¿Por qué? ¿Por qué aquel sentimiento la invadía? _____ dejó que aquel llanto se apoderara de ella. Había pasado tanto tiempo queriendo morir. Había pasado tanto tiempo pensando que era un error que ella hubiera sobrevivido a aquel asesinato. Pero cu...
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Lo único que recordaba era el cuerpo inmóvil de Tanjiro. Sus cálidos ojos rojizos idos. Lleno de sangre. Se preguntó _____ cómo es que todavía su vista no se tornaba carmesí de tanta sangre que había visto. Pero sabía que sin él, probablemente se perdería. No estaba lista, ni nunca lo estaría, para vivir sin su luz.
Estaba perdida, ¿qué haría ahora?
Lo único que sentía era aquel escozor en su piel, llena de odio y furia. Pero sobre todo aquel sentimiento familiar que le carcomía viva, culpa. ¿Por qué sentía aquello? Siempre que algo malo pasaba... sentía que era su culpa. ¿Por qué su culpa? ¿Por qué no la de alguien más? Ella no tenía la respuesta a eso y tal vez nunca lo sabría. Estaba hundiéndose cada vez más en su propia culpa y sentimientos negativos.
-Pero tú eres suficiente-una voz llamó su atención en la mitad de aquella infinita e intangible negrura.
-¿Eh?-su propia voz se escuchó extraña en aquel lugar.
-Tú eres más que suficiente-_____ pudo por fin ver a la dueña de aquella voz. Una mujer de mediana edad, de su misma estatura. Con los mismos ojos perlados y un cabello negro largo, que le llegaba a la mitad de la espalda.-Siempre los has sido, ____-susurró la mujer con sus ojos llenos de un amor desbordante.
-¿Hitomi?-inquirió _____ refiriéndose a su madre por su verdadera nombre.
-Supongo que te has enterado de la verdad, después de todo no podía esconderla para siempre-suspiró la mujer con una sonrisa melancólica-Pero quiero que sepas, por muy falso que suene ahora, que siempre te he amado. No necesitas probar nada a nadie, ni siquiera a él-susurró, acercándose. Refiriéndose al Rey de los Demonios.
-Mamá...-su propia voz se quebró ante la presencia de aquella mujer.-Yo lo siento, no pude salvarte esa noche...-la chica de ojos perlados se quebró frente a la mujer en sus sueños.
-No... no tienes nada de lo que disculparte-la tranquilizó Hitomi-Si hay alguien que debería estar pidiéndote perdón soy yo-repuso la mayor-Así que déjame disculparme por todo, por la carga que puse sobre tus jóvenes hombros... sin que tú lo hayas pedido. Lo siento por condenarte a pasar por todo eso. Tu vida debió de estar llena de sonrisas, gozo... Debiste de haber tenido una familia e hijos, morir cómo humana y no con el linaje de alguien cómo yo-se lamentó la madre de _____.
-Mamá... no, no digas eso-sollozó _____, limpiándose sus lágrimas con las manos-Yo... tuve una vida feliz y creo que estoy más que lista para entregarla, si eso significa derrotar a Muzan-susurró-No fue precisamente una vida perfecta, pero conocí a muchas personas que amo. ¡Creo que incluso encontré a la otra persona con el final de mi hilo, del que tanto me hablaste!-exclamó _____, con las mejillas sonrosadas.
-______, te has convertido en una hermosa jovencita-admiró Hitomi-Pero quiero que sepas, que por nada del mundo puedes morir ahora. Por que, él... Tanjiro-pronunció su nombre con cariño, sabiendo todo lo que aquel pelirrojo había hecho por su hija-él sigue luchando por su vida, por ti cielo-explicó la mujer de ojos perlados-Tienes que luchar por él, por ti... por tus amigos. No puedes morir, no todavía. ______ intenta poner un poco más de fe en tus compañeros-susurró la mujer, juntando su frente con la de su hija-E hija, tú nunca has sido la culpable de nada... el tiempo se acaba y hay muchas cosas que quisiera decirte, pero _____ tu siempre fuiste más que suficiente, tu nunca has sido inútil o un estorbo. Por que eres mi hija, yo sé que tú puedes con eso y aún más-susurró dándole un beso en la frente a su hija.
