¿Alguna vez han tenido una cita con un desconocido?
Porque eso es justo lo que yo estoy a punto de tener, todo por insistencia de Fabia en querer realizar una cita doble con el amigo de su... amigo.
Una mesa por delante de la mía están Fabiana y el tal Thomas, pero lo menos que están haciendo es hablar, usan sus bocas pero no para soltar palabras.
Comienzo a creer que solo me trajo para que tía Laura la dejara salir.
Tomé mi teléfono para matar el rato viendo Instagram, supongo que ese amigo no vendrá porque ya a pasado una hora desde que estamos aquí y no hay rastro de él.
La primera foto que apareció en mi inicio fue una de Donovan por lo que fui directo a su perfil y lo bloquee. Si me olvidaría de él comenzaría a hacerlo bien.
Había estado tan inmersa en las distintas redes sociales que no me di cuenta que alguien se había sentado frente a mi, hasta que el sujeto en cuestión hizo un ruido con su garganta que provocó que apartarse la vista del móvil.
Frente a mi estaba un chico de piel clara, cabello negro como el carbón y unos ojos verdes bonitos a simple vista, pero; que si te detenías a mirarlos detalladamente denotaban perversión.
—Creo que el destino se empeña en juntarnos, ¿no crees, acosadora? —una sonrisa coqueta aparecía en sus rosados labios. Esos que hace días atrás había probado por segunda vez.
—¿Qué haces aquí? —pregunté dejando mi teléfono sobre la mesa. —Largo, estoy esperando a alguien.
Subió un poco las mangas de su sudadera, apoyó los codos en la mesa y se acercó un poco hacia mí.
—A menos que Thomas tenga otro amigo, creo que me esperabas a mi.
¿Puede el destino empeñarse en cruzar a una persona en tu camino muchas veces durante las últimas semanas?
Al parecer la respuesta es: Sí.
Pero hay que admitir que de todos nuestros encuentros este es el más normal.
—Ya sabía yo que poseía mala suerte.
—Me ofendes —una mueca en su rostro hacía notar su punto —Al menos yo no soy un obsesionado con los extraterrestres y tampoco soy un come mocos.
Dio justo en el clavo al describir mis anteriores doble citas con mi prima y sus ligues.
—¿Cómo es que...? —iba a preguntarle como carajos sabía eso, pero me interrumpió.
—Tu prima lo mencionó cuando me detuve a saludarles, dijo algo así como "Por favor sé una cita normal" . Y ya después contó brevemente tus desastres con el come mocos y el chico extraterrestre.
¿Expectativas de que esto salga medianamente bien? No, no tengo.
Ninguno dijo más, su mirada entrecerrada y su cabeza un poco inclinada hacia la derecha hacían saber que me estaba analizando.
Gire mi rostro hacia un lado y fingí ver a las personas que caminaban del otro lado de la ventana, me ponía nerviosa que me viese tanto.
—Eres linda, aún no entiendo como Donovan no se ha fijado en ti. —oírle decir que era linda solo hacía que los nervios fuesen mayores y que mis manos sudaran, todo porque nuestros anteriores encuentros llegaban a mi mente uno tras otro sin dar tregua.
—Seguramente sea porque no soy igual a las chicas con las que él suele enrollarse.
—¿Por qué lo dices? —de pronto había captado totalmente su atención.
—El día de la fiesta en su casa le vi besar a una chica que no era Wendy, y bastante rato después salía de un baño siendo seguido por otra chica, eso sin contar que cuando me marché estaba afuera besándose con una chica que no eran ninguna de las tres anteriores.
—¿Y tú por qué eres diferente?
—Porque yo pienso en algo más que solo ir de fiesta en fiesta. Me preocupo por entrar a una buena universidad, paso la mayor parte de mi tiempo libre leyendo…
—Eso suena a la chica perfecta para mí —decía mientras apoyaba su espalda en el respaldo de la silla —Logras llamar la atención porque a simple vista se ve que eres diferente, o por lo menos eso percibí yo.
—¿Y que más percibiste? —pregunté.
—Que tienes maneras bastante extrañas de intentar hacer que las cosas pasen, aún cuando el resultado tal vez no sea el esperado y arrastren a terceros.
Decidí no preguntar más pues posiblemente trajera a colación uno de mis momentos vergonzosos en las últimas semanas, y ya suficiente tengo con que mi memoria los recuerde cada dos por tres.
El tema de conversación cambió, hablamos de cosas irrelevantes y cuando ya no hubo que más contar decidimos salir de la heladería y recorrer el resto del centro comercial.
Tiendas de ropa, zapatos y demás íbamos dejando atrás hasta que Alan propuso ir al cine; por lo que caminamos hasta allí y vimos las películas en cartelera. No fue difícil elegir, ambos estuvimos de acuerdo en ver una de terror, él fue a comprar las entradas por lo que yo fui por palomitas y bebidas para los dos, la función estaba próxima a comenzar así que después de encontrarnos en la entrada de la sala, fuimos juntos hasta los asientos del medio donde no habían tantas personas cerca.
Personalmente, cada vez que venía al cine elegía asientos un poco apartado de los demás, así podría ver con tranquilidad la película y no me distraería con los susurros de las personas o con sus muestras de afecto en público.
—¿Qué te parece si mientras inicia la película nos conocemos un poco más? —preguntó para después llevar un puño de palomitas a su boca. —Quiero saber quién es la chica que me detalló hasta los lunares ese día en el baño.
Jamás se olvidaría de ese encuentro, estaba clarísimo.
—La idea fue tuya, tú pregunta.
—¿Nombre y apellido?
—¿Es en serio? —pregunté cruzándome de brazos.
—Quiero saber como se llama mi futura novia —un encogimiento de hombros acompañó su respuesta.
Su respuesta me sorprendió, porque de todo lo que imaginé que podría decir, no creí que fuera eso.
—Creo que ya sabes cómo me llamo, pero si quieres saber mi apellido, es Kelly.
—Venus Kelly de Johnson —pronunció lentamente. —Suena bien. ¿Tu edad? —preguntó nuevamente.
—Dieciocho ¿y tú? —pregunté de vuelta.
—Veintiuno. ¿Pasatiempo favorito?
—Leer —ni siquiera me detuve a pensar la respuesta.
—¿Qué estudiarás cuando termines el instituto?
—Probablemente algo relacionado con la literatura.
—¿Dejarías que te bese de nuevo?
—Sí.
¿Les a pasado que oyen algo y responden de manera automática sin detenerse a procesar la pregunta?
Me di cuenta que yo estaba haciendo justo eso cuando sentí sus labios sobre los míos y su mano en mi nuca impidiendo que pudiese separarme.
Sinceramente, no pensaba hacerlo.
No cuando en ocasiones anteriores sus besos me habían dejado con la sensación de querer más, de sentir el roce desenfrenado de nuestros labios como la primera vez
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TENTACIÓN
RomanceLa tentación puede venir en cualquier presentación, en este caso; la tentación tiene ojos verdes, cabello negro como el carbón y un cuerpo malditamente sexy. Para Venus será muy difícil resistirse pero ¿realmente logrará no caer en las garras del pr...