¿Por qué? ¿Por qué aquel sentimiento la invadía? _____ dejó que aquel llanto se apoderara de ella. Había pasado tanto tiempo queriendo morir. Había pasado tanto tiempo pensando que era un error que ella hubiera sobrevivido a aquel asesinato. Pero cu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El chico había caído sobre _____, quién trataba de quitárselo de encima, pero no pudo debido a que el frenético chico rubio solo se agarraba más a ella.
-¡De... déjenme huir!-gritaba cómo maniático.
-¿Huir de qué?-decía _____ un poco fastidiada pues no podía incorporarse.
-¡Ya no puedo aguantarlo más! Ya no-decía con lágrimas en sus ojos ambarinos-¡Imagina que para llegar aquí, tuve que saltar una valla, y arrastrarme como lagartija!-gritaba histérico-¡Puedo ver mi cadáver ser destrozado!
-Ah-dijo un poco relajada la tsuguko al ver a su mentor.
Este agarró con fuerza la cabeza del rubio, enfurecido porque huyó del entrenamiento y después lo encontró tumbando a su tsuguko. ¿Qué se creía para faltarle el respeto de esa manera a _____? Eso pensaba. Pero se relajó un poco al ver a su alumna.
Pero, aún así... seguía hecho una furia.
-Elige-gruñó-Volver al entrenamiento o te corto en pedazos-amenazó
-¡Dame un respiro!-exclamó el rubio, saltando a los brazos de Tanjiro, asustado-¡GYAAAAH!-gritaba cómo loco.
-Cálmate un poco-susurró Tanjiro, temiendo un poco por la vida de su amigo.
-¡Cállate!-gruñó el Pilar del Viento harto, noqueándolo de un solo golpe en el cuello. Una sensación de déjà vu se extendió por el cuerpo de Tanjiro. Recordó la vez que se conocieron apropiadamente, en la casa del demonio tambor... la chica de ojos perlados también había noqueado a Zenitsu de un golpe en el cuello.
Ahora el rubio había sido noqueado por alumna y maestro. Cómo dicen por ahí... "De tal palo, tal astilla".
-Hazte cargo de él-gruñó el Pilar del Viento, refiriéndose a Tanjiro.
Mientras tanto, no sabía cómo, pero la tranquila chica de ojos perlados se veía feliz de volver a ver al peliblanco. Caminaron por el laberinto, al que la tsuguko y el maestro ya estaban acostumbrados, mientras que Tanjiro detrás de ellos, veía cómo el Pilar del Viento era más suave con la tsuguko que con los demás.
El pelirrojo supuso que era debido a la relación alumno-maestro. Pero a veces parecía una relación más fraternal, cómo de familia. Aún así, se le hacía extraño ver a Sanemi tan calmado junto a alguien. Incluso, sin poder creer sus ojos, vio cómo el peliblanco sonreía ante algunas cosas que decía la chica.
-¡Gracias por su guía!-exclamó el pelirrojo, interviniendo a sorpresa de _____-Comenzaré mi entrenamiento a partir de hoy con usted, ¡espero que nos llevemos bien!-no sabía por qué, pero Tanjiro pensó que la aceptación de aquel Pilar sería muy importante. No sabía por qué, pero su instinto le decía aquello.
-No seas confianzudo, idiota-gruñó Sanemi parándose.-No te he aceptado nada de nada-declaró.
-¡Por mí está bien!-exclamó repentinamente-Tampoco te he aceptado a ti... ¡Después de todo, apuñalaste a Nezuko!-replicó con una sonrisa retadora.
