¿Por qué? ¿Por qué aquel sentimiento la invadía? _____ dejó que aquel llanto se apoderara de ella. Había pasado tanto tiempo queriendo morir. Había pasado tanto tiempo pensando que era un error que ella hubiera sobrevivido a aquel asesinato. Pero cu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Finalmente lo encontraron frente a restos de madera y una armadura. La muñeca era magnífica, era usada para entrenamiento, ahora estaba en el suelo totalmente destruida. El brazo que Muichiro se había llevado. Ahora tan solo poseía cinco brazos. El cielo se nubló, sintiendo el ánimo del pequeño pelinegro que veía la muñeca sin dar crédito a sus ojos. Los mecanismos de la cabeza podían observarse mientras las gotas de lluvia caían sobre los tres.
-¿Sabes? Deberías mostrarle a ese cretino de lo que eres capaz-_____ se agachó junto al pequeño herrero-Asegurémonos, Kotetsu-kun. A lo mejor puede seguir moviéndose-lo animó la de ojos perlados, sin importar que su ropa empezara a empaparse.
Kotetsu asintió.
Ambos alzaron la muñeca y lograron ponerla de pie.
-No se mueve... así que supongo que está...-Kotetsu no logró continuar.
Con un suave traqueteo la máquina a una velocidad increíble, se posicionó para batalla. Estirando los cinco brazos que le quedaban, con una katana en cada mano.
-¡Sí!-exclamó Tanjiro, quién observaba a la máquina con asombro-¡Se está moviendo, _____, Kotetsu-kun!-abrazó a la chica, pues se dio cuenta que había empezado a temblar nuevamente. Tal vez era por el frío, pero la de ojos perlados sabía que no era así.
Por alguna razón desconocida aquella muñeca le inspiraba un gran terror. Pero sí... Ella era muy friolenta, por lo que también temblaba por el frío.
-Lo está, _____-san, Tanjiro-san-decía asombrado Kotetsu-¡Por favor, vuélvanse más fuertes que ese imbécil de mierda!-exclamó. Para un chico de 10 años, Kotetsu de seguro decía muchas groserías.-¡Les ayudaré, con todo lo que tengo!-declaró Kotetsu.
Aunque _____ y Tanjiro estaban felices de que el muñeco de entrenamiento no estuviera completamente roto. Ambos esperaban partir a la habitación que compartían, descansar y volver. En especial con aquella fuerte lluvia. No obstante, el pequeño no los dejaría.
-Tanjiro-san, _____-san, por favor, vuélvanse aún más fuertes-pidió el pequeño herrero-Y díganle esto a él: "¿Es eso todo lo que tienes pedazo de basura? Tu cabello es muy largo, córtatelo cabeza de alga. Enano. Torpe-patas de palo. Ábrete la panza mocoso sin vergüenza"-decía sin control.
______ asentía convencida, ella con gusto le diría todas aquella cosas al indiferente Pilar. Tanjiro veía sin poder creerlo a _____ y a Kotetsu que parecían discutir qué decirle, entre peor mejor.
-¿EH? Kotetsu-kun, _____ eso no es un poco...-exclamó Tanjiro tratando de calmar a la de ojos perlados.
-¿Es mejor cortarle la cabeza y colgarla en prisión?-proponía _____.
-¡No, es mejor colgarla en el centro de la villa!-contradijo el pequeño Kotetsu.
-¡No, no puedo decirlo!-aclaró Tanjiro escuchando las locuras de ambos. Tanjiro comenzaba a conocer aquel desconocido lado de _____.
