FINAL ALTERNATIVO

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─No, ya no tienes cabida en mi vida.
─ Fernanda, por favor, perdona mi error.
─Ven, vamos a hablar ─nos sentamos a la mesa; afortunadamente estábamos solas─. Cuando te conocí, me impactó tu belleza y entre desprecios y risas te fuiste fijando en mí; yo estaba soñada de ver que tú, una mujer hermosa y empoderada se fijara en una chófer como yo. Mi ilusión fue siempre estar contigo y se logró. Me enamoré, dormía pensando en ti, amanecía pensando en ti y finalmente el universo hizo lo suyo, nos prestó un tiempo maravilloso que fue lo más lindo que me pudo haber dado. Quise protegerte, cuidarte como sé hacerlo, fuiste un sueño hecho realidad. Finalmente tuvimos una hija maravillosa. Te agradezco haberme dado la oportunidad de ser madre, algo que jamás pensé. Estar contigo fue lo más lindo y placentero de mi vida, me diste un arma muy poderosa para seguir existiendo, tu amor. El principio fue así, el final lo decidiste tú. Si me quedo contigo sería desleal con mis convicciones. No es porque yo sea ególatra u orgullosa, simplemente soy una mujer que se ama por sobre todas las cosas y que no permite que nadie la lastime. Me conozco perfectamente, sé que siempre te estaré reprochando y eso no lo quieres tu ni yo, no sería vida para ninguna. Sé perdonar, pero no se olvidar y eso nos traería muchos problemas si quisiéramos intentar algo nuevo. Te amé, aún te amo. pero me dolieron mucho tus desplantes, que aguantaba por amor. Pero las grietas que fuiste dejándome partieron. Las palabras duelen y los hechos matan, y tu mataste el corazón que no te fue suficiente para que lo amaras. Me dejaste heridas difíciles de sanar. Lloré tu engaño y estuve sola recuperado mi autoestima y el amor hacia mí; cuando me di cuenta habían pasado tres años, apartada del mundo mío y conociendo otro que me encantó. La paz que tengo no la cambiare por nada ni nadie. Algo muy lindo que jamás vamos a negar es nuestra hija y sé que siempre estaremos en contacto por ella. Jessica, la experiencia que nos da la vida es para que en un futuro seamos mejores personas y cuando nos llegue otra oportunidad de amar lo hagamos desde el fondo, sin censurar nada y yendo con todo. Me enseñaste una fuerte lección, un aprendizaje de vida positiva, me di cuenta de que aunque se ame con el alma no debemos permitir que nadie juegue con nuestros sentimientos de esa manera tan cruel. El amor es algo muy difícil de entender, pero muy bonito de sentir. no lo desprecies ni lo humilles, no sabes cuando la vida te va a sorprender. Me voy feliz porque te amé y lo dejé todo por ti. En el poco tiempo que estuviste conmigo me hiciste inmensamente feliz. Amaba hacerte el amor y tocar tu cuerpo perfecto; con eso me quedo y doy gracias al universo por haberte puesto en mi camino. Me diste una hija maravillosa y de hoy en adelante será la niña más feliz a tu lado. Yo no podré darle lo que tú tienes; a mi lado ella seria feliz pero no tendría la posibilidad de ser alguien en la vida y contigo sí. No es rencor lo que tengo, es madurez emocional y amor propio. Deseo que seas feliz con nuestra hija y que las dos estén bien. ─las lágrimas salían de sus ojos.
─¿No te importa tu hija? ─me miraba desconsolada.
─Por eso la dejo contigo, para que se realice profesionalmente y sea una persona de bien. Yo la veré de vez en cuando y apoyaré a su manutención con lo que pueda. Sé que el dinero para ti no es problema, pero me gustaría ayudar.
─Acepto lo que quieras hacer, me voy a Estados Unidos en cuanto el doctor la dé de alta.
─¡Adelante! Si eso es lo que crees que está bien, lo acepto también.
─Perfecto. Entonces no hay más que hablar ─la sentí fuerte y firme.
─Mañana me voy, quiero pasar este día con ella y después despedirme, no para siempre, pero si por un buen tiempo.
─No es posible que te importe tan poco tu hija, ¿ni por ella puedes olvidar y dar una oportunidad más?
─¿Acaso hubo una primera? Por ella soy capaz hasta de irme de su vida si así lo quieres.
─Me decepcionas, Fernanda. Me estás demostrando que Arianita te importa poco.
─No voy a pelear más contigo, Jessica. Le di un poquito de mí y ahora ella está bien. Si eso tampoco es suficiente, ya no importa.
─No le vayas a decir que te vas, solo vete para que no sufra.
─Tranquila, ella ni siquiera sabe quién soy yo.
─Que mal estás, ella sabe perfectamente que eres su mamá.
─Tal vez, pero no ha convivido conmigo, así que le será fácil no extrañarme.
─Te desconozco.
─Nunca quisiste conocerme, siempre he actuado así, soy firme en mis palabras y leal a mis convicciones, mi honestidad, lealtad y fidelidad siempre estarán conmigo así me muera de amor.
─Pues deseo que también encuentres a esa persona que buscas, pero creo que ya la encontraste, Violeta ─suspiré.
─No, Violeta es una gran amiga, incondicional, pero al igual que tú jamás dejará de ser quien es. El amor para ella, como para ti, no es lo primordial; a ella le interesa una mujer para un rato, a ti te interesa una mujer que esté cumpliendo tus caprichos y acepte tus locuras. Nadie cambia, Jessica, así se enamore profundamente, modificamos algunas cosas para obtener lo que queremos y cuando lo tenemos volvemos a lastimar sin importar nada. Si se tiene ¿para qué hacer esfuerzo alguno? 
─Te equivocas, yo si cambié, nuestra hija me hizo ver la vida de diferente manera.
─Te felicito entonces, me da gusto saber que a la próxima mujer que esté contigo le darás todo ese amor bonito que tienes guardado.
─No voy a hablar más. Todo se ha dicho. ─se levantó y salió de la casa. Yo respiré y pedí al universo que fuera el día siguiente para irme. Arianita sería feliz a su lado y con sus abuelos, que le darían todo lo que necesitara, sin egoísmos de mi parte para pelear su la custodia; podría ganarla con la ayuda de Violeta, pero ese no es el caso. Lo que importaba era la estabilidad emocional de Arianita y su salud.
─Hola, Fer. ¿Por qué tan pensativa? ─preguntó Camila.
─Me voy mañana. ─Se sorprendió mucho.
─¿No te quedarás?.
─No, mi hija va progresando muy bien y yo debo trabajar para poder ayudar un poco a Jessica.
─Es lamentable oír eso ─sonaba triste.
─Si, pero debo irme.
─No la perdonaste, ¿verdad?
─Hace tiempo, perdonar alivia.
─Estoy de acuerdo. En tus manos está la posibilidad ─me miró desconcertada.
─No, en mis manos está ser feliz con alguien que me valore.
─Hacen bonita pareja y con una hija estaría bien darse una oportunidad, ¿no lo crees?
─Fuimos dos personas que se cruzaron a destiempo. No hay posibilidad de nada. Solo vivir para nuestra hija y tratar de llevarnos bien por ella.
─¡Mira quien está aquí mi amor, tu mami! ─la señora Sara entró con Arianita en sus brazos, mi hija se veía fuerte y mucho mejor.
─Hola, mi amor, ¿dónde estaba mi princesa hermosa?
─Fer. ─me llamo por mi nombre y me emocione.
─Si corazón, soy Fernanda que te ama con todo su corazón ─la señora la puso en mis brazos y me la comía a besos.
─No, cosquillas no. ─decía con sus palabras entrecortadas.
─Sí, te haré muchas cosquillas ─reía mucho. La abracé con todo mi amor. Contuve las lágrimas. Arianita no paraba de reír y me encantaba, hacía que todo hubiera valido la pena. Me puse a jugar con ella hasta que cayó rendida y se durmió, llegó la noche y me preparé para irme al otro día.
─Jessica me dice que te vas, Fernanda. ─dijo la señora Sara.
─Así es.
─No podemos detenerte ni hacer que cambies de opinión, se va a respetar tú decisión. Sabe que las puertas de mi casa están abiertas para cuando quieras volver.
─Lo agradezco, vendré a ver a mi hija muy seguido, aunque Jessica dice que se la llevará de aquí.
─Si, pero solo por un tiempo, te avisaremos cuando este aquí para que vengas a verla, es tu hija y ese derecho no te lo quitara nadie. Es triste que así lo decidieras y que no hayas perdonado a mi hija. Yo soy como tú, un día alguien me lastimo tanto que no quise volver a saber nada de él, me buscó por mucho tiempo pero el amor propio no me permitió regresar. Y mira, fui feliz con lo que Dios me mandó, Arturo es un gran hombre y yo fui una gran mujer a su lado. A veces dejar ir por amor, también es un acto de amor.
─Palabras sabias señora.
─Jessica es mi hija y la amo, pero debe enfrentar las consecuencias. Ne duele verla así pero no puedo hacer nada. Tomó su decisión, tú la tuya y solo resta decir, gracias por haber amado a mi hija.
─Con todo el corazón, pero no se puede amar a alguien más que a uno mismo.
─¡Eso es correcto! Deseo encuentres la felicidad donde quiera que vayas, me despido, salgo para Venezuela. Cuídate mucho y que todo esté en paz. Gracias por lo que hiciste por Arianita.
─Hubiera dado mi vida de ser necesario. Gracias, no sabe cuánto bien me hace escucharla ─me dio un abrazo muy lindo y se fue.

─Jessica, quiero pedirte me permitas dormir con nuestra bebé.
─Claro. Ve y disfruta. Fernanda, que seas feliz.
─También tú ─sonreímos. Me fui a la cama con mi princesa; la abracé y me quedé observándola toda la noche. Era hermosa y se parecía mucho a Jessica, tenía facciones mías, pero no muchas.
Por la mañana, dormía y no quería despertarla. Le di un beso en la frente a manera de despedida y salí sin hacer ruido.
─Te vas ─preguntó Héctor,
─Si, gracias por todo.
─Cuídate mucho. ─sonrió, nos despedimos y yo salí directo al aeropuerto. Espere en la sala mientras mi vuelo salía. pensaba en Jessica y sus cartas, mi mente estaba revuelta, no quería fallar a mi amor propio.
- Pasajeros con destino a la ciudad de México pasar a puerta dos. - fui hacia ya cabizbaja.
- ¡Fernanda!. - ese grito me hizo voltear. - No te vayas tu hija y yo te necesitamos, dame la oportunidad de demostrarte cuanto te amo. - Jessica lloraba. Mi corazón estaba feliz de verla ya no podía negarme más al amor. Corrí para besarla apasionadamente, todos los presentes nos observaban quedando anonadados.
- No nos dejes, por favor. - limpie sus lágrimas.
- Te amo. - Sonreímos. - ¿Donde esta mi bebé?. - pregunté.
- Ahí, con Camila. - contestó señalando las sillas, Camila la llevaba de la mano. Arianita corrió hacia mi y la cargue.
- Hola mi princesa hermosa.
- ¡Fer, quédate!. - abrí enormes los ojos.
- Me quedaré toda la vida contigo mi princesa. - respondí.
- ¿Te quedarás?. - preguntó Jessica emocionada.
- No hay otro lugar mejor que estar al lado de ustedes.
- Te amo, fer. Te juro que me entregaré a ti en cuerpo y alma.  - dijo Jessica contenta. Camila me quito de los brazos a Arianita y también se veía feliz. Tomé de las mejillas con mis manos a Jessica y le di otro beso que tanta falta nos hacía.
- Te amo, ta amo. - decia llorando. - nos iremos de aquí y comenzaremos otra vida muy lejos, ¿Si amor?. - me besaba mucho.
- Si, Donde sólo estemos Arianita tu y yo. - contesté y la abracé calidamente.
- Gracias por esta segunda oportunidad, no te defraudare. - nos abrazamos, Arianita se metió en medio de las dos y fue la enecena más hemrosa que llevaré en mi memoria para siempre. El amor venció, falte a mis valores y convicciones pero no importaba ya, el amor fue más fuerte que yo y mi hija vino a fortalecer esta relación. La felicidad que nos esperaba fue muy bonita, nos fuimos a estados unidos y nos establecimos allá. La vida me sorprendió con un angelito y Jessica con sus atenciones hacia mi, cambio mucho y era más amorosa y eso me gustaba. Al final, amor es amor y ella y yo éramos la una para la otra, almas gemelas con una lección de vida muy fuerte, si te dan una segundas oportunidades depende ti aprovecharla que una tercera ya no habrá. ¿Quien le dice que no al amor?. Y así es cuando la vida te sorprende.

FIN

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