba, tratando de encontrar el valor para decir la primera palabra que le había dicho desde toda su carrera en la escuela secundaria.

Él dejó su cámara rota sobre su escritorio y se encorvó, soportando algunos moretones en la mandíbula y debajo de su ojo. Nina volvió a desviar la mirada rápidamente, sintiéndose bastante sonrojada por la idea de ser atrapada.

Pero él la vio.

Peter Parker frunció el ceño; cejas fruncidas detrás de unas gafas rectangulares. Nina se sonrojó de nuevo. Ella frunció los labios - la habían atrapado.

Jugando con su bolígrafo, bajó la voz y  ella le susurró: —Um... yo solo... solo quería decir que... bueno, pensé que fue genial... lo que hiciste.

Peter arqueó las cejas, un poco sorprendido. No dijo nada - sorprendido de que Nina incluso le estuviera hablando. Con torpeza, ella se colocó un mechón de cabello detrás de la oreja.
—Q-quiero... quiero decir —continuó, aclarándose la garganta—. Fue estúpido, pero... como... también genial.

Él todavía la miraba fijamente. La vergüenza de Nina estaba empezando a desaparecer, y en reemplazo, hubo un destello de diversión. Peter la miró fijamente, como si fuera una foto lista para ser tomada. Analizó las luces de sus ojos, las sombras de su cabello, el tinte de sus mejillas. Le hizo respirar una suave sonrisa.

—¿Seguramente no golpeaste el suelo con demasiada fuerza? —ella bromeó, la sonrisa se convirtió en una pequeña y gentil sonrisita—. Tal vez deberías ir a la enfermera, ver si tienes una conmoción cerebral.