Como de costumbre llegué a la casa y esta estaba completamente sola, lo positivo de eso era que mi madre no se daría cuenta que llegué sin bolso.
Junto con Fabia subimos las escaleras hasta llegar a mi habitación, fui directo al clóset para sacar una muda de ropa y dejándola sola crucé el pasillo hasta el baño donde me cambié el uniforme. Cuando regresé mi prima estaba acostada en mi cama con el bolso a su lado en el suelo y cambiando de canal como si su vida dependiese de ello.
—No porque cambies más rápido de canal significa que mágicamente aparecerá algo que te guste —mencioné tirándome a su lado en la cama.
Dejó el control a un lado y luego de unos segundos en silencio por fin habló:
—¿Crees que ya has visto y pasado suficiente como para dejar de babear por el idiota de Donovan, o aún te falta un poco más? —preguntó con su vista fija en el techo.
Cuando tomaba esa posición sabía que la charla entre ambas iba en serio.
—¿Crees que no quisiera que dejara de interesarme? Joder, estoy cansada de querer que se fije en mi, y lo hace, pero definitivamente no de una buena manera. He perdido cuatro años de mi vida en un enamoramiento estúpido, lo sé, créeme que siempre me repito que debo olvidarme de él y me recuerdo cuán idiota ha sido conmigo; pero siempre vuelvo a lo mismo... Creo que tengo el complejo de que mientras menos caso me hace más me gusta.
—Yo... —se quedó en silencio —creo que no puedo entenderte porque nunca me ha pasado pero, te amo; eres mi única prima y no me gusta ver como dejas pasar oportunidades con chicos solo porque tu atención está centrada en un idiota... Solo debes olvidarte de él.
—Lo intento. Te juro que lo intento y a veces me odio por no conseguirlo. —murmuraba mientras mi voz se iba volviendo cada vez más baja —Tengo 18 años, solo quiero vivir un romance como cualquier persona de mi edad.
—Pero mientras no superes ese enamoramiento extraño que tienes hacia él no podrás lograrlo. —decía mientras tomaba mi mano —Ya basta de dejar que te dé balonazos, empujones y demás. Puedo defenderte, eso no me molesta, pero quiero que seas tu misma quien le ponga un alto a todo eso. Quiero de vuelta a esa Venus de 10 años que le rompió los huevos a un niño porque le rayó su libro favorito.
Sin poder evitarlo una carcajada se me escapó al recordar esa escena. Amaba y extrañaba tanto estos momentos junto a Fabiana, con ella las conversaciones podían pasar de serias a graciosas en cuestión de segundos.
—Haré que te folles a alguien y así olvides a Donovan, eso tenlo por seguro o dejo de llamarme Fabiana Reece. —dijo de repente sentándose en la cama —Estas a cuatro meses de cumplir 19, cursas el último año de instituto, no se cómo carajos no te has enrollado con nadie aún.
—Porque tiene complejo de virgen, por qué más va a ser —gritó mi hermano desde la puerta quien estaba acompañado por su novio. Le lancé una almohada dando justo en su cara —Y a parte de virgen tiene complejo de loca agresiva. —dijo para irse rápidamente y encerrarse en su habitación haciendo resonar un portazo.
Desde aquí podía oír sus carcajadas. Como le gusta joderme la paciencia.
Nuestra conversación concluyó cuando decidimos poner una película y terminar de pasar la tarde. Sus padres no llegaban hasta después de las 8:30 de la noche y como vivíamos en la misma urbanización podía quedarse un rato más y ya luego la acompañaría a su casa.♡♡♡
Un par de películas y la hora se nos había pasado volando sin darnos cuenta, Fabia había recibido un mensaje de la tía Laura diciendo que en 10 minutos estarían en casa, de hecho eso fue lo que nos hizo volver a la realidad, así que teníamos máximo 9 minutos para recorrer la urbanización de punta a punta y evitar que su madre se enterase que pasó la tarde en mi casa y no en la suya como le habían ordenado.
—Joder, Venus, mueve ese culo de tabla que tengo 8 minutos para llegar a casa si no quiero terminar castigada más tiempo —técnicamente no había problema en que mi prima llegase después de las 8:00 p.m. a su casa siempre que estuviese conmigo, peeeeero, ella tenía tiempo límite para llegar a su casa el día de la fiesta de Donovan ¿y que pasó? Bueno, llegó al siguiente día después de mediodía y con resaca.
A la tía Laura eso no le hizo mucha gracia que digamos.
—Ya voy. Corro todo lo que puedo, recuerda que yo no soy buena en estas cosas—grité para que me pudiese oír ya que iba unos cuantos metros por delante de mi.
Solo una cuadra nos separaba de su casa cuando de la nada se detuvo haciendo que me estampase contra su espalda.
—Que carajos, por qué te detienes? —pregunté, a lo que ella me señaló un auto que pasó frente a nosotras.
Estamos Jo-di-das
—Ni modo, buscaremos otra forma de entrar a la casa —dijo para después echar a correr nuevamente como si su vida dependiese de ello.
No me quedó de otra que seguirle el paso y terminar con la distancia que había entre nuestra parada y su casa. Eran pocos metros pero no se podía comparar nuestra carrera con un auto en marcha.
Cuando llegamos a un costado de su casa vimos como sus padres bajaban del auto cargando algunas bolsas y se dirigían a la puerta.
—Por aquí —me tomó del brazo llevándome con ella hasta un árbol que daba justo a su venta.
—Estas loca ¿quieres que me suba por allí? ¿Y si me caigo y me rompo algo? —señalé el tronco que tenía una rama un poco baja que servía para empezar a escalar.
—Mira no te hagas la que no sabes escalar uno, porque bien que te he visto escondida entre las ramas del árbol que tiene vista a la habitación del idiota de Donovan. —dijo empezando a escalar para entrar a su habitación.
Eso fue un golpe bajo.
Luego de que ella entrase fue mi turno por lo que de manera rápida y ágil subí hasta llegar a su habitación.
La suerte estaba de nuestro lado pues apenas terminé de poner los pies en el suelo la puerta se abrió mostrando a mi tía que llegaba a ver si su hija se encontraba en casa.
—¿Cómo están? —preguntó tía Laura desde el marco de la puerta.
—Bien ma.
—Uhm. ¿Y llegaron aquí después del instituto?. —volvió a preguntar.
—Si tía, viene a hacerle compañía a Fabia, aprovechamos su castigo para adelantar varios trabajos —fue mi turno de responder.
—Abajo hay pizza, bajen a cenar. —dijo para después desaparecer por el pasillo.
—Joder, eso estuvo cerca. —murmuró mi prima tirándose a su cama.
Y vaya que sí, por poco y nos descubren entrando por la ventana.NOTA: se ven raros los primeros capítulos sin dedicatorias, había olvidado que con eso comencé cuando ya casi iba a mitad de la historia.
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TENTACIÓN
RomanceLa tentación puede venir en cualquier presentación, en este caso; la tentación tiene ojos verdes, cabello negro como el carbón y un cuerpo malditamente sexy. Para Venus será muy difícil resistirse pero ¿realmente logrará no caer en las garras del pr...