¿Saben esos pequeños momentos donde están en completo silencio, donde no se oye ni el ruido de una mosca? así estoy yo justo ahora, sin hermano que este jodiendo a cada momento y sin madre que este gritando aún cuando nos tiene a tres pasos de distancia.
Tengo la casa completamente sola para mi.
Hora de poner manos a la obra —canturreó la voz de mi cabeza haciendo que fuese a mi habitación por mi computadora y volviese al sofá de la sala donde estaba anteriormente.
Y un dato que no sabían de mi es qué, a parte de espiar a mi casi vecino, cabe aclarar que ya no hago más eso, otro de mis pasatiempos favoritos es escribir relatos, pero no cualquier tipo de relatos... nada más y nada menos que relatos eroticos.
Irónico ¿no?, relatos subidos de tono escritos por alguien que es más virgen que el aceite de oliva.
Pero bueno, de esto se trata la vida de las personas como yo, tener la teoría pero no la práctica.
Me encontraba debajo de él, una de sus manos tenía atrapadas las mías por encima de mi cabeza. No podía evitar retorcerme por el placer que ocasionaba el frío hielo y su lengua al entrar en contacto con mi seno derecho, una corriente deliciosa recorría mi columna y solo provocaba que cada vez me sumergiera más al abismo de placer que creaba el hombre encima de mi.
La escritura de mi relato se vio interrumpida por el sonido de la puerta siendo golpeada, quería terminarlo y sinceramente me planteé el no abrir, pero quizá era algo importante por lo que fui a ver quién diablos estaba tocando mi puerta como si no hubiera un mañana.
De todas las personas a las que esperé ver frente a mi puerta; jamás creí que el mismísimo Donovan Carson estuviese ahí, relajado y con las manos en los bolsillos de su pantalón rasgado.
Llegué a jurarme que esto solo era una alucinación y que él en realidad no estaba ahí.
—¿Vas a dejar de verme como si tuviese tres cabezas? —preguntó.
Comienzo a creer que realmente me estoy volviendo loca y que toda la cafeína que he ingerido el día de doy me está haciendo tener alucinaciones.
¿Por qué vendría a mi casa? Y sobre todo ¿por qué carajos me habla como si fuésemos amigos y no como normalmente lo haría?
—¿Qué haces aquí? —la curiosidad me estaba matando y de verdad quería saber cuál fue esa fuerza extraña que lo arrastró hasta aquí.
—¿Me dejas pasar?
—No.
—Okey. —caminó los pasos que nos separaban y con un simple empujón me apartó de la puerta y se adentró en mi casa como si fuese suya.
Caminó hasta el sofá donde había estado sentado la vez que vino con sus padres y se dejó caer.
Justo cuando decidí olvidarme del que fue mi crush por años; una fuerza extraña lo arrastra hasta mi sofá. Vaya, que ironía. Esto seguramente me hubiese encantado años atrás, e incluso hasta hace unas semanas seguramente hubiese agradecido a todos los dioses conocidos por haber hecho que esto pasara, pero ahora solo me provoca confusión. No entiendo la razón del por qué está aquí.
—Vine a invitarte a una fiesta de piscina que haré el próximo domingo. —habló, después de que le pregunté por segunda vez qué hacía en mi casa.
—¿Por qué me invitas ahora, si antes nunca lo hiciste?
—Solo estoy invitando a todos los chicos de nuestra edad que viven en esta urbanización y me sentí mal de no invitar a mi fan número uno. —maldito egocéntrico. ¿Cómo es posible que antes no me di cuenta cuán idiota era?
Pienso en mi yo de hace unas semanas y una risa se escapa de mi garganta, seguramente me hubiese puesto a chillar de emoción porque Donovan me invitó a su casa.
—¿Qué te hace gracia? —preguntó de manera dura, frunciendo el entrecejo.
—Que seas tan egocéntrico que creas que aún me gustas —respondí burlonamente. Lo estaba haciendo bien, había prometido no caer más ante él y lo estaba logrando. —La gente se cansa de esperar algo y cuando por fin acepta que eso no pasará, la situación o persona simplemente deja de importar.
Su rostro era desconcertado, en definitiva no se esperaba esa reacción de mi parte, y eso solo hacía que la sonrisa en mi rostro se hiciera más grande.
—Gracias por la invitación pero no iré a tu fiesta, ahora hazme el favor y lleva tu culo fuera de mi casa.
—¿Me estas corriendo? —preguntó mientras se levantaba del sofá, fijó la vista en la computadora que estaba en la mesita de madera y de inmediato me aproximé a cerrarla.
Por poco y ve lo que estaba escribiendo.
—Sí
Contrario a lo que pensé que haría, simplemente se marchó sin decir nada más; azotando la puerta después de haber salido.
Esto fue muy raro.
Caminé hasta la cocina y tomé una lata de Coca Cola de mi hermano y volví a sentarme en el sofá.
Intenté seguir escribiendo mi relato pero después de este encuentro simplemente las ideas decidieron marcharse.
¡Te odio, Donovan!
Conecté mi teléfono a los parlantes que estaban cerca y comenzó a sonar una canción que hasta ese momento no sabía que tenía, algo de jazz suave me vendría bien para intentar recuperar esa inspiración que salió corriendo cuando vio aparecer a mi ex crush.
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TENTACIÓN
RomanceLa tentación puede venir en cualquier presentación, en este caso; la tentación tiene ojos verdes, cabello negro como el carbón y un cuerpo malditamente sexy. Para Venus será muy difícil resistirse pero ¿realmente logrará no caer en las garras del pr...