DEJA VU ━━ peter parker

xx. to live with a secret

capítulo veinte!
vivir con un secreto

NINA SE emocionó al ver los largos cortes en el pecho desnudo de Peter. Su mirada se fijó en la sangre seca alrededor de las heridas que sanaban rápidamente, pero no lo suficientemente rápido como para evitar que Peter se estremeciera con cada toque que sus delicados dedos hacían con las toallitas. Ese lagarto había hecho esto. Hecho esto a él. Le cortó el pecho y casi lo hizo colapsar en su habitación... ¿y si Peter no hubiera logrado salir? ¿Y si no hubiera llegado a su ventana? Ese pensamiento la hizo morderse el labio para ocultar el temblor. Nina inclinó la cabeza y juntó las cejas para escucharlo soltar un siseo bajo.

—¿Cómo aprendiste a hacer esto? —Peter le preguntó de repente, los ojos fijos en la forma en que su nariz se torció un poco en su determinación de mantener la calma.

Nina━terminó de limpiar los cortes━dobló las toallitas sucias y las arrojó al fondo de su papelera. —Mi papá —respondió ella simplemente, con la voz atascada en la parte posterior de su garganta—. Quería que supiera cómo aplicar los primeros auxilios en caso de que yo o alguien más estuviera en problemas. Una habilidad para la vida que nunca pensé que necesitaría tan pronto —Ella le envió una mirada débil y puntiaguda que hizo que Peter levantara las cejas y mirara suavemente.

Ella lo vio moverse contra la silla, sus rodillas rozando sus costados desde donde ella se arrodilló frente a él entre sus piernas estiradas. No podía moverse mucho, pero había algo de alivio al ver que ya estaba mejorando. Peter alargó los tiernos dedos hacia su mejilla, apartando con los nudillos mechones sueltos de cabello de su rostro. Nina se encontró apoyándose en su toque, con los ojos cerrados.

—Está bien —le dijo en voz baja—. Estoy bien.

Nina asintió. Su mano se envolvió alrededor de su brazo extendido, encontrándose con su mirada y forzando una sonrisa en su rostro. Pero a medida que crecía, se volvió genuina, un rubor creciente por la forma en que él la miraba, tan dulce y cariñosa.

Peter enfrentó su sonrisa con una ligera propia, la mirada parpadeando hacia sus labios. El corazón de Nina se aceleró con diversión por la forma en que él se inclinó hacia adelante, ansioso por tratar de capturar sus labios en un beso que seguramente le habría debilitado las rodillas. Nina jugaba con él, inclinando la cabeza y siguiendo sus movimientos burlones como si fuera a besarlo. Ella esperó hasta que su mano grande se deslizó suavemente alrededor de la parte posterior de su cuello para susurrar contra sus labios. —Tranquilo, chico insecto.

Su risa le hizo cosquillas en la barbilla. La hizo sonreír. —¿Cómo acabas de llamarme?

Ella lo miró a los ojos con una mirada inocente, pero descarada. —¿De nuevo?