¿Por qué? ¿Por qué aquel sentimiento la invadía? _____ dejó que aquel llanto se apoderara de ella. Había pasado tanto tiempo queriendo morir. Había pasado tanto tiempo pensando que era un error que ella hubiera sobrevivido a aquel asesinato. Pero cu...
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El piso entero se rompió, dejando solo a los demonios en la segunda planta. Uzui y _____ ya estaban abajo. La chica había atrapado a tiempo a la pareja.
-Corran, huyan. Si ven a gente díganles que evacuen el lugar-les dijo, entregándoles a la pequeña. Los civiles, aterrorizados ante lo que acababan asintieron y sin que se lo dijeran dos veces, corrieron con la niña en brazos.
Uzui había hecho la explosión efectiva y pudo salvar a las civiles y de paso a ellos mismos.
-Ustedes no van a escapar-gruño el demonio, y haciendo una seña con sus dedos, las guadañas volvieron, pero no al dueño. Si no que atacaron a los dos cazadores presentes. _____ podía acomodarse rápidamente al estilo de lucha del Pilar.
Por lo que cuándo se defendieron, lo hicieron con eficacia. No desperdiciaron ni un movimiento. Gyuutaro podía manipular la ráfaga de sangre en sí, una ráfaga de sangre que sigue a su objetivo hasta que explota.
Aquellos hermanos eran peculiares. Cuándo Uzui le cortó la cabeza a la demonio, esta no murió. Eso de por sí era demasiado extraño, una excepción a la regla. Si se cortara la cabeza del hermano, ¿los dos hermanos morirían? ¿Es el hermano el verdadero cuerpo? ¿Tendrían que cortar sus cabezas al mismo tiempo? Muchas dudas y pocas respuestas.
-_____, ¿estás bien?-preguntó el Pilar, preocupado por la chica al lado de él. La chica seguía intacta, un único hilillo de sangre por el rasguño hecho por Nezuko.
-Como nunca-respondió la chica con una sonrisa en su cara, a pesar de estar a peligro de muerte. El Pilar temía que aquella batalla fuera demasiado para la tsuguko, pero tal parecía que no era así. Sanemi había entrenado bien a su tsuguko.
El Pilar se dispuso a hacer su siguiente movimiento. Sacó otras tres bombas ninjas, que aventó al parecer a la nada. Pero con una gran precisión y velocidad, con sus katanas cortó las bombas. Generando una gran explosión, que abrió el campo de batalla. Ya que ya no había nadie, podían pelear libremente sin temor a la pérdida de vidas... de otras personas.
-Bueno... la manera ordinaria no sirve, ¿no es así?-se rió ______ al ver cómo los demonios se habían envuelto en la faja para protegerse de las explosiones.
-Empiezas a entender, niña... Después de todo, nosotros somos uno mismo-habló Gyuutaro. Después fue cuándo vio a la tsuguko, su sonrisa maliciosa desapareció. -¿Quién eres tú?-siseó señalándole.
El Pilar y la tsuguko miraron extrañados al demonio. Cómo la faja demonio de la hermana de Gyuutaro, ambos demonios sintieron un extraña aura rodeando a la chica. No era algo típico de un cazador de demonios, aquella aura tenía una inmensa sed de sangre que solo podía ser comparable con la de cierto demonio.
-No importa-pareció cambiar de opinión-Te mataré de todos modos-declaró para después centrarse en el Pilar-Hombre, tú eres diferente. Diferente al resto de los "Pilares" que he matado hasta ahora-lo dijo con tanta naturalidad, la palabra "matar"-Tú eres especial desde el día en el que naciste, fuiste elegido para tener ese talento-explicó con su voz llena de parsimonia-La envidia, hombre... voy a acabar contigo ahora mismo-sentenció.
