Emi miraba las habitaciones de su nueva casa, sonreía al ver que su cuarto era mas grande que el anterior, bajo las escaleras directo a la cocina en donde ella siempre te encontraba,
-Mami, ya podre tener mas juguetes -su sonrisa desvaneció al ver que no estabas, miro a la sala y tampoco estabas, su sonrisa volvió al escuchar la puerta abrirse -¡Papi! -izana agarro a la pequeña con cierto cansancio, Emi miro que su padre cerraba la puerta -¿Donde esta mami?.
-Ella no vendrá, Emi -Izana se acostó en el sofá, ubico a su hija en su pecho mientras la abrazaba, su aroma le recordaba al tuyo.
-Quiero que mami venga -sus sollozos empezaron a aparecer -Quiero a mami.
-Puedes ver mañana a mami, te dejare con ella y te quedaras en su casa, no llores.
-Pero yo quiero que estemos los tres -Izana observaba las lagrimas en el rostro de su pequeña hija -Yo quiero estar con los dos.
-Emi, mami y papi ya no estarán juntos por un tiempo -Emi empezó a llorar mas.
-¿Es porque mami te grita?- Izana negó.
-Yo cometí un error y tu madre se encuentra muy mal -Emi abrazo a su padre, no sabia muy lo que pasaba, solo quería que tu e izana estuvieran juntos nuevamente.
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Los labios de shinichiro seguían besando los tuyos, tus manos cada vez bajaban un poco mas, la puerta se abrió, kisaki había entrado pero ustedes ni siquiera escucharon eso, Kisaki observo como Shinichiro te besaba, con algo de delicadeza pero seguía siendo algo rudo, de alguna manera te imagino en esa misma escena pero con un mocoso riéndose entre ustedes.
Hizo un sonidito con la puerta haciendo que se separen -No te escuchamos entrar -dijo apenado shinichiro.
Miraste a tu hermano, el observo ese faltante brillo en tus ojos, sonreías pero no se veía igual que tus anteriores sonrisas, Shinichiro dio un ultimo beso y se fue del lugar dejándote a solas con tu hermano.
Kisaki se sentó en el sofá, tu le seguiste, lo abrazaste haciendo que el te abrazara, se quedaron así un rato hasta que el hablo -Hare que hagan los papeles del divorcio.
-Quiero hablar de eso con Izana, luego te diré que hagas para eso -Kisaki frunció sus cejas -Shinichiro parece una buena persona, ¿No lo crees?.
-Si, si lo creo -Ambos hablaron de lo que pasaba, sobre lo que pasaría con tu hija, sin embargo sabias que ella solo te extrañaría por momentos, siempre fue mas apegada a Izana ya que el siempre pasaba mas tiempo con ella, pero de igual manera te dolía no tenerla.
{...}
Tus amigos te miraban, te veías jodidamente mal, tu rostro, tu cabello y tu cuerpo, te veías diferente, parecías una momia.
Baji se acerco a ti para peinarte y maquillarte, smile acomodo tu traje y tu zapatos -Te ves horrible -dijo mitsuya.
-Me duele escucharlo de ti -le hablaste.
-A mi también me duele -dijo takemichi -por cierto, Izana y Emi, están en tu oficina, ¿Los sacamos?.
-No, esta bien -Te despediste de ellos y subiste a tu oficina, Shun y Samira aun no llegaban de lo contrario ambos hubieran molido a golpes a Izana.
-Mami..- Emi se acerco lentamente a ti, observo como habian bolsas de ojeras en tu rostro.
-Emi -diste una pequeña sonrisa de lado, la pequeña no veía tu típica sonrisa que la hacia sonreír, sentía que si se acercaba a abrazarte llorarías en sus brazos -¿Puedes ir con Draken?, quiero hablar con tu padre.
-¿Iras a casa con nosotros?- la pequeña salía de la habitación.
-No, ya mismo hablare contigo -Emi salió de la habitación dejándolos solos, Izana se sentó en la silla que estaba en tu escritorio y tu te sentaste en la tuya haciendo que ambos quedaran frente a frente.
-Kiara te extraño.
-Quiero el divorcio -Izana trago fuerte -y quiero que, ambos tengamos permiso para casarnos de nuevo -Izana levanto su mirada hacia ti, se levanto y se acerco a ti.
-No..., no puedo -Te levantaste y quedaste a metros de el -No quiero esto Kiara.
-Sobre la custodia de Emi, si quieres quédatela tu o la compartimos, tu decide los días.
-Ella no quiere esto.
-Pero yo si, ustedes dos no están pensando en mi, ¿Tu me extrañas, no?, y te arrepientes de lo que hiciste, pero solo piensas en hacer que te perdone y vuelva a ti, pero no estas pensando en lo destruida que me siento, Emi solo ha de pensar "Quiero a mis padres juntos", pero solo es eso.... ¿Por qué no me abrazo ese día en el hospital cuando me vio llorar?, ¿Por qué no pidió quedarse en la casa y esperarme?. ella solo esta encaprichada.
-Ella se encontraba asustada -en parte tenia razón.
-Bien, pero eso no cambiara mi idea del divorcio, Emi queda aparte de eso -Saliste de la habitación siendo seguida por Izana, Draken te entrego a tu hija y tu la hiciste venir hasta el comedor, Izana solo se quedaba en silencio.
-¿Volverás con nosotros?.
-Emi -tomaste su manito -Papi y Mami no estarán juntos nunca mas -Emi soltó tu mano y te observo - por lo que tendrás que tomar una decisión, puedes quedarte con mami o con papi -emi miro a Izana -O puedes quedarte con tu papi y venir a visitarme ciertos días.
-Papi ayer lloraba -Emi te miro sin mostrar reacciones -Papi quiere estar contigo pero tu no quieres estar con el -te hiciste para atrás en la silla -yo no quiero estar contigo, eres mala.
-Bien, la niña es toda tuya -Emi vio como tus lagrimas bajaban, ni siquiera le importo eso, solo pidió que Izana la agarrara en sus brazos -Pueden irse, Izana, firmare los papeles, espero que también lo hagas.
Caminaste de manera tambaleante hasta tu oficina topándote nuevamente con tu hermano -Creí que me necesitarías -Te tiraste sobre el y lo abrazaste, te sentías como una niña cada vez que el te abrazaba, Kisaki sentía la necesidad de estar contigo en estos momentos, acaricio tu cabeza y le dio pequeños besos, Izana quien había subido con Emi se quedaron detrás de la puerta.
-Ella no me quiere -le hablaste -¿Soy una mala madre?.
-Claro que no, no pienses eso -Kisaki limpiaba tus lagrimas -Ella solo esta confundida -Emi escuchaba tu llanto sin embargo se tapo sus oídos.
-Quiero irme, no quiero volver a ver a mami.
-Esta bien -Izana se llevo a la menor, tu solo quedaste en la oficina contándole las cosas a tu hermano quien le dolía de una manera infernal verte de esa manera, quisiera tener algún tipo de aparato para hacerte perder la memoria y que olvidaras a esos dos, pero así era la vida.