⚛Capítulo 2⚛

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Me encontraba en el salón de clases sentada en mi lugar de siempre, ese último puesto en la fila junto a los ventanales.  Desde aquí tenía un poco de vista hacia la cancha  que hasta el momento estaba vacía, y hacia el gran árbol en el que solía sentarme leer de vez en cuando durante la hora de almuerzo.

Apenas oía la voz de la profesora que hablaba sobre algo.

Mis ojos se cerraban involuntariamente y por más que luchaba para mantenerlos abiertos, el sueño podía más conmigo.

La luz y las voces desaparecieron por un corto tiempo y no fue hasta que oí un fuerte ruido cerca de mi que volví a la realidad.

La profesora se encontraba frente a mí de brazos cruzados, dedicándome una mirada furiosa. ¡Mierda! me había quedado dormida en clase.

Iba a hablar pero ella me interrumpió.

—¡Salga de mi clases, ahora! —su voz tronó en mis oídos y, bajo la atenta mirada de todos mis compañeros tomé mi bolso y me dirigí a la salida del salón.

No era mala estudiante. De hecho era uno de los mejores promedios, simplemente no pude dormir en toda la noche terminando el trabajo que nos correspondía hacer a Donovan y a mí; pero que por interrumpir su sesión de amor pasional terminé haciendo yo sola.

A paso lento y desganado caminaba hacia la biblioteca, al entrar al paraíso de libros saludé a la señora Jenn y seguí caminando hasta una mesa desocupada, dejé mi bolso encima de esta sin hacer mucho ruido y luego tomé asiento en la silla; recosté mi cabeza sobre mi bolso usándolo de almohada y cerré los ojos.

Ya que me habían echado de clases y tenía dos horas libres, aprovecharía a recuperar un poco mi sueño.


                           ♡♡♡

Sentía como movían delicadamente mi hombro, pero yo solo quería seguir durmiendo tranquilamente como hasta el momento lo estaba haciendo.

—Venus, cariño, despierta —susurraba una voz a mi lado, pero me negaba a abrir los ojos —Despierta, niña —habló más fuerte obligándome a abrir mis ojos.

—Ya, ya esto despierta —hablaba pausadamente mientras frotaba uno de mis ojos. —¿Qué hora es? —sentía que era muy poco tiempo lo que había dormido.

—Son las 1:50 p.m. —respondió la señora Jenn.

¡Mierda! Había entrado hace 5 minutos a clases.

Como si mis piernas tuviesen un resorte me levanté rápidamente de la silla y tomé mi bolso saliendo apresurada de la biblioteca, despidiéndome en el camino de la amable mujer que se encargaba de ese lugar.

Corría por los pasillos como si mi vida dependiese de ello, yo jamás llegaba tarde a clases y no comenzaría a hacerlo ahora.

Sin detener mi impulso provocado por la carrera abrí la puerta del salón haciendo que todas las miradas se posaran en mi.

—Yo… siento el retraso, señorita Martins —mi pecho subía y bajaba a gran velocidad, sentía como mis pulmones ardían por la falta de aire y como me costaba formular palabras —¿puedo pasar?

—Adelante señorita Kelly —indicaba la profesora mientras llamaba la atención de los demás alumnos y seguía explicando algo que estaba escrito en el pizarrón.

TENTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora