El portazo retumbó en toda la casa y salió a la calle sin rumbo fijo. Absorta en toda la decepción que siente en ese momento, caminó mientras el frio clima que hacía a esa hora de la noche se lo permitió. Todo a su alrededor está cubierto por una fina capa de nieve, ambiente perfecto para todo el daño que lleva encima, gélido como su dolor, intolerable como las heridas que le acaban de infligir. Una traición sin prejuicios, sin vacilar, enterrando todo aquello que un día soñó.
Sus pasos lentos vagan adoloridos por aquella fina capa de nieve, dejando huellas asustadizas porque en poco tiempo serán borradas. La baja temperatura en aquella ciudad le otorga un premio a su repentina soledad, a su necesitada claridad. De pronto todo se le hace extraño, los años vividos, los días de alegría, los segundos de placer, todo se le hace desconocido y se siente una imbécil al pensar en todo el tiempo que malgastó a su lado, él no hizo más que utilizar sus minutos y su piel.
¿Por qué llegamos a esto? ¿Por qué no nos detuvimos a tiempo? ¿Por qué fue tan estúpida? Muchas preguntas, ninguna respuesta. No hay lágrimas en sus ojos, solo una mirada triste, vacía, que expresa el mar de sentimientos oscuros que golpea su cuerpo en ese momento. Como desea estar en los brazos de su gemela, solo ellos son capaces de refugiarla y alejarla del dolor.
—¡Keila, espera! —un joven se acerca a ella corriendo.
—Aléjate de mí Joel. ¿Crees que puedes venir a tratar de explicar lo que presencié con mis propios ojos? Pues para tu información, ¡no! No puedes explicar nada, eres un egoísta, tantos años y todo lo mandaste a la mierda por minutos de calentura. ¿Cómo crees que me siento ahora? Me siento humillada.
—Perdóname mi amor, todo fue efecto del alcohol, ella se me tiró encima, no fue intencional —el joven intenta atrapar sus manos, pero ella las aleja bruscamente.
—Me fascinan las personas que se refugian en esa estúpida justificación —dice la chica alejándose un poco de él.
—Keila, por favor.
—Lo nuestro debió terminar hace mucho tiempo Joel, no teníamos que llegar a esto, no a una traición.
—Lo siento —el hombre trata de mostrar un poco de arrepentimiento, pero no logra engañarla.
—Pues yo no. Si te queda un poco de dignidad da la vuelta y desaparece, no tenemos más nada que hablar.
Keila da la espalda y camina alejándose de él. El joven avanza detrás de ella cautelosamente. La nieve que cae es cada vez más densa. La temperatura ha bajado varios grados. Pareciera que todo se va a congelar. El frío favorece a los actos sombríos.
Contempla todo a su alrededor y luego pone su mirada oscura en la mujer que fue su pareja por más de cinco años que se aleja despacio, decidida a terminar con todo aquello que un día construyeron y que él se encargó de derrumbar.
Muy pocos autos circulan a esa hora de la noche, pero aun así hay muchos rodando por aquellas frías y mojadas carreteras, que invitan a cualquier tipo de maldad. Sigue a la joven rubia de fisionomía perfecta de cerca, contando sus pasos, con los pensamientos nefastos golpeando su mente.
La chica se da cuenta que alguien la sigue y se da la vuelta para ver la persona que camina detrás de ella.
—¿Acaso no te pedí que te marcharas? ¡Quiero que me dejes en paz!
Joel niega con la cabeza, mirándola fijamente. Se acerca a ella rápidamente rompiendo la distancia entre los ellos. Apenas pasan segundos, como si todo estuviera planificado por el mismo tiempo, sería capaz de afirmar que el destino estaba a favor del acto tétrico que aquel hombre iba a cometer, todo tan perfecto, no había un maldito error en los hechos.
Empuja a Keila y esta da tres pasos hacia atrás, trata de buscar equilibrio, pero apenas puede pensar en ello, cuando siente los frenos de un coche y al instante este estrellándose contra su cuerpo. No sintió más, no había que sentir más, todo pasó tan rápido que lo único que llegó a su mente fue un nombre, Carla.
El causante de aquel desastroso accidente, luego de ver lo que había hecho, huyó. Nunca se dio cuenta que en aquel coche iban dos personas, una mujer al volante y una pequeña de cuatro años en la parte atrás del mismo, él solo cumplió su objetivo, si no era de él, no era de nadie.
El coche luego de impactar con el cuerpo de aquella persona, dio vuelta por varios metros. La nieve no favorecía en nada a que aquel desdichado accidente fuera menos doloroso, todo se había vuelto oscuro, funesto, cambió tanto el ambiente que nada podía salir bien de todo aquello.
De aquellos tres corazones solo dos latían, con pocas fuerzas, el impacto había sido tan violento que ninguna de esas tres personas estaba preparada para ese suceso, no para tal magnitud de daños.
Sirenas se escuchaban a lo lejos, motos y choches de policía fueron llegando al lugar del accidente. Todo fue pasando como película de acción, solo que de ficticio no había nada, esta era la cruda realidad.
—La niña no muestra signos de estar viva —dice uno de los paramédicos que examina el cuerpo de la pequeña.
—La joven que está aquí sí, pero su pulso es muy débil, rápido, no se puede perder tiempo —dice otro que evalúa a la joven rubia.
—La mujer que conducía está viva, ¡vamos! —grita una enfermera.
Bajo técnicas, procedimientos, protocolos, aquellos cuerpos fueron trasladados a la sala de urgencia del hospital central de la ciudad.
—Su cara me es conocida —dice uno de los enfermeros que vela porque no haya complicaciones mientras trasladan a una de las accidentadas hasta el hospital, observa el rostro de la misma con detenimiento.
—Oh, si, ella es la periodista que sale en el telediario de las noches —confirma otro, mirando aquel rostro conocido por miles de televidentes.
—Tremendo notición va a ser este.
Totalmente un caos, algo que se puede ver, pero cuesta explicar, vidas finalizando, nuevos comienzos despertando.
Aquí está, el primer capítulo de esta historia, la cual espero que disfruten y lo hagan saber.
Voten, comenten, compartan, solo si les nace hacerlo.
¡¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!!!
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TATUAJES. (Editando).
RomanceSu hermana Keila sufre un accidente tras el cual fallece en el hospital, ese mismo día una periodista famosa corre con la misma mala suerte, siendo la causante de la muerte de la joven y de su amada hija. Carla la hermana de la fallecida buscará v...