¿Por qué? ¿Por qué aquel sentimiento la invadía? _____ dejó que aquel llanto se apoderara de ella. Había pasado tanto tiempo queriendo morir. Había pasado tanto tiempo pensando que era un error que ella hubiera sobrevivido a aquel asesinato. Pero cu...
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_____ corría a una buena velocidad, constante. Para cuándo estaba atardeciendo, vio la silueta de la Sede Central, dónde su maestro la estaba esperando. _____ esperaba no haberlo hecho esperar mucho, pues no sabía cuánto tiempo Sanemi ha estado esperándola. Solo esperaba que no mucho.
Cada vez se acercaba más, con el sol todavía en el firmamento, finalmente _____ llegó. Los kakushis la recibieron y la atendieron cuidadosamente, cosa que todavía incomodaba un poco a _____.
El cuervo lo dirigió hacia dónde estaba su maestro. La de hebras negras encontró a su maestro hablando con Oyakata-sama, tomando tranquilamente un té verde con aquel hombre de apariencia débil. A pesar de aquello, le inspiraba un profundo respeto.
Los dos hombres se voltearon a ver a la de ojos blanquecinos en cuanto ésta llegó. La chica hizo una reverencia hacia su maestro y luego se inclinó ante el líder de la Cofradía de Asesinos de Demonios.
-No te inclines, hija mía-le dijo Oyakata-sama, cómo si pudiera verla. Que la llamara de aquella manera, "hija mía", la hacía sentir cómo si aquel hombre fuera casi cómo un padre y eso que aquella era la segunda vez que lo veía.-Ven conmigo-_____ obedeció a aquel misterioso hombre, y se sentó al lado de su maestro.
-Has llegado, por fin-le dijo Sanemi cómo saludo a su estudiante.
-¿Tarde mucho?-inquirió la de hebras negras algo decepcionada, ¿lo habría hecho esperar mucho?
-No, acaba de llegar-respondió Oyakata-sama por su maestro.-Cambiando de tema, ya que estamos aquí, yo mismo les daré los detalles de su nueva misión-dijo el hombre.
_____ se emocionó brevemente, por fin iría a una misión con su maestro. Podría apreciar de primera mano las habilidades de un Pilar, los espadachines más hábiles de la organización. _____ se preguntó acerca de la misión, que era tan importante (o peligrosa) para mandar a un Pilar.
-Se sospecha la existencia de un demonio en un pueblo cercano-informó directamente Oyakata-sama.-En tan solo dos semanas, más de 30 humanos han muerto misteriosamente. Su misión es investigar si hay un demonio y exterminarlo, pues todos los espadachines que hemos enviado no han vuelto-Sanemi y _____ asintieron, los determinados, a su manera, a acabar con aquel demonio.
-Con esa cantidad de personas, puede que se trate de una de las Doce Lunas-opinó Sanemi. El hombre de cabellera negra frente a los dos espadachines asintió, concordando con lo que Sanemi acababa de decir.
-Precisamente por eso quiero que tu tsuguko vaya-señaló el hombre- Ella quería hacerse más fuerte ¿no es así? Es una buena oportunidad para ella ver de primera mano lo que un Pilar es capaz de hacer, ¿no es así, _____?-inquirió.
_____ se sorprendió, era cómo si aquel hombre le hubiera leído los pensamientos. Pero aún así, asintió sorprendida.
-Así es, Oyakata-sama-respondió _____ sin necesidad de levantar su voz.
