La lucha continuaba, mientras Tanjiro y _____ peleaban contra el Rey de los Demonios cómo podían, habían otros cazadores cómo Genya y Murata que ayudaban de otra manera. No obstante, la pelea estaba en un punto muerto dónde se dedicaban a defender, esquivar y atacar al azar, sin importar dónde el ataque aterrizara. No obstante, era hora de avanzar.
Tanto Tanjiro cómo _____ tenían que ser más precisos con sus ataques, apuntar a sus corazones y cerebros. Tenían que apuntar correctamente. Tanjiro tenía que concentrarse aún más para entrar en el mundo transparente. La chica de ojos perlados se había dado por vencida con aquello del mundo transparente, por lo que decidida a compensar aquello que no podía hacer, se concentraba intensamente en sus sentidos espaciales, sintiendo cada vaso sanguíneo de su ser primero, para después extenderlo a los demás, por lo que aunque no pudiera verlo, era plenamente consciente de cuál era la posición de cada cerebro y corazón de Muzan.
Tanjiro, por otro lado empezó a ponerse nervioso por no poder entrar. Veía a su pareja pelear, concentrada profundamente, con los ojos cerrados. Pero él, él aún no podía sentir ni predecir dónde estaban los órganos del Rey de los Demonios.
¡Cálmate!
El pelirrojo tenía que calmarse, no podía entrar en pánico. Debían pelear hasta el amanecer, no debía rendirse. Por _____, por Nezuko, por su familia. Aquellos eran los únicos pensamientos que invadían su cabeza. Ella le daba fuerza, el pensar en poder ver su sonrisa en un mundo sin demonios. Pero los jóvenes no estaba solos. Cuándo menos se lo esperaron, sintieron cómo alguien los jalaba fuera del rango de ataque del demonio.
Era una defensa escurridiza, que en su tiempo le habían causado muchas dificultades en el entrenamiento. Se trataba de Iguro, el Pilar de la Serpiente. Este se suponía muerto, o por lo menos gravemente herido. Obanai, a pesar de sus heridas y la fatiga, cargó con los dos cazadores, esquivando ágilmente los ataques del demonio.
-¿Ese tipo volvió?-inquirió Muzan, enfureciéndose cada vez más. Con cada suceso que pasaba, su ira crecía, poco a poco.
-¡Iguro-san!-exclamó Tanjiro, sorprendido ante la repentina aparición del Pilar de la Serpiente. No obstante, sus heridas eran bastante graves, aunque sobreviviera, probablemente nunca volvería a recuperar la vista. Tres cortes bastante feos surcaban su cara, sus ojos heterocromáticos cerrados.
-Solo fueron mis ojos-cortó Iguro a Tanjiro, quién presintió lo que iba a decir-¿Están preocupados por los demás?-preguntó. Mientras hablaban, letales cortes, con la fuerza suficiente para partir un edificio por la mitad, llenaban el campo, mientras el Pilar los esquivaba cómo si su vista estuviera en perfectas condiciones.
-¡Iguro-san, te cubriremos en la pelea!-se ofreció _____, al ver lo herido que estaba de la vista. Por lo demás, no estaba herido de gravedad por lo que podría luchar, aún así careciese de vista.
-Desde un principio mi ojo derecho tenía la vista débil, no lo ví venir-explicó Obanai-No necesito que me ayudes, tengo a Kabamaru-susurró, refiriéndose a su serpiente que hacía de los ojos del Pilar de la Serpiente.-¿Se han recuperado?-preguntó.
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Busco un corazón |Un fanfic de Demon Slayer/Tanjiro x reader|
Fanfic¿Por qué? ¿Por qué aquel sentimiento la invadía? _____ dejó que aquel llanto se apoderara de ella. Había pasado tanto tiempo queriendo morir. Había pasado tanto tiempo pensando que era un error que ella hubiera sobrevivido a aquel asesinato. Pero cu...