Sugar Rush || Bonten x lectora (Yandere)

~50~ Dormir

Advertencias: contenido sexual

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No has dormido mucho después de tu encuentro con Takeomi en la cocina, tal vez sea porque ya has dormido lo suficiente o porque estás nerviosa de que alguien se cuele realmente en tu habitación. Te acostaste en tu cama mientras esperabas que saliera el sol cuando un golpe interrumpió tus pensamientos.

Entrecierras los ojos sospechando de quién se trata, te quitas el edredón que cubre tu cuerpo y te acercas lentamente a la puerta.

-¿Quién es?- preguntaste aún sin abrirla.

-Hola, T/n, soy yo.- preguntó la voz ronca de Kakucho.

-¿Kaku?- preguntaste y giraste el pomo para abrir la puerta. Fuiste recibida por él mientras se paraba frente a tu habitación, su cabello esta alborotado y desordenado como si lo hubiera peinado con sus dedos varias veces. La camisa azul oscuro que llevaba le quedaba muy bien, ya que le envolvía el cuerpo sin problemas, junto con el pijama a cuadros del mismo color.

-Lo siento, ¿te he despertado?- preguntó preocupado.

Parpadeaste un par de veces y tragaste con fuerza.

-No, en absoluto.- agitaste una mano y volviste a mirarle a los ojos. -Llevo un rato despierta, no puedo dormir.

-Sí... yo también.- dijo mirándote fijamente.

-¿Tú también?- preguntaste.

Asiente con la cabeza.

-Después de lo que pasó en la cena de anoche, no creo que pueda dormir un poco.

Te cruzas de brazos sobre el pecho al recordar lo sucedido.

-Hmm...- todo lo que pudiste hacer fue tararear en respuesta.

Él dio un paso adelante y colocó su mano izquierda en el marco de la puerta y se inclinó más cerca de ti.

-¿Sigues enfadada?

Dejaste escapar un suspiro.

-No creo que mi enojo desaparezca pronto, Kakucho.- respondiste con sinceridad y la culpa y la tristeza son evidentes en su rostro. -Pero... estoy tratando de entenderlos a todos o al menos lo intentaré.

Lo que has dicho es mitad mentira y verdad. Claro, querías hacer las cosas como las planeas engañándolos y mostrando que les das una oportunidad pero una parte de ti todavía quiere entenderlos. Sólo un poquito.

"¿Estoy cavando mi tumba al hacerlo? Creo que sí."

Los dos os mirásteis fijamente como si tratárais de sopesar la veracidad de tus propias palabras. Kakucho se movió sobre sus pies sin apartar la mirada y fue entonces cuando te diste cuenta de que los dos estáis teniendo una conversación en el pasillo.

-Tener este tipo de conversación aquí en el pasillo parece inapropiado, ¿por qué no entras y continuamos esto dentro?- le preguntas y te haces a un lado para que pueda tener espacio para entrar.

Él ladea la cabeza y una sonrisa de satisfacción se dibuja en sus labios.

-¿No me vas a cortar la polla?- la jocosidad recubre sus palabras.

Te ríes entre dientes.

-No, esta vez no.

-¿Lo prometes?

-Sí, lo prometo. Ahora deja de hablar y entra.

Se lamió los labios y entró a grandes zancadas en tu habitación.