La Trampa del Fénix

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Hola, lamento la demora, muchas cosas terribles y hermosas han ocurrido en mi vida desde que deje de publicar. De una u otra forma ver que este trabajo a ido escalando me motivo a continuarlo. Por lo que decidí hacer unas publicaciones especial tipo maratón.

Siéntanse libres de interactuar en la obra, realmente motiva a continuarla. Esto va dirigido a aquellas personas que pasaron o pasan por covid. Sin importar si me leen desde el hospital o en sus casas, cuídense mucho. 

Gracia por leer.

Capítulo 613:

La Trampa del Fénix

Había una linterna encendida un poco más abajo del callejón de los jardines imperiales.

La Princesa Real Duanjia lucía ansiosa. En repetidas ocasiones instó al eunuco que lideraba el camino a que se moviera más rápido.

El eunuco no se atrevió a desobedecerla, por lo que caminó más rápido.

Su doncella, Jinxiu, la siguió con el ceño fruncido y trató de persuadirla de ir.

-Princesa, es mejor si informamos de este asunto a la Princesa Wei. Si no quiere informarle de esto a la Princesa, también podríamos informar a la emperatriz viuda

El palacio interior estaba plagado de traiciones, similar a la política que se desarrollaba en la corte imperial. Sin embargo, la emperatriz viuda adoraba mucho a la princesa real Duanjia, y la joven princesa real Duanjia la visitaba muy a menudo para hacerle. A pesar de esto, ella no había crecido en el palacio, por lo que nunca había estado expuesta a las tácticas clandestinas que se sucedían por aquí.

El príncipe Wei y la princesa Wei eran tan cariñosos como el día en que se casaron, además que el príncipe Wei nunca había tenido concubinas. Sus dos hermanos también la consentían, por lo que nunca había experimentado la traición y los planes que ocurrían en la mayoría de los patios interiores.

Si bien la princesa real Duanjia no era tan inocente como suponía Jinxiu, era cierto que no estaba bien versada en eludir complots o subterfugios.

Con respecto a la sugerencia de Jinxiu de informar a su madre o la emperatriz viuda sobre el asunto, la princesa obviamente también había pensado en eso, pero inmediatamente falló en contra.

Esto fue simplemente porque la persona que resultó herida, según el informante, no era otra que He Erlang...

Si algo le sucedía a He Erlang, no quería que su madre o la emperatriz viuda lo supieran. Si hubiera alguna situación comprometedora, seguramente perdería a Erlang por alguna otra mujer que estuviera convenientemente cerca...

La Princesa Real Duanjia ya había escuchado que He Erlang estaba de servicio como uno de los guardias reales hoy.

El informante que había venido a notificarle era alguien que ella había plantado en el interior del palacio, por lo que probablemente sus palabras eran ciertas.

La Princesa Real Duanjia aceleró el paso aún más cuando dijo en voz baja:

-No es necesario; puedo manejar un asunto tan pequeño como este yo misma. Además, conozco la zona. No pasará nada malo

La Princesa Real Duanjia a veces podía ser demasiado terca. Como ella era la sirviente en la que más confiaba, Jinxiu lo entendió muy bien. Por lo tanto, Jinxiu sabía que ya no tenía sentido tratar de detenerla. Todo lo que pudo hacer fue suspirar y permanecer cerca de su ama. Rezó para que el sirviente hubiera sido sincero sobre el informe y que no los llevaran de la nariz a una trampa.

Unos quince minutos después, el sirviente que sostenía la linterna condujo a Duanjia a un salón de palacio remoto que estaba a cierta distancia de los jardines imperiales.

El Reencarnado se Encuentra con la Transmigrada. Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora