¿Por qué? ¿Por qué aquel sentimiento la invadía? _____ dejó que aquel llanto se apoderara de ella. Había pasado tanto tiempo queriendo morir. Había pasado tanto tiempo pensando que era un error que ella hubiera sobrevivido a aquel asesinato. Pero cu...
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Ubayashiki Kagaya, falleció con tan solo 23 años. Cada día de su vida se la pasaba visitando las tumbas de los cazadores de demonios caídos. Hasta que su enfermedad ya no le permitió ponerse de pie o salir de cama.
_____ vio incrédula, cómo la cabeza de Muzan crecía una vez más, incluso después de ser aplastada por el Pilar de la Roca. Entonces entendió algo, aquel demonio... Muzan, no moriría sin importar las veces que le cortaran la cabeza. Tal vez la única manera de la que pudiera morir, era por el sol. Tendrían que aguantar y pelear contra aquel monstruo hasta el amanecer.
Muzan definitivamente hacía honor a su nombre. La chica se percató de la abismal distancia de fuerza entre las dos Lunas Superiores que había enfrentado y su amo. A pesar de haberlo debilitado con aquella explosión y con la ayuda de aquella inesperada cómplice, aún tenía mucha fuerza. Eso significaba que tendrían que hacer todo lo humanamente posible por contener a aquel monstruo hasta que el sol saliera de su escondite.
Todos tendrían que atravesar aquel infierno con el propósito de vencer de una vez por todas a aquella criatura que había ocasionado tantos problemas, tanto dolor, que había sido la responsable de la caída de tanta sangre.
La chica de ojos perlados se dio cuenta de la diferencia de poder entre ellos. Vio con atención al Pilar de la Roca que se percató de cómo de una de las manos de Muzan empezaban a emerger una cadena de espinas. Pronto, esta se extendió rápidamente por todo el lugar.
"Técnica de sangre oscura: Cadena de espinas"
"Respiración de la Roca: Tercera Postura: Reflexión Ígnea"
Con el otro extremo de su arma, que era un hacha, blandió la hoja afilada, cortando rápida y ágilmente cada una de aquellas cadenas de sangre llenas de espinas.
-¡Bastardo!-gritó Sanemi enfurecido, al ver morir a aquella persona que le guardaba tanto respeto. Finalmente se habían decidido involucrar en la batalla-¿¡Qué carajos le has hecho a Oyakata-sama!?-preguntó con un tono desgarrador en su voz.
Los Pilares finalmente habían llegado, al Pilar de la Roca no se le pasó por alto la presencia de la chica. Era una presencia que emitía un veneno mortal y que en cualquier momento explotaría. Los sucesores de Kagaya, eran simplemente asombrosos, finalmente habían llegado al lugar de la tragedia, para asistir al Pilar de la Roca con aquel trabajo.
-¡No dejaré que su muerte sea en vano!-exclamó la chica de ojos perlados, mientras desenvainó rápidamente su katana.
-¡Oyakata-sama!-la familiar femenina voz de Mitsuri se escuchó en el lugar y siguiendo el ejemplo de la tsuguko del Pilar del Viento, sacó su katana, dispuesta a luchar.
-¡Es Muzan!-gritó Himejima, aunque la chica supo quién era con tan solo ver aquellos ojos inhumanos.-¡Kibutsuji Muzan!-gritó una vez más, para los Pilares que no eran conscientes de a quién se estaban enfrentando-¡Este tipo no morirá aunque le corten la cabeza!-gritó.
