~15~Vendaje

21.3K 2.2K 516
                                    


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

-Levántate la camisa.-le ordenaste al hombre sentado en el sofá. Su ceja derecha se levantó con lo que dijiste.-Mejor aún, quítatela.

Le oíste reírse suavemente pero lo hizo de todos modos.

-Mandona.-le oíste susurrar pero te limitaste a fulminarle con la mirada. Observas como se quita la camisa ensangrentada y la tira en la mesita de café a tu lado.

Dejaste escapar un jadeo cuando viste una herida de arma blanca en su estómago, estaba sangrando bastante mal así que inmediatamente empezaste el tratamiento aunque querías hacerle algunas preguntas. Primero te lavaste las manos antes de aplicar una suave presión sobre la herida con una venda.


-Sujétala y presiona suavemente, tengo que ir a por agua y una toallita.-le dijiste al hombre antes de dirigirte a la cocina a por las cosas que necesitabas. Después de conseguirlo todo corriste hacia él y colocaste la palangana llena de agua tibia a tu lado. Te arrodillaste frente a él y comenzaste a enjuagar la herida con agua durante unos diez minutos.

Le oíste soltar un quejido mientras restregabas algo de agua alrededor de la herida. "

-Realmente sabes lo que haces, ¿eh?-dijo, lo que hizo que le miraras y te dieras cuenta de que te miraba con una sonrisa de satisfacción. No sabes por qué pero su actitud te molesta al principio, parece una persona seria y silenciosa pero vaya que te equivocaste. Es molesto.

"Maldita sea, debería dejarle morir fuera."


Pusiste los ojos en blanco.

-Obviamente.-dijiste sarcásticamente.


Dejó escapar una carcajada pero luego volvió a gemir por la herida.

-¿Cómo te llamas?-preguntó.


-Eso no es de tu incumbencia.


-Oh, vamos. Has dicho que eres amiga de Mikey así que ¿por qué no me lo dices?


Enjuagas el paño y coge el tubo de Neosporin de su caja de primeros auxilios.

-Exactamente, soy amiga de Mikey no la tuya.


El hombre volvió a soltar una risita que te irritó, mientras aplicabas una fina capa de la pomada en la herida presionaste ligeramente sobre ella lo que le hizo quejarse de nuevo y te hizo sonreír.


"Eso te pasa por ser un cabrón engreído."


-Ayyyy, trátame con cuidado, por favor.


No le respondiste y solo continuaste aplicando el ungüento, después de eso pegaste una almohadilla de calibre grande en su herida. Sentiste su mirada fija en ti mientras hacías tu trabajo.


-Más vale que no me mates después de haberte tratado, para que sepas que tengo un bate.-le advertiste. Pero el hombre no pareció sentirse amenazado y volvió a reírse.



-Oh, vas a necesitar algo más que un bate para matarme, nena.-le miraste de nuevo y estabas a punto de presionar su herida de nuevo cuando levantó los brazos juguetonamente y sonrió.-Es una broma, sólo estoy bromeando.

Sugar Rush || Bonten x lectora (Yandere)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora