⚛Capítulo 42⚛

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Contrario a lo que se creería, el día después de la fiesta no fue una gran maravilla, todos despertaron después de mediodía y cuando estuvieron medianamente "bien" tuvimos que limpiar el desastre que había quedado del día anterior. Lo bueno de todo esto es que no habían jarrones ni cuadros rotos, lo malo fue qué muchos no llegaron a los baños de la planta baja y devolvieron todo el alcohol en los pasillos.

Fue realmente asqueroso limpiar eso.

Ya había pasado una semana desde el cumpleaños de Jay y todo volvía a la normalidad, mis clases en el instituto estaban un poco más pesadas pues se acercaba el fin de curso y los profesores querían tener todas las notas a tiempo.

Con Alan nuestra "relación" marchaba bien, hace un par de días había tenido que viajar a realizar los trámites para ingresar a la universidad a la cuál había pedido cambio, por lo que estaría varios días fuera.

Lo extraño, no puedo negarlo.

Extraño ir con él por un helado o ir un rato al parque de BMX, gracias a él ahora era capaz de montar una patineta sin caerme en el intento.

—¡TE ESTOY HABLANDO! —gritaba mi prima mientras me zarandeaba para que le prestara atención.

Lo cierto es que el día de hoy he estado más ida de lo normal.

—¿Qué? —no sabía que tanto me había dicho.

—Te estaba diciendo que me pases una copia de tu trabajo para yo modificarlo y enviarlo... es que salí con Thomas y se me olvidó hacer el mío. —rascaba su nuca mientras veía a otro lado como quién no había hecho nada malo.

—¿Y se puede saber que hacías tanto que se te olvidó hacer tu trabajo? —pregunté, haciendo énfasis en el <tu> mientras me cruzaba de brazos.

Su risita me hacía saber desde ya, que lo próximo que pronunciaría sería algo muy típico de ella.

—¿Sabes? Deberías intentar follar en un auto, es... excitante, el saber que en cualquier momento podrían ser descubiertos.

Definitivamente Fabiana Reece jamás iba a cambiar.

Sin ánimos de seguir oyendo sus cuentos de sexo en público caminé hasta mi escritorio y saqué un USB donde tenía una copia de mi trabajo y se lo tendí.

Sé que no debería hacerlo porque la lección de todo esto es que ella debe estar al pendiente de sus estudios pero, es un favor que me deberá, así que cuando lo necesite no dudaré en cobrárselo.

                                ♡♡♡

Fabia se había marchado hace un rato y cuando pensé que pasaría la tarde más aburrida de mi vida empezaron a tocar insistentemente la puerta.

¿Quién carajos pretendía tirar abajo mi puerta?

—¿QUÉ? —grité apenas abrí la puerta, sin siquiera fijarme quién estaba frente a mi.

—Ay, hola. —decía el chico frente a mí, quien como era costumbre ya, me apartaba y entraba a mi casa como si fuese la suya.

—¿Pretendías romper mi puerta o qué carajos? —me crucé de brazos mientras Donovan se sentaba en mi sofá y tomaba el control de la TV para cambiar de canal.

—Pretendía que oyeras que lo más guapo que has visto en tu vida estaba tocando a tu puerta.

—Te aseguro que lo más guapo que yo he visto en mi vida no se encuentra aquí. —me burlé

Empezó a protestar contra mis palabras así que sin prestarle más atención cerré la puerta y fui a la cocina dejando solo al chico que estaba en mi sala.

Ya se le había vuelto costumbre venir a mi casa sin avisar y ponerse a oír música o ver TV mientras devorábamos los dulces de Jayson.

Al final de todo Donovan Carson si resultó ser un buen amigo.

—¿No tienes a alguien a quien ir a molestar? —pregunté sentándome a su lado con unas barras de chocolate y maní para los dos.

—Sí, a ti ¿Por qué crees que estoy aquí?

No respondí y él tampoco volvió a hablar, solo nos limitamos a ver la serie que se reproducía frente a nosotros.

Apoyé mi cabeza en el hombro de Donovan y no sé en que momento me quedé dormida pero, cuando desperté la TV estaba apagada, la luz que alumbraba la sala era muy tenue y estaba rodeada por unos brazos, más específicamente, estaba rodeada por los brazos del chico que había sido mi crush.

Pero no sólo eso, estábamos acostados en el sofá y mi cuerpo estaba apoyado en el suyo, mi mirada se centró unos minutos en su rostro, detallé sus largas pestañas, su nariz perfilada y sus labios; el inferior levemente más grueso que el superior y con un tono rosa bastante vivo.

Se movió un poco y apretó más mi cuerpo contra el suyo. Me quedé quieta pensando en cómo haría para levantarme sin que se despertara, todo hasta que oí su voz haciendo que casi me ahogara con mi propia saliva.

—Creo que me gustas, rara.

Sus palabras fueron apenas un susurro, hasta llegué a creer que en realidad no había dicho nada y que todo había sido producto de mi imaginación, incluso esperé a que se moviera o dijera algo más, pero simplemente no pasó nada, su respiración seguía igual de calmada, aún estaba dormido.

De pronto su agarre se fue aflojando hasta rodearme solo con brazo, no lo pensé dos veces y me levanté poniendo una distancia prudente entre ambos. Apenas crucé el umbral de la cocina fui por un vaso de agua, joder... ¿qué había sido eso?

Eché un recorrido rápido por la casa y solo seguíamos estando nosotros; por lo que decidí hacer algo para cenar y así tratar de olvidarme de sus palabras, pensarlas demás no me iba a llevar a ningún lado.

Haría un poco de lasaña por lo que empecé a dejar sobre la encimera los ingredientes que utilizaría, me concentré tanto en la preparación de nuestra cena que no me di cuenta que Donovan estaba apoyando en la entrada de la cocina con la vista clavada en mi.

—¿Quieres ayudarme? —le pregunté mientras ponía a cocer las laminas de pasta.

—Yo quemo hasta el agua así que no te recomiendo que me incluyas en lo que tenga que ver con la cocina.

Llegó a mí lado y luego de ojear lo que estaba preparando, se sentó en la encimera prestado atención a todos los ingredientes que usaba, preguntando de vez en cuando por qué ponía tan poquito de esto, o mucho de aquello.

El ambiente era entretenido pues en ningún momento Donovan dejó de hablar y, cuando la cena estuvo lista, ambos nos dirigimos al comedor con nuestros respectivos platos.

—¿Aceptarías cocinar para mi? —dijo después de probar un poco de lasaña. —Te pago lo que quieras.

—¿De cuanto estamos hablando?

No es que estuviera pensando en aceptar su propuesta... aunque no me vendría mal ahorrar un poco de dinero para cuando vaya a la universidad.

Capítulo dedicado a mis bebés:

*Yinailin
*AndreaCasRom
*Mi-Cielo-Azul-2407
*SeleneyAeganForever
*Yenifer_ia
*Lapatatamexican

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