Habían llegado a la casa, agarraste en tus brazos a tu hija y la llevaste hasta su cuarto para dejarla sobre su cama y arropada.
Izana estaba en la habitación, tomaba un poco de lo que parecía ser Whisky, tu solo lo ignoraste y te empezaste a poner ropa cómoda para dormir.
-No quería gritarte- Izana se puso detrás de ti para besar tu cuello-Solo me molesta que desconfíes de mi.
-El aroma de cereza que ella desprendía, era el mismo que olí esa vez- Izana levanto su ceja.
-¿Que dices? -El te giro hasta que ambos se miraran -¿Enserio crees que yo y ella?.
-Solo te digo que su aroma estaba impregnado en tu ropa -Izana te miro serio, sus manos empezaron hacerse puño.
-Kiara, no te estoy siendo infiel, ella a veces se me acerca demasiado, pero nada mas de eso, ni siquiera la miro -Te diste la vuelta y empezaste a sacar tus aretes y collares -Tu y Shun pasan mucho tiempo juntos.
-¿Ahora piensas que yo y shun somo algo?.
-No, lo siento solo.
-No, esta bien -Izana te miro.
-No esta bien, ¡¿Piensas enserio que te estoy engañando?!, ¡¿Es que aun piensas que lo hare?!, Kiara yo te amo, Samanta se masturbo enfrente de mi, pero yo.
-¿Que hizo que?.
-No, Kiara, maldición .
-¡¿NO QUE?!, Izana ya no eres un maldito adolescente hormonal, ¡TE RECUERDO QUE ESTAS CASADO Y TIENES UNA HIJA!, ¡SI QUERIAS SEGUIR DE IDIOTA ME HUBIERAS DICHO DESDE UN PRINCIPIO Y YO NO SEGUIA A TU LADO!.
Izana se empezó a reír -Pero lo estabas, seguías a mi lado, seguías junto a mi como la estúpida que eras, ¿Por qué no te fuiste de mi lado la primera vez que te humille?, ¿Por qué no te largaste la segunda, tercera y las demás veces?- mordiste tu labio del coraje- A ti te gusta que te pisoteen, no tienes nada de dignidad y siempre volverás a mi por mas cosas que haga -Golpeaste su rostro con bastante fuerza.
-Porque te amo, esa es la razón -Tus lagrimas bajaron por tus mejillas -Sin embargo tu nunca lo hiciste y ni hasta ahora lo harás, pero esta vez no seguiré siendo la misma estúpida de antes -agarraste una almohada y una sabana, lista para irte al cuarto de invitados.
Izana se quedo observándote -Lo siento, no quise decir eso, Kiara, yo te amo demasiado, perdón, a veces la rabia me gana y digo cosas que no quiero.
-Lose, pero lo dijiste -Cerraste la puerta y caminaste hasta el cuarto de invitados, arreglaste la cama y cerraste la puerta con seguro, te hiciste bolita y lloraste en silencio.
Izana agarro una camisa nueva y se la puso, salió del lugar y fue directamente a un bar, respiraba profundo mientras se tranquilizaba.
Llego al bar y lo primero que hizo fue pedir trago a cantidades grandes.
Bebió, bebió y bebió hasta estar completamente mareado -Uno mas, por favor -Hablo izana con la cabeza pegada en la mesa del mostrados.
-Hola -Una chica de cabello negro, piel algo blanca y ojos amarillos se le acerco -¿Estas solo?.
-Aléjate de mi -Agarro la bebida que le dio un chico y se la bebió de un solo, la chica se acercaba a el cada vez mas, Izana solo la ignoraba, en su cabeza solo estabas tu y la reciente pelea que tuvieron.
-Estas mal, ven vamos a la habitación -Levanto la mirada y observo su rostro.
-Kiara -Abrazo a la chica con fuerza -Lo siento mucho amor, yo, estuve mal, no te volveré a decir nada así, por favor perdóname -La chica sobo la espalda de Izana.
-Esta bien, no te preocupes -Lo llevo fuera del bar para luego llevarlo a su departamento.
La ropa caía en el suelo, Izana besaba con intensidad a la chica que tenia cierto parecido a ti, las manos del moreno pasaban por su cintura sin embargo algo lo hizo alejar de golpe haciendo que recobrara un poco la conciencia.
-No eres Kiara -Izana limpio su boca, agarro su celular listo para llamarte pero la chica lo interrumpió.
-Izana, soy yo, Kiara -Las manos de la chica pasaron por su pecho, Izana la observo, poco a poco sus labios se encontraron nuevamente, Izana cada vez se encontraba mas excitado, su miembro presionaba sus pantalones.
La chica lo llevo a su cuarto, lo acostó y desnudo rápidamente, observo lo grande y palpitante que estaba su miembro, saboreo sus labios y empezó a lamerlo, Izana la aparto y la tumbo a la cama para poder embestirla.
Sus cuerpos chocaban y los gemidos de la chica eran cada vez mas irritante para el chico, salido de su interior -Izana -La chica lo atrapo en sus labios, el moreno volvió a entrar, no falto mucho para que ambos se vinieran.
La chica tenia una enorme sonrisa en su rostro, como si hubiera hecho algo que quería hace tiempo, abrazo a Izana haciendo que el la abrace también -Ahora estaremos juntos -Izana cerro sus ojos lentamente para luego quedar dormido.
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Miraste tu celular, ya era algo tarde, nueve de la mañana, saliste de la habitación, Izana no estaba en ningún lugar, se te hizo raro ya que siempre se iba a las once, te dirigiste a la habitación de tu hija, ella aun estaba dormida, no la quisiste molestar y te pusiste a preparar la comida.
Izana se levanto notando que alguien abrazaba su cuerpo y el hacia lo mismo, sus ojos enfocaron a la mujer desnuda ante el, la cual claramente no eras tu, se aparto rápidamente y se levanto de la cama.
-Lo hice...-Sus manos fueron a su cara, empezó a jalar su cabello -Lo hiciste Izana, maldición, Maldición, Maldición.
La chica se levanto por la bulla del moreno -Izana, hola.
-¿Quien eres?- Izana empezó a ponerse su ropa.
-A, soy Lori -Izana miro a la chica, era demasiada hermosa, su cuerpo tampoco estaba mal, golpeo su rostro para salir de esos pensamientos -Mi numero esta en tu celular, podremos repetir esto nuevamente.
-No, yo ya estoy con alguien, así que no.
-Kiara, ¿no?- Lori se levanto y quedo enfrente de Izana -Ella no se debe de enterar de esto, anoche ambos disfrutamos de esto.
Izana no dijo nada y salió del lugar, su cabeza daba vuelta, su cuerpo apestaba a trago, no sabia como mirar a tu hija y a ti, no estaba consiente esa noche, quería decirlo pero recordó lo que tu le habías dicho.
-No puedo decirlo...no ahora -Izana manejo hasta su casa, al llegar noto que estabas sentada en la entrada de la puerta jugando con lo que parecia ser un gato, le dio demasiada ternura observar eso, Izana dejo estacionado su auto y luego se acerco a ti.
-Buenos días -Hablo Izana, observaste su rostro, se veía algo apenado -Siento haberte dicho todas esas cosas anoche, yo no quería hacerte sentir mal.
-Izana, quiero confiar en ti -el moreno se acerco para abrazarte, tus fosas nasales se llenaron de ese olor a alcohol -Hueles horrible, anda báñate.
-Te amo -Beso tus labios con fuerza -realmente te amo.